Siete rincones de Londres donde ver un auténtico Banksy sin entrar en un museo

Siete rincones de Londres donde ver un auténtico Banksy sin entrar en un museo

El artista callejero lleva dejando su huella en la ciudad desde los años 80.

Banksy es sinónimo de arte callejero. El británico, que lleva agitando conciencias desde la década de los 80, encontró en las paredes de las principales urbes su mejor lienzo, y ya desde sus inicios eligió Londres para plasmar sus reivindicaciones tanto políticas como sociales.

La polémica persigue su obra y su forma de actuar. La última vez que desató la controversia fue durante la subasta a finales de 2018 de La niña con un globo, la obra que se autodestruyó segundos después de ser vendida por 1,4 millones de dólares.

Así, siempre provocativo, su entrada en los museos de todo el mundo no le ha hecho dejar las calles donde empezó la carrera que le ha llevado a ser mundialmente conocido. El artista sigue dejando huella a la vuelta de la esquina en cualquier rincón del mundo. Lo ha hecho recientemente en París con la crisis de refugiados como telón de fondo o en Dover, donde tiene una obra dedicada al Brexit.

En la capital británica las reivindicaciones son muy variadas y variopintas. Estas son las siete que no te puedes perder si viajas próximamente a la ciudad. Próximamente porque una de ellas será destruida este 2019.

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Es una de las pieza más conocidas de Banksy. Apareció en 2007 en Bethnal Green, en la esquina entre Pollard Row y Pollard Street. En la fachada de este edificio se puede ver a un pintor sosteniendo un rodillo mientras descansa ante una gran flor amarilla que emerge de unas líneas dobles que perfilan el pavimento. Poco después de su descubrimiento, las autoridades londinenses eliminaron las dobles líneas del suelo pero mantuvieron el resto de la obra. Con el paso de los años, la figura del pintor se ha ido degradando —y dañando por parte de algunos visitantes— pero la flor sigue intacta.

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La obra conocida como My tap’s been phoned está inspirada en el escándalo de las escuchas telefónicas ilegales del News of the world. Banksy se sirvió de un grifo real para crear esta obra. Dos onomatopeyas que emulan el sonido del timbre (‘brinngg! brinngg!’) rodean este grifo al que mira un monigote sorprendido. “Oh, no, están llamando a mi grifo”, exclama mientras mira hacia éste. Se encuentra en el Chrisp Street Market, en el distrito centro de Poplar.

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La obra Very Little Helps, también conocida como Tesco Flag o Tesco Kids, apareció en 2008 junto a una farmacia en Essex Road. En el mural se puede ver a un grupo de tres niños alrededor de un asta de bandera de la que cuelga una bolsa del supermercado Tesco. Mientras uno de ellos alza la bolsa, los dos restantes, con la mano en el pecho, parece jurar lealtad a la cadena de venta al por menor. Es una clara crítica a la sociedad de consumo.

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Falling Shopper apareció en 2011 a unos siete metros del suelo en una pared de un edificio en desuso del barrio de Mayfair, en concreto en Bruton Street. La obra, que desaparecerá este 2019 cuando el edificio sea demolido, representa a una mujer que trata de agarrar su carro de la compra mientras cae al vacío. El lugar no es casual: la zona en la que se ubica la pintura concentra un gran número de tiendas de lujo.

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Las obras de Banksy críticas con el sistema económico y de consumo no son escasas. En mayo de 2007 apareció una nueva pintura en un muro de Exmouth Market, en Farringdon. En ella se ve un cajero automático del que emerge una brazo mecánico que agarra a una chica.

  Banksy

Sin duda una de las obras más famosas del artista británico y también una de las que contienen más carga social. En Sweeping It Under The Carpet, en Chalk Farm, el artista se sirve de la propia pared para conseguir un efecto visual impactante. En ella plasma la figura de una empleada doméstica que esconde la suciedad debajo de un telón. Una crítica, según dicen, a la reticencia de occidente a abordar temas como el sida en África.

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En 2011, en Clipstone Street, el artista británico plasmó una frase que recuerda al lema que la anarquista y activista por los derechos de las mujeres Emma Goldman pronunció principios del siglo XX: “Si votar cambiara algo, sería ilegal”. Banksy hace suya la frase y la adapta a su lenguaje. En el mural se puede ver a la rata de Banksy con la pata izquierda impregnada de pintura roja después de dejar su huella. En letras brillantes rojas se lee encima de ella: “Si el graffiti cambiara algo, sería ilegal”.