Carmena pide erradicar el diálogo "barriobajero y agresivo" en el que se mueve la política

Carmena pide erradicar el diálogo "barriobajero y agresivo" en el que se mueve la política

"Nada podría funcionar, si constantemente nos estuviéramos insultando", ha asegurado.

Manuela Carmena, exalcaldesa de Madrid.Europa Press News via Getty Images

La abogada laborista, jueza emérita y exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, autora del recién publicado libro ‘La joven política’, ha pedido erradicar el diálogo “grotesco, barriobajero, descortés y agresivo” entorno al que, a veces, se mueve la política, que ha considerado “un virus de la democracia” y “que hace que resulte difícil conseguir que sea instrumento para la mejora de la sociedad”.

En declaraciones a los medios de comunicación, con motivo de su participación en la primera sesión del ciclo ‘El tiempo de las mujeres’, organizado por el vicerrectorado de Cultura y Proyección Social de la Universidad de Zaragoza, se ha preguntado en qué actividad de la vida social “tiene sentido que el diálogo que se utiliza para el intercambio de unas opiniones tenga esas características”.

Según ha dicho, “nada podría funcionar, si constantemente nos estuviéramos insultando, como se hace en la política; es algo que hay que erradicar”, más cuando es una actividad que necesita “de tanta racionalidad, escucha y análisis conjunto”. Carmena ha esgrimido que todos los son demócratas han recordar “que a la democracia, lo mismo que a la vida, se la cuida”.

La exalcaldesa de Madrid se ha mostrado poco partidaria de usar etiquetas, como hablar de la izquierda, y ha propuesto “guardarlas en una caja y hablar de las cuestiones importantes, sin tener en cuenta si esto lo ha dicho alguien que tiene la etiqueta A o B”.

Sí ha considerado que se puede hablar de la existencia “de un sector de progreso y otro de redacción”, los dos con su “importancia”, si bien el primero es el que ha hecho avanzar a la sociedad. No obstante, ha continuado, “no se ha de menospreciar a determinadas fuerzas de la reacción, que han intentado conservar sus privilegios, pero también valores”, algunos de los cuáles había que respetar y conservar, como se han dado cuenta más tarde quienes, “a veces, iban más deprisa”.