Biden sanciona a Rusia por los ciberataques y la injerencia en las elecciones

Biden sanciona a Rusia por los ciberataques y la injerencia en las elecciones

La Casa Blanca señala por primera vez a Moscú y aumenta la tensión.

El presidente de EEUU, Joe Biden, este jueves en la Casa Blanca.EFE/Andrew Harrer

El Gobierno del presidente de EEUU, Joe Biden, ha impuesto este jueves una dura batería de sanciones contra Rusia y ha expulsado a diez miembros de su legación diplomática por interferir en las elecciones de 2020, un ciberataque masivo y la supuesta oferta de Moscú a los talibanes para atentar contra tropas estadounidenses en Afganistán.

Las sospechas se han convertido, así, en una acusación formal de la Casa Blanca, que ha apuntado por primera vez al Servicio de Espionaje Exterior ruso. Las sanciones son las más duras desde la presidencia de Trump y pueden aumentar, aún más, la tensión entre ambos países.

Biden ha emitido una orden ejecutiva proclamando una emergencia nacional “respecto a la amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional, política exterior y economía de EEUU” que suponen las actividades “dañinas” de Rusia en el exterior. “No queremos una espiral descendente, creemos que podemos y deberíamos evitar eso, pero también hemos dejado claro públicamente que defenderemos nuestros intereses nacionales”, ha señalado el presidente este jueves.

Sobre los diez miembros de la misión diplomática rusa expulsados, el Gobierno estadounidense únicamente ha aclarado que entre ellos hay “representantes de los servicios de Inteligencia rusos”.

Ciberataque masivo

EEUU ha sancionado a seis empresas tecnológicas de Rusia a las que acusa de apoyar a la Inteligencia de ese país. Además, ha atribuido a agencias de espionaje rusas, específicamente al Servicio de Seguridad Federal, la Dirección de Inteligencia y el Servicio de Inteligencia Exterior, el ciberataque masivo contra sistemas del Gobierno y grandes compañías estadounidenses a través del programa SolarWinds.

Hasta ahora, EEUU solo había hablado de sus sospechas de que Rusia estuvo detrás de ese jaqueo, supuestamente iniciado en 2019, pero este jueves ha asegurado que sus servicios de inteligencia están “completamente seguros” de esa acusación.

El país norteamericano ha sancionado también a 16 compañías y 16 individuos rusos por su supuesta injerencia de los comicios electorales estadounidenses de 2020 “por órdenes del liderazgo del Gobierno ruso”.

Medidas similares ha adoptado el Ejecutivo de Biden, en colaboración con la Unión Europea (UE), el Reino Unido, Australia y Canadá, contra cinco personas, dos empresas y un centro de detención por “la ocupación de Rusia de la región de Crimea, de Ucrania, y los graves abusos de los derechos humanos contra la población local”.

Con los anuncios de este jueves, quedan bloqueadas todas las propiedades que los sancionados pudiesen tener en EEUU y se prohíbe a los estadounidenses y a las personas que residan en este país cualquier transacción con las personas y entidades designadas.

Obstaculizar la venta de deuda soberana rusa

En paralelo a estas penalizaciones, el Departamento del Tesoro de EEUU ha emitido una orden que prohíbe a las instituciones financieras estadounidenses participar en el mercado principal de bonos emitidos a partir del próximo 14 de junio por el banco central ruso y otras instituciones del país, en un intento de coartar su venta de deuda soberana.

Los funcionarios del Gobierno de Biden han explicado que “este es el mercado principal que financia al Gobierno ruso”, donde, han asegurado, una cuarta parte de los bonos está en manos de inversores extranjeros.

En consecuencia, han afirmado que si se evita que los inversores estadounidenses sean compradores en este mercado se puede crear “un efecto paralizador más amplio, que aumente los costos de endeudamiento de Rusia, junto con la fuga de capitales y una moneda más débil”.

Biden ya ha informado a Putin de estas decisiones durante la llamada telefónica que han mantenido esta semana, que el propio mandatario estadounidense ha calificado este jueves de “sincera y respetuosa”.

¿Una cumbre entre Biden y Putin?

Asimismo, Biden le ha propuesto al mandatario ruso una cumbre bilateral en los próximos meses “en un tercer país en Europa” para analizar la relación entre ambos. Putin no ha respondido a esta propuesta.

“Cuando hablé con el presidente Putin le expresé mi creencia de que la comunicación personal y directa entre los dos es esencial para avanzar hacia una relación más efectiva, y él estuvo de acuerdo con ese punto”, ha señalado Biden en un discurso sobre Rusia desde la Casa Blanca.

En ese sentido, cree que ambas naciones podrían lanzar “un diálogo estratégico de estabilidad” para cooperar en ámbitos como el control de armas y la seguridad,“las amenazas nucleares de Irán y de Corea del Norte”, la pandemia y la crisis climática.

Y ha subrayado que durante la llamada dejó “claro” a Putin que podría haber ido más lejos, pero que había optado por no hacerlo para actuar de manera proporcional. “Estados Unidos no busca iniciar un ciclo de escalada y conflicto con Rusia. Queremos una relación estable y predecible”, ha indicado.

En respuesta a Washington, Rusia ha citado al embajador de EEUU, John Sullivan. El Kremlin ya avisó el miércoles que las sanciones no iban a ayudar a la celebración de una cumbre entre Putin y Biden y ha negado todas las acusaciones.