El detalle en unas sillas en casa de sus abuelos desvela una historia que conmociona Twitter

El detalle en unas sillas en casa de sus abuelos desvela una historia que conmociona Twitter

Un usuario de Twitter compartió la razón por la que borraron las iniciales de su bisabuelo de unas sillas de madera: esta es su historia.

Captura del hilo de Radix donde explica la historia detrás de esas sillas.Radix en Tiwtter

El usuario de Twitter Radix compartió recientemente una pequeña investigación que hizo sobre su familia. Lo que comenzó como unas extrañas marcas en unas sillas acabó convirtiéndose en una conmovedora historia de su bisabuelo durante la Guerra Civil y la dictadura franquista.

Radix compartió las fotografías de unas sillas que siempre habían estado en casa de sus abuelos y a las que nunca había prestado especial atención. En la parte superior del respaldo se podían ver unas marcas rugosas que al principio pensó que eran el resultado del tiempo y del desgaste.

Un día, cuando estaba ayudando a otro familiar a recoger unas cosas de su trastero, reparó en que poseía una silla exactamente igual que las que estaban en casa de sus abuelos, pero con una pequeña diferencia: en lugar de aquella marca rugosa, había unas iniciales talladas en la madera.

Después de pensar a qué podían corresponderse esa “A” y esa “R” talladas en el respaldo de la silla, llegó a la conclusión de que solo podía tratarse de las iniciales de su bisabuelo. Pero, ¿por qué borrarían las iniciales de las otras sillas? Ninguno de sus familiares sabía la respuesta y sus abuelos ya habían fallecido, pero Radix no podía quedarse parado: “Esto ya es una cuestión personal, necesitaba saberlo”, escribía en el hilo.

Se le ocurrió visitar a un vecino que tenía mucha amistad con sus abuelos a ver si sabía algo al respecto. El hombre le invitó a pasar y le comentó que eso se remontaba a la Guerra Civil. “Noto que me pongo tenso y me recorre un escalofrío”, explica el tuitero.

“Él era un niño cuando terminó la Guerra Civil. Ambas familias, la mía y la suya, habían combatido en el bando republicano. Empezó una represión enorme por parte de los franquistas; secuestros, desaparecidos, fusilamientos. No dejaban a nadie”, narra Radix. “Mi bisabuelo, militante de la CNT-FAI, cayó preso en las cárceles franquistas. El cerco se estrechaba y mi familia trató de borrar cualquier rastro de su existencia”, continúa.

La desesperación y el miedo de aquella época eran muy grandes, en un intento por borrar todo rastro que pudiera incriminarles, la familia decidió deshacerse de toda prueba que les relacionara con su bisabuelo, incluidas las iniciales grabadas en aquellas sillas. “Trataron de hacerse invisibles para escapar del terrorismo de Estado”, puntualiza.

La silla, que aún mantenía las iniciales, pertenecía a otros familiares que en ese momento decidieron no borrar nada. “Hoy, después de 80 años, hemos vuelto a juntar las sillas y estas nos cuentan una historia de lucha y valentía”, destaca Radix. Su bisabuelo consiguió salir con vida de la cárcel franquista y se exilió un tiempo a Francia. Vivió 104 años y, según asegura su bisnieto, “hasta el final de su vida tuvo convicción en sus principios anarquistas y revolucionarios”.

Una historia de posguerra

Radix conoció a su bisabuelo y siempre se ha sentido muy cercano a él. Murió cuando él tenía 12 años, pero su recuerdo aún permanece intacto. Él lo describe como una persona “lúcida, independiente y luchadora” tanto a nivel político como psicológico y físico. Según explica, siempre fue una persona independiente y mentalmente sana hasta su último año de vida.

“También era un gran matemático, nunca utilizaba calculadora porque no le gustaban y él mismo se escribía los problemas que posteriormente resolvía. Eran difíciles de resolver”, cuenta Radix. Su bisabuelo fue contable de la FAI, la organización donde desarrollaba su actividad política.

“Era una persona con un gran compromiso político, tenía unos ideales y unos compañeros por los cuales estaba dispuesto a morir, y nunca en toda su vida dejó de atacar a esta organización social para poder construir otra mejor”, describe el tuitero en recuerdo a su bisabuelo.

Él ya conocía mucho acerca su pasado y siempre se sintió muy cerca de él. “Sabía lo de su militancia, sobre que estuvo preso 6 años en cárceles franquistas y sobre las penurias de mi familia”, comenta Radix. “Lo que nunca supe hasta mucho tiempo después fue que tenía un hermano que murió en la guerra. En vida nunca habló del tema, creo que es una herida que nunca se le cerró”.

La posguerra fue una etapa dura para muchas familias españolas, Radix ya había escuchado historias de sus abuelos y su bisabuelo en las que le explicaban el hambre que sufrieron durante aquella época. “Su sustento, lo que les salvó la vida, fue plantar boniatos. Comían y cenaban eso a diario”, explica, consciente de lo mal que lo pasó su familia durante la dictadura.

Esta es la historia de un hombre que sufrió las consecuencias de la Guerra Civil española, un hombre cuya historia ha resucitado en un hilo de Twitter gracias a una silla con las iniciales “A.R.” y la curiosidad y el espíritu inconformista heredados por su bisnieto.