Las tensiones continúan, el comercio global se estanca

Las tensiones continúan, el comercio global se estanca

5c98032f2a0000d6024f6484Nuthawut Somsuk via Getty Images

El comercio global, uno de los mayores motores de crecimiento para la economía, se ha visto muy amenazado tras las continuas tensiones comerciales entre China y los Estados Unidos. El tortuoso camino que se ha recorrido, y en el que todavía no se ha logrado alcanzar esa aclamada tregua arancelaria, ha provocado moderaciones en las cifras de comercio.

Las negociaciones entre China y Estados Unidos avanzan. No sabemos si favorable o desfavorablemente, pero sí podemos saber que avanzan. Washington ha exigido a China una serie de prácticas, las cuales, desde la Casa Blanca, consideran prácticas leales y que favorecen el libre mercado y la libre competencia entre ambos países. China, hasta ahora, ha aceptado las cláusulas y las negociaciones evolucionan.

Entre estas prácticas, la recientemente acordada, y muy favorable para el Gobierno norteamericano, es el desuso de la devaluación monetaria para favorecer las exportaciones del gigante asiático. El año pasado ya vimos como Donald Trump acusaba a Pekín y Moscú de jugar a la devaluación de divisas para ganar terreno en el comercio global. Una práctica que, de querer seguir siendo socio de Estados Unidos, debía desaparecer.

Más políticas se están tratando en la mesa. Una mesa que esperaba celebrarse a finales de marzo, pero que ahora prevén que vuelva a posponerse para más adelante. Esto, como hemos dicho, mantiene en vilo al comercio internacional, que muestra leves signos de desaceleración ante semejantes tensiones. Aunque, no obstante, si nos fijamos en los datos que nos arrojan las nuevas previsiones de crecimiento económico, estas sí muestran un severo impacto negativo.

Según las cifras que recogemos en materia de comercio internacional, este ha avanzado un 1,5%, según los datos que arroja el último trimestre de 2018. Una cifra que muestra el peor ritmo de crecimiento para el comercio global desde la Gran Depresión. Además, según la Organización Mundial del Comercio (WTO por sus siglas en inglés) muestra unos datos que vislumbran un futuro no muy clarificador para el 2019.

Las previsiones de este organismo para el próximo año no son muy buenas. Pese a que algunos analistas de grandes instituciones bancarias muestren optimismo ante los incrementos en los PMI y en las actividades comerciales, la única razón que puede devolver la estabilidad y normalidad al comercio global es un pacto entre China y Estados Unidos donde queden excluidos todos esos aranceles que se aplicaron este año pasado.

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Como vemos en la imagen, esta refleja el indicador del estudio acerca de las previsiones de comercio global en el entorno actual para 2019, si las condiciones se comportan como hasta ahora. Como podemos ver, se pueden observar las correcciones de las que hablamos, pues casi todas las variables que componen el indicador muestran una tendencia negativa para este año.

Aunque no se esperan unas rebajas de crecimiento muy bruscas, pues se espera que el ritmo del crecimiento global se comporte en cifras del 3,7%, frente al 3,9% del 2018, si podemos vislumbrar como podrían darse nuevos reajustes a la baja si las condiciones continúan deteriorándose y las dos economías líderes en el mundo no logran el acuerdo que devuelva la normalidad al comercio global.

Esto pone en relieve la importancia de relajar las tensiones comerciales y poner fin a estos auges proteccionistas, pues suponen un bloqueo comercial que, frente a los pronósticos de crecimiento que muestra el Fondo Monetario Internacional (FMI) para las economías desarrolladas y la desaceleración del PIB Mundial, aúna las recetas clave para que la economía siga decreciendo y allanando terreno para una próxima recesión.

Ya hemos visto como los bancos centrales, tanto el Banco Central Europeo en Europa, como la Reserva Federal en los Estados Unidos, han mostrado cautela y han devuelto a las economías las condiciones favorables en materia de financiación, aguantando las subidas de tipos previstas a la espera de la normalización de las relaciones.

Ahora, la siguiente carta por jugar es la que clarifique lo que ocurrirá entre China y Estados Unidos durante la fase de negociación que se está desarrollando. Al final, estamos hablando de tensiones que los propios líderes políticos deben eliminar mediante acuerdos, aunque como ya se advirtió en Davos, el crecimiento económico, y el crecimiento del comercio global, dependerá del grado de cooperativismo que muestren todos los países.

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