Dos menores africanos, huidos de un torneo de fútbol base, podrían haber escapado a Francia

Dos menores africanos, huidos de un torneo de fútbol base, podrían haber escapado a Francia

Tras participar en la Donosti Cup.

EITB

La fuga de dos adolescentes de Sierra Leona que el pasado sábado no regresaron a su país con el resto de sus compañeros de equipo tras participar en la Donosti Cup ha sorprendido a la organización de este torneo internacional de fútbol base, que sospecha que ambos podrían haber escapado a Francia.

El músico sierraleonés Anthony Seydu, presidente de la ong Diamond Child School of Arts and Culture, que trajo a los niños a San Sebastián, denunció la desaparición de ambos adolescentes el 13 de julio, tras constatar que faltaban dos miembros de la expedición.

El grupo había viajado a Gipuzkoa mediante una ayuda de las Juntas Generales del territorio que aprobaron el pasado mes de abril una partida de 4.000 euros para traer a este equipo y a los de origen palestino, Al-Bustan y Not to Forget Jenin.

La ong africana Diamond Child School of Arts and Culture explica en su página de Facebook que ambos menores, de unos 14 años y cuyos nombres e imágenes aparecen en su muro, “se escaparon la madrugada del sábado antes de su vuelo a Freetown”, tras saltar “por la ventana de la residencia donde estaban alojados en Donostia”.

Tras formalizar la denuncia, la Ertzaintza inició una investigación que por el momento no ha arrojado resultados, según ha confirmado este jueves el departamento vasco de Seguridad.

No obstante, las sospechas se centran en la posibilidad de que, tras su fuga, los menores podrían haberse dirigido a la frontera de Irun, localidad en la que es habitual que acudan grupos de migrantes africanos antes de cruzar a Francia.

“Todos los indicios apuntan a que habrían podido pasar la frontera el mismo fin de semana, porque alguna persona parece que les vio en esa zona”, ha explicado el director de la Donosti Cup, Iñigo Olaizola.

El responsable del torneo, uno de los más prestigiosos de Europa, ha explicado que en sus 28 años de historia “es la primera vez que sucede algo así”, a pesar de haber contado con “más de 50 equipos invitados, muchos de ellos africanos”.

Considera que se ha tratado de “un acto puntual” que, no obstante, “es una pena” porque, en su opinión, “va a endurecer mucho las condiciones para los próximos grupos que quieran acudir” al torneo.

“Desde un punto de vista humano”, Olaizola ha expresado además su deseo de que los menores “estén bien” y ha recordado que se mantiene en contacto con Anthony Seydou que “está haciendo todo lo posible para que los localicen”.

En términos parecidos se expresa Ion Aranguren, portavoz de la Plataforma de Acogida de Irun que se encarga de dar apoyo a muchos de los migrantes que transitan por la localidad fronteriza, quien, aunque no ha tenido noticia alguna “de los dos chavales”, considera que “lo más lógico” es que hubieran pasado ya a Francia.

El responsable legal de los muchachos, Anthony Seydou, vive con “la máxima preocupación” esta situación en la que no tiene “ninguna certeza” por lo que no descarta ninguna opción.

“Sobre todo porque son niños que no saben lo que hacen”, ha indicado Seydou, quien aclara que los fugados “no tienen ninguna documentación” ya que él tiene sus pasaportes como su responsable legal.

“Tarde o temprano se van a encontrar con las dificultades de estar en medio de ningún lugar, sin comida ni nadie que les pueda ayudar”, se ha lamentado, antes de recordar que su visado, que recoge expresamente que es para participar en un evento deportivo, vence el próximo día 30.