EEUU ejecuta a la única mujer que estaba en el corredor de la muerte

EEUU ejecuta a la única mujer que estaba en el corredor de la muerte

El Gobierno ha decidido matar a Lisa Montgomery pese a que su estado mental no la hacía apta para la ejecución, sostienen sus abogados.

Lisa MontgomeryCEDIDA POR LOS ABOGADOS DE LISA MONTGOMERY VIA REUTERS

El estado de Indiana (EEUU) ha ejecutado este miércoles, 13 de enero, a Lisa Montgomery, la única mujer que estaba en el corredor de la muerte del país, y la primera en ser ejecutada en más de seis décadas.

La ejecución por inyección letal ha sido llevada a cabo poco después de que el Tribunal Supremo retirara la suspensión dictada por un tribunal de apelaciones, tras las demandas de la defensa por el estado mental de Montgomery tras una vida de torturas sexuales a manos de sus cuidadores.

Montgomery recibió abusos, maltratos y violaciones desde muy pequeña. Después se le diagnosticó trastorno bipolar y un complejo trastorno de estrés postraumático, por lo que había perdido contacto con la realidad y era incapaz de comprender lo que estaba ocurriendo, tal y como explicaron sus abogados ante los tribunales antes de su muerte. Días antes de su ejecución, Montgomery tenía alucinaciones auditivas en las que escuchaba la voz abusiva de su madre, y creía que Dios le hablaba a través de unos dibujos en los que tenía que unir los puntos.

Nuestra Constitución prohíbe la ejecución de una persona que no pueda comprender racionalmente su ejecución (...). Y la mataron de todos modos

“Nuestra Constitución prohíbe la ejecución de una persona que no pueda comprender racionalmente su ejecución (...). La administración actual lo sabe. Y la mataron de todos modos”, ha denunciado su abogada Kelley Henry en una declaración difundida a la prensa. “Todos los que participaron en la ejecución de Lisa Montgomery deberían sentir vergüenza”, añade.

Lisa Montgomery, de 52 años, fue condenada en 2007 por matar en 2004 a una mujer de 23 años que estaba embarazada de ocho meses y extraerle el bebé, que luego fue recuperado sano y salvo por las autoridades.

El crimen ocurrió una semana antes de las navidades de 2004, cuando Lisa Montgomery, una mujer de 36 años y madre de cuatro hijos, condujo desde su casa de Kansas hasta Misuri, aparentemente para comprarle un cachorro a una mujer que había conocido días atrás en un evento canino.

Pero finalmente no se llevó a ningún cachorrito, sino al bebé que Bobbie Jo Stinnett, de 23 años, llevaba dentro.

Después de jugar con sus perros en el patio de su casa, Montgomery, que después confesó el crimen, estranguló a Bobbie Jo Stinnett y le rajó el abdomen para sacar a la criatura que estaba gestando.

De vuelta a su casa, Montgomery le pinzó el cordón umbilical y limpió a la bebé con toallitas. Durante meses, Montgomery le había dicho a su marido que estaba embarazada, algo que era imposible, ya que se había sometido a una ligadura de trompas. Ese día, llamó a su marido para contarle que se había puesto de parto y que había dado a luz en una clínica.

Una vez en casa, la pareja contó a sus allegados que habían tenido una niña. Al día siguiente, la policía arrestó a Montgomery y devolvieron a la bebé, que no había sufrido ningún daño, a su verdadero padre.

Montgomery fue sentenciada a muerte por su “especialmente odioso asesinato”.

Sus abogados siempre han defendido que la mujer sufría “un brote psicótico en el momento del crimen”. Los expertos en salud mental que la han examinado creen que su historia de trauma infantil exacerbó una predisposición genética a la enfermedad mental, algo común en su familia.

“Es difícil entender hasta qué punto ha llegado el horror sufrido por Lisa en sus primeros años de infancia. Fue violada por su padrastro y por los amigos de este, su propia madre la vendió a grupos de hombres adultos, que la sometieron a violaciones en grupo, fue golpeada y maltratada”, explicaba a la edición estadounidense del HuffPost Sandra L. Babcock, profesora clínica de Derecho en Cornell Law School, y una de las abogadas de Montgomery.

La madre de Montgomery, Judy Shaughnessy, que tenía 20 años cuando la tuvo en 1968, mantuvo un alto consumo de alcohol durante su embarazo. Su padre, John Patterson, era un militar de 25 años también alcohólico.

Shaughnessy era cruel y violenta, según una declaración jurada de Patterson. La familia cuenta que las primeras palabras de Montgomery de niña fueron “no me pegues”.

Las primeras palabras de Montgomery de niña fueron “no me pegues”

Cuando sus padres se separaron y la madre empezó una relación con otro hombre, Jack Kleiner, la vida de Montgomery no mejoró. El padrastro la pegaba, y pasado un tiempo empezó a violarla de forma rutinaria.

Luego empezaron a acudir otros hombres, amigos de Kleiner, que violaban a Montgomery por vía oral, vaginal y anal, según la declaración jurada de un primo de Montgomery, ahora ayudante de sheriff, a quien Montgomery, de adolescente, le contó lo que sufría.

“También eran físicamente violentos con ella. La pegaban y le daban en la cara si ‘hacía algo mal’. Y cuando acababan, orinaban encima de ella como si fuera basura”, declara el primo.

Ya de adulta, Montgomery reprodujo esa vida disfuncional que había experimentado en su infancia.

“Ejecutar a Lisa Montgomery sería infligir otra injusticia sobre una mujer que sólo ha conocido una vida de maltrato”, declaraba hace unos meses su abogada.

Finalmente, los abogados no han sido capaces de frenar la ejecución de Montgomery. La Administración de Donald Trump anunció en 2019 el fin de la moratoria a las ejecuciones a nivel federal y durante los últimos meses han sido ejecutadas siete personas. El presidente electo, Joe Biden, que tomará posesión justo dentro de una semana, ha mostrado su intención de reinstaurar la moratoria una vez acceda a la Casa Blanca.

En Estados Unidos había existido hasta 2019 una moratoria informal sobre la pena de muerte desde la ejecución en 2003 de Louis Jones. No obstante, la pena capital ha seguido aplicándose en cada uno de los 29 estados en los que está contemplada.