Cómo el pueblo de Verín ha conseguido que reabran su paritorio

Cómo el pueblo de Verín ha conseguido que reabran su paritorio

Las mujeres de esta comarca gallega llevan más de un mes luchando contra el cierre de la única sala de partos en la zona. Y lo han logrado.

Verín adelanta las campanadas para pedir pediatras y la reapertura del paritorioBRAIS LORENZO/EFE

Cuando el Servicio Galego de Saúde (Sergas) decretó el pasado 1 de diciembre el cierre del paritorio del hospital de Verín —un pueblo de Ourense de 13.000 habitantes— alegando que el escaso número de partos “resta pericia a los ginecólogos”, seguramente no se imaginaban que 20.000 personas se movilizarían para impedirlo y que, pocos días más tarde, tendrían que reabrirlo.

Por decreto de la Xunta de Galicia, desde diciembre de 2019 las mujeres de la comarca de Verín deberían dar a luz en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, a 72 kilómetros de la cabecera. Pero las circunstancias, y la lucha de sus vecinos, han contradicho a la ley. El 12 de diciembre, una mujer dio a luz de urgencia por mediación de un juez de guardia en el paritorio recién cerrado, al considerar el jefe de Ginecología que no se podía trasladar a la madre con la dilatación que presentaba. El día 22, otra mujer se negó a ser trasladada a Ourense y también dio a luz en Verín. Ya en 2020, el 14 de enero una enfermera y concejal del PP de A Gudiña no pudo ser trasladada a Ourense, de nuevo, por riesgo y parió a su quinto hijo en Verín. Este sábado 18 de enero, por fin, el Sergas ha comunicado que formalizará la contratación de dos pediatras esta semana y que prevé la reapertura del paritorio de Verín “en los primeros días” de febrero.

De este modo, el Sergas ha dado la razón a lo que la ciudadanía llevaba tiempo clamando, dentro y fuera del hospital. Con el lema Verín Non Se Pecha [Verín no se cierra], el 2 de diciembre, un día después de la clausura del paritorio y las consultas pediátricas, “comenzaron los encierros en el hospital para exigir su reapertura”, explica Samanta, de la organización Marcha Mundial das Mulleres, muy activa en esta lucha. “Se hicieron turnos de día y noche, incluidos los días de fiestas, que han sido duros. Desde entonces, nunca ha habido menos de 8 o 10 personas”, cuenta.

Lo que sí ha cambiado en este mes y medio es la postura oficial de la Xunta, presidida por Alberto Núñez Feijóo (PP). Cuando cerraron la sala de partos y las consultas pediátricas, adujeron que era una “decisión sanitaria” para dar mayor seguridad a las madres. Algún parto y muchas movilizaciones después, Feijóo rectificó y manifestó su intención de “reactivar” el paritorio en el Hospital Comarcal de Verín “si hay pediatras”.

Entretanto, desde el 9 de enero, el hospital de Verín tiene una nueva directora, Guillermina Agulla, después de que el anterior gerente, Miguel Abad, dimitiera a finales de diciembre alegando “motivos personales”. Agulla dijo tener como “primer objetivo” encontrar pediatras para reabrir la sala de partos. Y, aparentemente, así ha sido. El Diario Oficial de Galicia convocó el 16 de enero dos nuevas plazas de Pediatría para el centro y dos días más tarde Agulla manifestó a los medios que la contratación de estos profesionales se hará efectiva esta misma semana.

“Tenemos toda la fe en que así sea”, dice confiada Samanta. No obstante, sabe que no es la primera vez que las autoridades gallegas “dicen una cosa y luego hacen otra”.

Estamos convencidos de que tras el cierre del paritorio estaba el deseo del Gobierno de recentralizar y de desmantelar la sanidad pública
Noa Presas, BNG

Esta “contradicción” es la que critica Noa Presas, diputada del BNG que presentó en el Parlamento gallego una iniciativa para evitar la supresión del paritorio de Verín. El 16 de enero, el Grupo Parlamentario Popular votó en contra de la propuesta del BNG. Ese mismo día, curiosamente, Feijóo reafirmaba en rueda de prensa su decisión de abrir la sala de partos. “Ese es nuestro maravilloso Gobierno”, ironiza Presas.

La única versión del Servicio Galego de Saúde que pudo obtener El HuffPost antes del fin de semana es que “el objetivo es retomar la actividad de partos en cuanto se disponga de pediatras”. “En este momento hay gestiones avanzadas para cerrar la contratación y poder retomar la actividad”, señalaron.

  Un grupo de trabajadores del Hospital protesta durante el acto convocado por colectivos en defensa de la sanidad pública a favor de la reapertura del paritorio del hospital de Verín.BRAIS LORENZO/EFE

Para Noa Presas, en este tema “llueve sobre mojado”. “Veníamos denunciándolo desde hace tiempo. La multitudinaria marcha del 30 de noviembre en Verín, que reunió a 20.000 personas, estaba convocada de antes, para denunciar la falta de una consulta de Dermatología y una lista de espera de 1200 citas en pediatría hospitalaria. “Ya faltaban pediatras y no se anticiparon a las jubilaciones”, lamenta. 

Es la movilización ciudadana lo que ha hecho recular al Gobierno

“Estamos convencidos de que tras el cierre del paritorio estaba el deseo del Gobierno de recentralizar la sanidad en la ciudad y de desmantelar la sanidad pública”, sostiene. “Este cierre responde a la agenda neoliberal de la Xunta”. Para Noa Presas, “la Xunta intentó cerrarlo para ver si no pasaba nada, creyendo que las mujeres no tienen criterio propio y no iban a decir nada. Pero la reacción popular fue brutal. Y ahora ya no es sólo algo de Verín o de Ourense, sino del Estado”, opina. “Es la movilización ciudadana lo que ha hecho recular al Gobierno”, celebra. 

Samanta, muy activa en las movilizaciones desde que comenzaron en diciembre, asegura que seguirán las manifestaciones y los encierros en el hospital hasta que vean reabierto el paritorio: “Tenemos fuerzas para seguir protestando”.

Verín, ese pueblo fronterizo con Portugal famoso por su Entroido y sus aguas medicinales, es ahora conocido por algo más: el triunfo de sus vecinas en la lucha por dar a luz cerca de casa.