El calvario de Britney Spears del que sus 'fans' piden liberarla

El calvario de Britney Spears del que sus 'fans' piden liberarla

La cantante, bajo la tutela de su padre desde hace trece años, vuelve a estar de actualidad por el documental 'Framing Britney Spears'.

En el estreno de "Érase una vez... en Hollywood"WireImage

Que Britney Spears ha sufrido la peor cara de ser una estrella infantil y adolescente quedó claro hace muchos años, especialmente después de 2007, cuando la presión terminó provocándole una crisis que afectó a su salud mental. La cantante ha pasado por todo: adicciones, divorcio, lucha por la custodia de sus hijos, acoso de los tabloides y una complicada relación con su padre.

Es precisamente el capítulo de su progenitor el que ha desembocado en el movimiento #FreeBritney, un hashtag promovido por sus seguidores para que Spears retome el control sobre su vida y sus finanzas.

Todo se remonta a 2007, ese annus horribilis de la que fuera estrella Disney. Después de una crisis de la que fue testigo medio mundo y con la presión de los paparazzi acosándola día y noche, Spears fue hospitalizada en varias ocasiones. Fue ahí cuando su padre decidió colocarla bajo su tutela de forma temporal, durante un año, hasta que se recuperara mentalmente.

Más de una década después, la cantante sigue todavía bajo la supervisión de su progenitor, algo que sus fans ven como una forma de anularla y aprovecharse de la situación. Este tipo de mecanismos legales se utilizan en Estados Unidos para personas que tienen sus capacidades mentales mermadas por problemas como la demencia. Fue precisamente esto lo que alegó su padre para que la tutela fuera permanente; entonces Spears todavía no había cumplido los 30.

A día de hoy la cantante no puede manejar su dinero, tomar decisiones sobre su carrera, contratar un abogado o hacer entrevistas que no estén guionizadas. Sin la autorización expresa de su padre Spears tampoco puede votar, conducir un coche, casarse o incluso ver a sus hijos ya que no tiene la custodia completa.

Desde el pasado verano los fans de la artista han rescatado el movimiento #FreeBritney, que se creó en 2019, después de que se filtrara una declaración ante el juez en la que la cantante afirmaba que había sido ingresada en una institución mental en contra de su voluntad.

En noviembre, en una de las vistas judiciales para revisar la tutela, el abogado de Spears sentenció que la cantante no volvería a subirse a un escenario mientras su padre esté a cargo de su custodia.

Sus seguidores también denuncian que, si Spears está tan mal como para no poder valerse por sí misma, cómo es posible que en los últimos trece años haya lanzado cuatro discos, hecho tres giras mundiales, participado en Factor X como juez y lanzado negocios de lencería y perfume.

La cuenta de Instagram Diet Prada, que normalmente publica información relacionada con la industria de la moda, ha informado de que la cantante paga más de un millón de dólares en tasas para mantener la tutela, un sueldo de 100.000 dólares a su padre y otra gran cifra un abogado no elegido por ella. Spears tiene una fortuna de 250 millones de dólares, pero sólo se le permite disponer de 1.500 a la semana para sus gastos personales.

El caso de la cantante vuelve a estar de actualidad después de que el documental de The New York Times, Framing Britney Spears, se estrenara el pasado fin de semana en Estados Unidos. En él se narra el ascenso fulgurante de la artista y la presión recibida por parte de los medios de comunicación, además del constante acoso a través de Internet. El documental ha logrado que sean más las voces que apoyan a la cantante en su lucha, entre ellas otra antigua chica Disney, Miley Cyrus, que lanzó un mensaje de ánimo a Spears desde la Super Bowl.

Britney ha visto el documental, pero sólo ha hablado de él para rememorar una actuación de Toxic y decir que se está tomando un tiempo para “aprender y ser normal”. La batalla judicial de la artista con su padre abrirá un nuevo capítulo este jueves, cuando se revisará de nuevo la tutela que controla su vida. Spears está más cerca de volver a tomar sus propias decisiones.