El mal augurio de un experto de Zaragoza en 2004 que se está cumpliendo 16 años después

El mal augurio de un experto de Zaragoza en 2004 que se está cumpliendo 16 años después

"Eso no es una quimera, es un riesgo real", advirtió.

Juan José BadiolaYOUTUBE

Muchos aseguran que vieron venir la crisis del coronavirus, pero pocos pueden aportar pruebas. Juan José Badiola, catedrático y director del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza, ya advirtió en 2004 de que algo parecido a lo que está ocurriendo podría suceder.

Lo hizo en una entrevista en El Heraldo  que ese mismo periódico recuperó hace semanas subrayando que la premonición del experto sobre que una pandemia podría llegar se estaba cumpliendo.

En aquel momento, el 22 de abril de 2004, la conversación se centró más en las gripes porcinas y aviar, pero Badiola advirtió de que cualquier otro virus animal podría saltar a los humanos provocando una crisis enorme.

“La contaminación del virus aviar a la persona es por contacto directo aves enfermas-personas. Y ello es posible si estás en un ambiente de una alta concentración de virus, como las imágenes que estamos viendo de los mercados llenos de gente durmiendo con los animales. Y también hay un riesgo de contaminación aerógena”, explicaba antes de alertar del gran peligro de un virus: que se pueda transmitir de persona a persona.

“No sería de extrañar porque es una época muy frecuente de virus gripal humano”, subrayaba. Eso, avisaba, provocaría una “pandemia humana”. “Y eso no es una quimera, es un riesgo real”, sentenciaba en una frase que, 16 años después, se ha cumplido a rajatabla.

Badiola aseguraba también que era muy factible que un virus animal saltase a humanos, como ha ocurrido ahora.

“En este mundo alimentario globalizado en el que vivimos, en el que ya se pueden comprar alimentos de todo el mundo, conocemos cerca de 300 enfermedades transmisibles de los animales a las personas (zoonosis). ¿Cuántas zoonosis hemos sufrido en España? No llegarán a una veintena: la brucelosis, la hidatidosis o quiste hidatídico, la tuberculosis, la triquinosis, y algunas más pero muy pocas. Y las demás están por ahí, por el mundo, y nadie ofrece garantías de que no lleguen a los humanos”, aseguraba.