El caso de las ovejas chinas que llevan más de 12 días dando vueltas

El caso de las ovejas chinas que llevan más de 12 días dando vueltas

El rebaño ha dado ya, al menos, 34 vueltas a la finca.

Ovejas en una imagen de archivo.NurPhoto via Getty Images

Desde hace unos días, ha corrido como la pólvora en redes sociales el vídeo de un rebaño de ovejas dando vueltas en círculo en la región de Mongolia, al norte de China. Los animales llevan haciendo este movimiento ininterrumpidamente cerca de dos semanas sin que nadie conozca el motivo.

Según ha relatado la pastora al diario chino People’s Daily, empezaron solo unas cuantas ovejas del rebaño que fueron seguidas por las demás hasta que han dado al menos 34 vueltas a la finca en el sentido de las agujas del reloj. Según él, esto no se debe a ningún problema de salud ya que “gozan de buena salud”. Además ha recalcado que las ovejas afectadas son solo de un corral, el número 13, de los 34 que tiene.

Por el momento, ningún veterinario es capaz de estimar por qué están haciéndolo y solo se han lanzado algunas teorías. La primera de ellas es que sufrieran de encefalitis o listeriosis, una enfermedad bacteriana grave que se contrae tras ingerir alimentos contaminados. Esta dolencia provocaría síntomas como diarrea, náuseas, confusión o desorientación, que se podrían manifestar con este comportamiento. Sin embargo, no llega a sostenerse ya que la mayoría de los ejemplares que contraen esta dolencia fallecen a las primeras 24 o 48 horas después del inicio de síntomas y estas ovejas llevan 12 días.

Hay otras teorías como la que apuntó Matt Bell, jefe de departamento de Agricultura de la Universidad de Hartpury en Reino Unido, al periódico Newsweek, que habló de una serie de comportamientos estereotipados en los animales que están encerrados mucho tiempo. “Las ovejas se mantienen en corrales durante largos períodos de tiempo, lo que puede conducir a comportamientos estereotipados repetitivos debido a la preocupación de ser atrapados”, explica. El especialista apunta a que puede deberse a una situación de estrés determinada.

Del mismo modo, también hay quien señala que puede deberse a un mecanismo de defensa ante un posible depredador ya que así parecen una masa más grande para hacer frente a un peligro mediante el rebaño.