De dónde son y cómo llegan a Bielorrusia los migrantes que tratan de cruzar a Europa

De dónde son y cómo llegan a Bielorrusia los migrantes que tratan de cruzar a Europa

Han comprado paquetes de esperanza por hasta 15.000 euros. Vuelos, visados y promesas de casa y empleo. Lo que tienen es manipulación, alambradas y tiros al aire.

Un grupo de migrantes se protege del frío con mantas en la frontera entre Bielorrusia y Polonia. via Associated Press

Son personas. Familias. Padres, hijos, nietos. Niños y ancianos. Hombres y mujeres. Están tratando de cruzar a la próspera Europa desde Bielorrusia. La nación exsoviética les sirve como zona de paso en su búsqueda de una vida mejor, pero en el camino lo que encuentran son unas autoridades locales que no les asisten sino que los usan para desestabilizar al bloque comunitario y una Unión Europea, al otro lado de la frontera y de la alambrada, que bloquea, frena y pone muros. Peones de carne y hueso en un tablero de intereses cruzados.

Son migrantes, inmigrantes, demandantes de asilo. En la mente tenemos las imágenes de la llamada crisis de los refugiados de 2015, cuando trataban de llegar desde Turquía a las islas griegas o los países del este europeo. Hoy la estampa se parece, pero los protagonistas han cambiado. También las rutas. No hay tantos sirios como entonces -escapaban a miles en lo peor de los bombardeos del régimen de Al Asad y la persecución del Estado Islámico-, y a ellos se suman sobre todo kurdos iraquíes (los principales puntos de origen de estas personas son tres ciudades de la región kurda del país: Erbil, Shiladze y Solimania), yemeníes y turcos, pero también congoleses y cameruneses. Y ya no llegan a pie ni en lanchas, sino en avión directamente, 3.000 kilómetros más al norte que entonces.

Visados, dejación de funciones y engaños

Desde 2020, las autoridades de Bielorrusia han venido cancelando o simplificando los requisitos de visa para 76 países; entre ellos hay varios afectados por serios conflictos, como Siria, Libia, Irak y Afganistán, por lo que muchas personas están tratando de salir de allí y, dado que es un estado con fronteras con la UE, eligen Bielorrusia para sus desplazamientos, haciendo un enorme esfuerzo económico.

A ello se suma que el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko anunció recientemente que ya no detendría a los inmigrantes que se dirigieran a la Unión Europea, en un intento de presionar a Bruselas y darle guerra por las sanciones impuestas contra su régimen.

A mediados de 2021, Irak era el principal punto de partida de estos migrantes pero, en septiembre, el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, logró negociar con las autoridades iraquíes la forma de reducir esos vuelos hacia Bielorrusia. Desde entonces, el grueso de desplazados se ha centrado en los kurdos, que huyen desde Siria, donde los amenaza el régimen y lo que queda del ISIS.

Según agencias de viajes locales citadas por medios como la BBC, estas personas vuelan principalmente vía Dubai, Turquía, Líbano y Ucrania para llegar a Europa con escala bielorrusa. Un portavoz del Ministerio alemán de Asuntos Exteriores confirmó la semana pasada que el número de vuelos directos desde Beirut, Damasco y Ammán (la capital de Jordania), a Minsk, también había aumentado “notablemente”.

Según están denunciando ONG como la Ocalenie Foundation o Minority Rights, los empresarios del sector del viaje están haciendo el agosto con el puente aéreo a Minsk y hasta ofertan paquetes que, además del avión, incluyen supuestamente una vivienda y un empleo en un país de la Unión Europea. Decenas de mensajes de este tipo también llegan por WhatsApp o Facebook, en envíos masivos, un bulo sin fundamento pero que cae en terreno abonado cuando cunde la desesperación.

VIP Grub, un servicio de pasaportes y visados en Estambul, también dice traer gente a Europa por “medios convencionales” y anuncia sus servicios, afirmando que Europa necesita trabajadores extranjeros. Los anuncios de la compañía dicen: “Solo las aerolíneas europeas, necesitan 1,2 millones de refugiados. Aprovecha la oportunidad. Páganos a la llegada”.

El ritmo de llegadas ha crecido muy rápido. En octubre de 2021, hubo 11.300 intentos de entrada ilegal a Polonia desde Bielorrusia. Una vez en Polonia, muchos inmigrantes se dirigen desde allí hacia la frontera alemana, que es uno de los destinos más deseados, pero también a Francia, a Austria, a Bélgica o Países Bajos, donde en muchos casos ya tienen una red cercana o familiar.

Pues según la Policía Federal germana, en ese mismo mes entraron 4.889 inmigrantes a Alemania a través de Bielorrusia y Polonia de manera ilegal: más del doble que en septiembre. Entre enero y finales de octubre de este año, se registraron 7.300 entradas no autorizadas a Alemania por la ruta de Bielorrusia, según datos la Policía Federal revelados por la prensa alemana.

El precio de la esperanza

Estas personas se dejan en la travesía todo lo que tienen. Los testimonios recogidos por la prensa internacional en la frontera dejan vez que, ilusionados por el salto en avión y por evitarse travesías interminables y naufragios como los de 2015, pagan sumas muy elevadas. Piensan que vale la pena y luego se dan cuenta de que no.

Se calcula que los viajes pueden costar entre 12.000 y 15.000 euros por un pack que incluye los visados, los vuelos y los servicios de tráfico por tierra hasta Europa, sobre todo al tramo de la región de Podlaquia, en Polonia, aunque ya se están dando crisis importantes en Letonia, Lituaania y Ucrania, también.

Belsat.eu, un canal de televisión independiente de Bielorrusia, ha desvelado un informe según el cual 12 agencias de viajes del país del habían recibido una autorización “tácita” para organizar visados para extranjeros.

Muchos de los vuelos son operados por las aerolíneas Belavia, Turkish Airlines y Qatar Airlines, y otra de bajo costo conocida como Fly Dubai. Sin embargo, ante la presión ejercida por las sanciones de la UE, que amenaza con castigar a quien potencie estos vuelos, Belavia y Turkish han anunciado que iraquíes, sirios y yemeníes tendrán el embarque vetado en los vuelos a Bielorrusia.

Hasta hace poco, la visa de refugiados, si el pasajero la llegaba a necesitar, se otorgaba en el propio aeropuerto a la hora de abordar. En las puertas de salida de los vuelos es imposible identificar a los pasajeros como migrantes o refugiados, así que con el dinero que llevan encima y sus documentos en orden, pasan sin problemas.

Una vez que tocan suelo bielorruso la cosa se vuelve más opaca: los videos que se conocen hasta ahora muestran que estos pasajeros son transportados, en forma muy organizada, desde el aeropuerto de Minsk hasta la frontera con Polonia y Lituania, pero ha sido imposible determinar quiénes organizan esta logística, si es cosa de mafias o es el propio Gobierno de Lukashenko el que está implicado. “Se sienten víctimas de un gran engaño”, resume la periodista vasca Ane Irazabal, sobre el terreno.

Según una investigación del canal público alemán DW, hoy las empresas registradas en la UE alquilan aviones a Belavia, la aerolínea nacional bielorrusa. Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE quieren tomar medidas contra esta práctica y están estudiando la posibilidad de imponer sanciones.

Belavia Airlines ofrece vuelos directos a Minsk desde Estambul, Dubai y otros lugares. “Así que sólo tienes que ir hasta allí. Es un poco más caro, pero todavía es factible”, dijo el operador turístico de Bagdad a DW.

El centro de alquiler de aviones en la UE es Irlanda. Las empresas irlandesas gestionan más de la mitad de los aviones alquilados en el mundo. Algunas de las empresas siguen alquilando aviones a Belavia, que se utilizan para transportar a los inmigrantes a la frontera con la UE. Las empresas argumentan que están obligadas por contrato a hacerlo.

El ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Simon Coveney, ha dicho que apoya las sanciones, pero que sólo se aplican a los futuros arrendamientos, no a los actuales. Otras compañías aéreas, como Qatar Airways y Turkish Airlines, tienen procedimientos de control mucho más estrictos y exigen documentación válida. Sin embargo, como señala la agencia de viajes de Bagdad, puede ser difícil determinar la verdadera naturaleza del viaje de un pasajero. “Muchos iraquíes viajan cada día a Turquía y Dubai. Es imposible distinguir a los que quieren ir a Bielorrusia de los que no”.

Al principio de esta nueva crisis migratoria, las guardias fronterizas polaca y lituana dejaban pasar a las personas migrantes y después las enviaba a unas instalaciones especiales, a centros en los que recibían atención y se estudiaban sus casos. Ahora, sin embargo, desde que el flujo ha crecido y las autoridades de estos países -más Bruselas- acusan directamente a Lukashenko por usar a los desplazados y generar el caos, se han fortificado las fronteras con alambrada y despliegue militar.

Ahora se impide el paso y, si algún migrante aún logra superar el cerco por las zonas comunes de bosques y pantanos, se le devuelve en caliente al país vecino, según se ha podido verificar en la zona.

A juzgar por de declaraciones de los propios refugiados y migrantes y por los videos que las autoridades lituanas y polacas hicieron públicos durante las últimas semanas, el servicio de fronteras bielorruso les está indicando directamente a los refugiados para que crucen ilegalmente la frontera. Animándolos.

El sitio web del servicio de fronteras bielorruso publica información sobre la crisis migratoria, pero afirma que muchos refugiados ni siquiera saben que necesitan una visa para pasar la frontera. “Bielorrusia está cumpliendo con su máximo deber de detener la migración ilegal. Las razones (de este nuevo flujo) se pueden encontrar en el apoyo de los países de la UE a las revoluciones de “color” (el término utilizado para describir los levantamientos populares contra ciertos gobiernos) en regiones donde las vidas han sido destruidas o hay guerras”, dice el sitio web del ministerio.

En una entrevista con el periódico bielorruso Nasha Niva, un oficial fronterizo anónimo describió las actividades de su departamento de una forma muy clarificadora: “una completa devaluación de las leyes y su juramento”.

No obstante, y temiendo que la situación se salga de control, en los últimos días las autoridades bielorrusas han hecho más estrictas las condiciones para llegar al país. Por ejemplo, se han dejado de emitir visados en el aeropuerto para ciudadanos de los países considerados más problemáticos,como Siria, Irán, Afganistán, Nigeria y Yemen.

Es imposible saber cuántas personas esperan en la frontera, con temperaturas bajo cero, centradas en su meta de avanzar y tener un futuro vetado en sus países en conflicto. Tampoco se sabe cuántos están en Bielorrusia, de camino a las alambradas o ya de vuelta, son lograr pasar. No hay datos oficiales, como tampoco de los muertos en el camino, que los hay. Queda el drama, complicado de documentar en una zona donde se está limitando el acceso a la prensa independiente.