Cómo Ana de Armas ha callado con una foto a todos los que la criticaron

Cómo Ana de Armas ha callado con una foto a todos los que la criticaron

La actriz apunta a ser la próxima superestrella de Hollywood.

Hace 13 años las puertas de El Internado se abrían por primera vez en Antena 3 y una jovencísima Ana de Armas se colaba en las pantallas de los españoles. Una década después del final de la serie que la catapultó a la fama en nuestro país, la actriz es portada de marzo en la edición estadounidense de Vanity Fair. Un lugar reservado para pesos pesados de Hollywood que ya ocupó en su día Penélope Cruz y que en el último año han protagonizado Nicole Kidman, Joaquin Phoenix o Kristen Stewart.

La portada es todo un tortazo a los que pusieron en duda su valía como actriz cuando de Armas decidió cruzar el Atlántico, ponerse a aprender inglés e intentar labrarse una carrera en Hollywood. Muchos dudaban, pero ella cuenta en Vanity Fair que lo tenía claro: “No había plan B. Sólo concebía mi vida de una forma”. Con una nominación al Globo de Oro bajo el brazo, su carrera apunta alto.

De El Internado a los Globos de Oro

Ana de Armas (Santa Cruz del Norte, 1988) saltó a la fama en España cuando se metió en la piel de Carolina en El Internado. La serie adolescente de Antena 3 fue todo un éxito y otros miembros del elenco como Blanca Suárez y Martiño Rivas también han conseguido triunfar con sus carreras aunque, a la vista está, no tanto como la hispano-cubana.

La actriz dejó la serie voluntariamente en 2009 porque quería hacer cine, y la muerte de su personaje se convirtió en un meme de la cultura popular. A Carolina Leal la tiraron por la ventana, pero Ana de Armas cayó de pie. Tras abandonar la serie, la intérprete hizo varias películas en España como Mentiras y Gordas o Por un puñado de besos, pero se hartó de que solo le ofrecieran papeles de chica sexy y se mudó a Estados Unidos en 2014.

Sus inicios en Los Ángeles no fueron un camino de rosas. La actriz estudiaba inglés con perseverancia durante siete horas al día hasta que comenzaron a llegar las primeras oportunidades con cintas como Knock Knock o Manos de piedra. En la última, que se presentó en el Festival de Cannes en 2016, compartía cartel con Robert De Niro.

  Ana de Armas en la presentación de 'Manos de piedra' el Festival de Cannes en 2016.

Y un año después, en 2017, llegó el papel que la convirtió en una actriz mediática y reconocida: Blade Runner 2049. Para promocionar la secuela de la película original viajó por medio mundo junto a sus compañeros Harrison Ford y Ryan Gosling, ganándose aplausos y buenas críticas.

  Harrison Ford, Ana de Armas y Ryan Gosling en la presentación de Blade Runner 2049 en Madrid.

Posicionada ya como una gran promesa de Hollywood, todo apunta a que 2020 será su año. Por ahora, no ha podido empezar mejor ya que en enero acudió a la gala de los Globos de Oro nominada como Mejor actriz de comedia por su papel en Puñales por la espalda. La cinta tiene un reparto coral, pero ella es el corazón y la protagonista absoluta.

Su aparición en la alfombra roja no pasó desapercibida: la revista Vogue la eligió para un reportaje en el que acompañaba a de Armas mientras se preparaba para la gran noche junto a su estilista Karla Welch. No es un nombre cualquiera, es una de las figuras con más poder de Hollywood y también se encarga de vestir a actrices como Olivia Wilde o Elisabeth Moss, además de utilizar su trabajo como plataforma de activismo.

  En los Globos de Oro, nominada por su papel en 'Puñales por la espalda'.

Marta, su papel en Puñales por la espalda, la ha catapultado en Hollywood, pero estuvo a punto de rechazarlo. En la presentación del personaje en el guión solo se describía a Marta como ‘Cuidadora latina, guapa’ y la actriz quería alejarse del estereotipo de mujer sensual. El rol tenía en realidad mucha más profundidad y Ana de Armas consiguió transformarlo.

Su carrera solo acaba de empezar. La actriz estrena en abril No time to die, la próxima película de James Bond junto a Daniel Craig, y también se ha metido en la piel de Marilyn Monroe en Blonde. Para lograr el papel en la producción de Netflix solo le hizo falta una audición. “Una cubana interpretando a Marilyn es rompedor”, confesó a Vanity Fair.

Después de encarnar a semejante icono, la estrella está rodando junto a Ben Affleck en Nueva Orleans Deep Water, una adaptación de la novela de Patricia Highsmith. Hay Ana de Armas para rato.