Biden, a Putin, en su primer encuentro: "Siempre es mejor verse cara a cara"

Biden, a Putin, en su primer encuentro: "Siempre es mejor verse cara a cara"

Se han llamado de todo, pero hoy, al menos, están guardando las formas en Ginebra. En ello va la seguridad y la paz de todo el planeta.

El primer apretón de manos entre Vladimir Putin y Joe Biden, hoy en Ginebra. Alexander Zemlianichenko via AP

La cumbre entre los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de Rusia, Vladímir Putin, ha terminado antes de lo previsto, tras tres horas y media de conversaciones.

Pese al cambio de horario que podría tomarse como una mala señal, Putin ha comparecido para anunciar el tono cordial de la conversación y de un principio de acuerdo para cooperar en las relaciones comerciales, seriamente afectadas en los últimos tiempos.

“Hablamos el mismo idioma, lo que no significa que nos tengamos que declarar amor eterno. Defendemos los intereses de nuestros países pero tenemos que basarnos en decisiones prácticas”, ha apuntado el mandatario ruso.

La puestas en escena

La cita comenzó a las 13.35 hora local (la misma en la España peninsular), instantes después de que ambos llegaran por separado al lugar del esperado encuentro, una mansión del siglo XVIII llamada Villa La Grange en una zona céntrica de Ginebra, donde cada uno fue recibido por el presidente de Suiza, Guy Parmelin. Pasadas las 17:00 fuentes de ambos bandos han confirmado la conclusión de la cita, tras la que han comparecido por separado.

Ambos se saludaron con un apretón de manos, en el primer gesto diplomático de una reunión en la que hoy se centran las miradas del mundo. “Siempre es mejor verse cara a cara”, ha dicho el norteamericano al ruso.

El presidente Putin fue el primero en llegar a las 13.02 hora local (11.02 GMT), directamente desde el aeropuerto internacional de Ginebra. Biden llegó a Villa La Grange 15 minutos después desde el hotel donde se aloja y escoltado por una impresionante comitiva compuesta por más de 30 vehículos.

Una vez en la mansión, ambos volvieron a salir acompañados del presidente suizo, quien dijo que su país se siente honrado de acoger esta reunión y favorecer así el diálogo y la compresión mutua. Asimismo, deseó a Putin y a Biden una “reunión fructuosa en el interés de sus respectivos países y del mundo entero”.

Minutos después los presidentes aparecieron ante las cámaras sentados en la gran biblioteca de la Villa La Grange, donde mantendrán al menos la primera parte de su reunión, acompañados de sus ministros de Asuntos Exteriores.

Ambos intercambiaban comentarios, mientras los fotógrafos y camarógrafos intentaban tomar las mejores imágenes del momento, no sin dificultad y con muchos empujones de por medio que hicieron que la cámara que transmitía la imagen del momento a todo el mundo casi cayera al suelo.

La pregunta: ”¿Confía en Putin?”

“Señor presidente, quisiera agradecerle su iniciativa de celebrar esta reunión”, reiteró ya dentro Putin, sentado en una de las bibliotecas de la mansión junto a Biden y los ministros de Exteriores, el ruso Serguéi Lavrov y el estadounidense Antony Blinken. Biden dijo “gracias”, después de que su homólogo ruso señalara nuevamente que esperaba una reunión productiva y apuntó: “Como siempre he dicho afuera, es mejor verse cara a cara”.

Ambos mandatarios hablaron delante de los periodistas al comienzo de la cumbre, antes de que los reporteros fueran sacados de la sala. Preguntado sobre si confía en Putin, Biden sacudió su cabeza arriba y abajo de forma afirmativa.

Un reportero cuestionó al mandatario ruso sobre si temía al opositor encarcelado Alexéi Navalny y acerca de qué haría si Ucrania se uniera a la OTAN, ante lo que Putin elevó la vista y no contestó.

  Biden y Putin, ya dentro de la reunión, posando para los medios. MIKHAIL METZEL / EFE

El presidente estadounidense agregó, diplomático, que durante esta jornada intentarán determinar dónde están sus intereses mutuos y dónde están sus desacuerdos. “Podemos hacer todo para discutir los asuntos de una manera profesional y predecible”, afirmó.

Luego, las puertas se cerraron y los presidentes y sus ministros se quedaron a solas, únicamente acompañados por sus intérpretes, para empezar a conversar sobre la extensa agenda que les espera.

El encuentro se produce en un clima de enconamiento en las relaciones de los dos países, con acusaciones de pirateo a Rusia y de intromisión en las elecciones por parte de los estadounidenses, con Biden llegando incluso a llamar a Putin “asesino”.

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