Diario de a bordo (5): Salud en la Antártida

Diario de a bordo (5): Salud en la Antártida

Un medio natural tan puro merece los más exquisitos cuidados.

.Homeward Bound

Va llegando la hora de la cena y nos encontramos navegando el estrecho de Gerlache. El cansancio se mezcla con la emoción en unos días que no dejan de sorprendernos. Acabamos de visitar la colonia más grande de pingüinos gentoo de la península Antártida, con unos 3.000 pares de ejemplares. Impresionantes icebergs rodean la Isla Cuverville. Rodeadas de esta belleza indescriptible observamos la infinita fragilidad que nos acompaña y nos damos cuenta de la necesidad de proteger la Antártida. 

Un medio natural tan puro merece los más exquisitos cuidados para mantenerlo así tras nuestra visita. La primera preocupación es la introducción de especies no endémicas en este ecosistema. Por eso, lo primero que tuvimos que hacer antes de poder salir a tierra fue asegurarnos de que todo el material y ropa que íbamos a llevar estuvieran completamente limpios. Además, antes y después de cada salida a tierra desde el barco en las lanchas (landings), desinfectamos y cepillamos nuestras botas de goma para no transportar a tierra ningún material no autóctono procedente del barco y también entre una visita y la siguiente, pues la fauna y flora varían entre los distintos ecosistemas antárticos.

  .Homeward Bound

La salud de la fauna que habita estos parajes es extremadamente importante en nuestra expedición y nos afanamos en seguir las regulaciones estipuladas por IAATO (International Association of Antarctica Tour Operators). Mantenemos las distancias de seguridad estipuladas con la fauna, mínimo 5 metros de los pingüinos y al menos 15 metros de cualquier mamífero como focas y elefantes marinos.

Un medio natural tan puro merece los más exquisitos cuidados.

Además, como nos encontramos en un espacio tan confinado como es el barco también tomamos precauciones para proteger nuestra salud. Adquirimos hábitos sencillos como toser en el interior de nuestro brazo y lavarnos las manos frecuentemente. Como somos cien participantes y venimos de tantos lugares diferentes de nuestro planeta, muchas de nosotras nos hemos vacunado contra la gripe. Gripe o enfermedades gastrointestinales son las enfermedades con mayor potencial de expandirse y definitivamente no queremos tener que pasar unos días sin poder participar en las actividades del programa.

La suerte que sentimos por poder vivir esta experiencia, gracias al apoyo de ACCIONA y el programa Homeward Bound, pudiendo observar y disfrutar de este increíble lugar se mezcla con la responsabilidad de cuidarlo y transmitir este mensaje a todo el mundo y a futuras generaciones. Somos embajadoras de la Antártida.

Laura García es doctora en Inmunología por la Universidad de Birmingham en el Reino Unido.