La universidad de Oxford estudia una vacuna del coronavirus y prevé completar las pruebas en agosto

La universidad de Oxford estudia una vacuna del coronavirus y prevé completar las pruebas en agosto

Las pruebas comenzaron el pasado jueves en humanos, indica un miembro de un comité de expertos del Gobierno británico.

kuniharu wakabayashi via Getty Images

Las pruebas clínicas de una vacuna contra la COVID-19, que empezaron en la universidad inglesa de Oxford, pueden estar completadas en agosto, señaló este sábado un asesor del Gobierno británico sobre el nuevo coronavirus.

Esa universidad inició pruebas en humanos el pasado jueves y los expertos confían en saber el mes próximo si esta posible vacuna consigue una fuerte respuesta inmune al virus, indicó en una entrevista con la BBC John Bell, miembro de un comité del Gobierno.

Ese comité está formado por expertos del mundo académico y empresarial, para desarrollar “tan pronto como sea posible” una vacuna contra la COVID-19 e impulsar su producción masiva.

“La pregunta es si (esta vacuna) será efectiva”, se preguntó el científico, y resaltó que eso sólo se podrá saber una vez que un “número significativo” de gente reciba la dosis.

"Si las cosas siguen su curso y si resulta eficaz, entonces creo que es razonable pensar que podríamos completar las pruebas para mediados de agosto"

“Así que no tendremos señal de eso hasta mayo, pero si las cosas siguen su curso y si resulta eficaz, entonces creo que es razonable pensar que podríamos completar las pruebas para mediados de agosto”, explicó este experto.

“Si vemos pruebas de una fuerte respuesta inmune a mediados o finales de mayo, entonces todo irá bien, mientras que después se presenta la fase de fabricar miles de millones de dosis”, añadió.

Bell habló de esta vacuna tras revelarse de que algunos hospitales podrían quedarse este fin de semana sin equipo protector (EPI) para los sanitarios que atienden enfermos con la COVID-19.

Ante las intensas críticas que está recibiendo el Ejecutivo británico, el ministro de Sanidad, Matt Hancock, animó ayer a las empresas a ofrecerse a fabricar equipos de protección individual (EPI), ya que la “alta demanda a nivel mundial” dificulta poder obtener los recursos necesarios.