Putin busca soldados a la desesperada para conquistar el Donbás

Diario de guerra, día 110. El Ejército ruso continúa su avance en el Donbás, donde ha centrado todos sus esfuerzos, ante lo cual Kiev insiste en la importancia de recibir más armas occidentales.

Según el ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, cada día que pasan sin armas se traduce en sangre.

Por su parte, Moscú ha empezado a buscar refuerzos para conseguir sus objetivos en Donbás. Por ello, está tratando de desplegar fuerzas de reserva, según denuncian las autoridades ucranianas.

Un hecho que obligaría a los rusos a implicar reclutas o reservistas movilizados para participar en los combates en Ucrania, algo que el mando ruso ha negado en varias ocasiones e incluso sancionó a una docena de oficiales por el envío de unos 600 reclutas al frente.

Severodonetsk centra los ataques

El jefe de la administración militar de Lugansk, Serhiy Gaidai, ha reconocido que que el territorio de la planta química Azot, el último reducto de los defensores de Severodonetsk, es “fuertemente bombardeado por la artillería enemiga de gran calibre”.

Según el funcionario, en la planta están bloqueados cerca de 500 civiles, 40 de los cuales son menores de edad.

“La evacuación masiva y la entrega de ayuda humanitaria son imposibles debido a los ataques. Los militares logran sacar unas pocas personas cada día”, ha afirmado.

Más de 40.000 bajas rusas

Las cifras no son oficiales pero desde Kiev estiman que las grandes pérdidas de las tropas rusas superarán próximamente las 40.000 bajas, según ha calculado el propio Volodimir Zelenski.

“Las pérdidas de Rusia podrían superar el junio las 40.000. No habían sufrido tantas pérdidas en ninguna guerra durante décadas”, afirmó en un mensaje de vídeo difundido en la madrugada del lunes.

Una cifra difícil de contrastar debido al empecinado silencio del mando ruso, que no ha vuelto a dar cifras de bajas en sus filas desde que el 25 de marzo reconociera 1.351 soldados muertos en la campaña militar.

Lisichansk, el próximo objetivo

La ciudad vecina a Severodonetsk es el próximo objetivo de los rusos en su camino a Sloviansk y Kramatorsk, los principales bastiones ucranianos en la región de Donetsk. En las últimas horas, los soldados rusos “han intensificado los ataques con armas de gran calibre, la ciudad se somete diariamente a destrucción”, según las fuerzas ucraniana.

Mientras, el “embajador” en Rusia de Lugansk, Rodión Miroshnik, adelantó que el ataque a esta ciudad “sucederá en breve”.

¿Cuántas armas necesita Ucrania?

El asesor de la Presidencia ucraniana, Mykhailo Podolyak, afirmó que el país necesita al menos “1.000 obuses calibre 155 milímetros; 300 sistemas de lanzamiento de cohetes; 500 tanques; 2.000 vehículos blindados; 1.000 drones” para lograr la paridad de armas pesadas con Rusia y liberar los territorios ucranianos ocupados.

Finlandia eleva la tensión

El presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, ha acusado a su vecino de usar armas de destrucción masiva en Ucrania y ha alertado de una “escalada vertical” del conflicto debido al empleo de armamento cada vez más pesado por ambas partes.

“Rusia ha comenzado a usar armas muy poderosas, bombas termobáricas que, de hecho, son armas de destrucción masiva”, dijo Niinistö durante las conversaciones de Kultaranta (la residencia presidencial de verano en la ciudad de Naantali), que este año se centran en la seguridad europea.

El grano busca vías alternativas

Este lunes ha llegado a puerto coruñés el buque finlandés Alppila, cargado con más de 18.000 toneladas de grano. La mercancía, bloqueada desde hace meses por Rusia, ha conseguido encontrar una salida terrestre y por último se ha cargado en un buque en puertos alemanes.