La Policía detiene al sospechoso del tiroteo de Utrecht

La Policía detiene al sospechoso del tiroteo de Utrecht

Se buscaba a Gökmen Tanis, un turco de 37 años, recientemente acusado de violación

El sospechoso, en una imagen difundida por la Policía holandesa. Askanews

La Policía holandesa ha detenido a Gökmen Tanis, un hombre de 37 años nacido en Turquía, como principal sospechoso del tiroteo este lunes en un tranvía en la ciudad de Utrecht, en el centro de Holanda.

En una rueda de prensa, un portavoz de la Policía anunció la detención, aunque no confirmó los motivos que puede haber tras el tiroteo que se cobró la vida de tres personas y dejó otras cinco heridas, tres de gravedad, hacia las diez de esta mañana.

El principal sospechoso ha sido arrestado en Oudenoord, muy cerca del lugar donde hacia las 12.30 horas la Policía había localizado, con el motor en marcha, el vehículo en el que el arrestado había huido del lugar de los hechos.

Gracias al turismo pudieron lograrse las primeras pistas sobre su identidad. Varias personas más han sido detenidas en las últimas horas, para lograr más información sobre él, aunque se desconoce si aún siguen en dependencias policiales y en calidad de qué.

Tanis tiene un largo historial de antecedentes penales en los últimos años, lo que también encajan en el perfil de un delincuente común: robos con violencia, ataques a la autoridad y acoso sexual callejero, confirma una fuente judicial.

En 2012, Tanis fue juzgado por un robo en un camión en Brabante, a finales de 2013 por intento de homicidio, en mayo de 2014 por otro robo en Utrecht y hace dos semanas declaró ante un tribunal de la ciudad como acusado de violación de una mujer en julio de 2017.

Otra de las hipótesis que maneja la Fiscalía es que se trate de un “crimen de honor”, debido a la posible relación del arrestado con una de las víctimas. La agencia turca Anadolu ha indicado que actuó movido por “asuntos familiares” y disparó primero a una pariente y luego al resto del pasaje. Su fuente es alguien de la familia del arrestado. No obstante, los servicios de Inteligencia de Ankara también se van a sumar a la investigación, según ha anunciado el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

El sospechoso viajaba en un tranvía en el distrito Kanaleneiland, en la zona oeste de Utrecht, cuando sacó una pistola y comenzó a disparar contra los viajeros. La primera víctima era. efectivamente, una mujer y el resto de fallecidos y heridos fueron heridos de bala cuando intentaban socorrerla, según los testigos.

El autor del tiroteo “parecía tener fijación con esa persona” que viajaba en el tranvía con él y “se enfadó con la gente que intentó ayudar a dicha mujer”, herida por los disparos, según dijeron los testigos a la Policía.

La Fiscalía, que está a cargo de la investigación del tiroteo, aseguró “que está teniendo en cuenta un motivo terrorista, pero no se pueden excluir estos otros motivos”.

Un conocido del sistema judicial local

El ministro de Justicia holandés, Ferdinand Grapperhaus, ha enfatizado este hecho, que hay “mucha incertidumbre sobre los motivos del perpetrador”, que confirma es “conocido” del sistema judicial local. “Tenía todas las características propias de un atentado, pero que haya o no detrás un motivo terrorista, no lo sabemos aún”, añade el primer ministro, Mark Rutte.

“Ahora prevalece una sensación de horror e incredulidad muy intensa, así que mañana las banderas colgarán a media asta en los edificios gubernamentales, ha anunciado, al tiempo que ha confirmado que las elecciones provinciales seguirán su curso con normalidad, pese a que este lunes se ha suspendido la campaña. Se celebran el miércoles.

“Si es un acto de terror, solo hay una respuesta: nuestro Estado de derecho y democracia son más fuertes que la violencia”, ha añadido.

El último balance confirmado por la Policía de Utrecht confirma el fallecimiento de tres personas y otros cinco heridos se encuentran en el hospital, algunos de gravedad.

En la ciudad, esta noche los cines y teatros seguirán cerrados, aunque el transporte público comienza a volver a la normalidad, tras horas de cortes.