El Banco de España mejora sus previsiones de crecimiento para 2021 cuando llegue la vacuna

El Banco de España mejora sus previsiones de crecimiento para 2021 cuando llegue la vacuna

Advierte que la tasa de paro podría elevarse al entorno del 20% por la pérdida de algunos empleos en ERTE.

Personas entrando en una oficina de empleo en Madrid.ASSOCIATED PRESS

El Banco de España ha mejorado sus previsiones económicas respecto a sus últimas estimaciones de septiembre al augurar una menor caída del PIB este año, de entre un 10,7% y un 11,6%, y un mayor crecimiento el próximo año de entre el 4,2% y el 8,6%, al estimar una aportación de 1,3 puntos porcentuales de los fondos europeos, como en 2022, cuando se registrará un crecimiento de entre el 3,9% y el 4,8%.

Así se desprende del informe de proyecciones económicas elaborado y publicado este viernes por el organismo supervisor, que mejora su último pronóstico de mediados del mes de septiembre, cuando preveía que el PIB cayese este año entre un 10,5% y un 12,6% y creciese en 2021 entre un 4,1% y un 7,3%.

El organismo establece tres escenarios (suave, central y severo) en función básicamente de la evolución de la pandemia, y augura que la caída del PIB en 2020 sería del 10,7%, 11,1% y 11,6% en los tres escenarios previstos, respectivamente.

El repunte del producto de la economía en 2021 sería de un 6,8% en el escenario central, cifra que se elevaría hasta el 8,6% en el escenario más favorable y se reduciría hasta el 4,2% en el más adverso.

Además, las previsiones del Banco de España también mejoran para el año 2022, ya que frente a las anteriores estimaciones de un crecimiento de entre el 1,9% y el 3,3%, ahora augura un alza del 3,9% en el escenario severo, el 4,2% en el central y el 4,8% en el suave.

Esta mejora se debe a la revisión a la baja de los precios del petróleo y a unos costes de financiación algo más reducidos, además de que la tasa de crecimiento en el segundo trimestre es siete décimas más elevada, lo que lleva a una revisión de las tasas medias de crecimiento tanto este año como el próximo de 0,5 y 0,2 puntos porcentuales, respectivamente.

A ello se suma el crecimiento del 16,7% del tercer trimestre y se añaden 1,3 puntos de crecimiento en 2021 derivado del impacto de los fondos europeos, muy lejos del impacto de 2,5 puntos porcentuales que prevé el Gobierno para el año que viene. Para el resto de los años, el Banco de España limita el efecto de los fondos europeos a dos décimas anuales.

Por el contrario, empeora sus estimaciones para el cuarto trimestre por los rebrotes de la pandemia y las nuevas medidas restrictivas, y estima una caída comprendida entre una horquilla de -8,6% y -11,8% en tasa interanual.

Esos dos extremos del intervalo, que se corresponden, respectivamente, con tasas intertrimestrales del 0,6% y el -3%, constituyen los ritmos de avance del PIB bajo los escenarios suave y severo. En el escenario central, el retroceso interanual del PIB es del -9,8%, que se corresponde con una tasa intertrimestral del -0,8%.

Este escenario contempla la posibilidad de que, en los próximos meses, surjan nuevos brotes de la enfermedad, de similar intensidad a los más recientes, de modo que, para su contención, se precise aplicar restricciones de naturaleza análoga a la de las vigentes actualmente, con un impacto en la actividad “relativamente limitado”.

El escenario suave, de su lado, asume una evolución algo más favorable de la pandemia desde el primer trimestre de 2021 y una distribución exitosa de las vacunas más temprana, lo que posibilita que la incidencia de las eventuales medidas de contención en los próximos trimestres no sea tan elevada.

Finalmente, el severo contempla la posibilidad de un repunte de la enfermedad en el corto plazo, lo que requeriría un endurecimiento de las medidas de contención por encima de los niveles vigentes, perjudicando con mayor intensidad a las ramas de servicios y otros sectores productivos, con un deterioro de solvencia de empresas y hogares y de las instituciones financieras.

Tras el fuerte retroceso de este año, el PIB registrará un elevado ritmo de aumento en 2021 y 2022, y el Banco de España publica por primera vez sus previsiones de crecimiento para el año 2023, ejercicio para el que pronostica un avance del PIB del 1,5% en el escenario severo, del 1,7% en el central y el 1,9% en el suave.

Según el informe, la huella persistente de la crisis sanitaria sobre la actividad haría que la recuperación del nivel del PIB previo al Covid-19 no se produjera hasta mediados de 2023 en el escenario central, mientras que, en el severo, el producto de la economía se situaría todavía al final del horizonte de proyección un 2,8% por debajo de la cota de finales de 2019.

En cualquier caso, el Banco de España advierte de que la crisis dejará “efectos persistentes” sobre la actividad económica y un impacto “negativo” sobre la fuerza laboral, en la medida en que, a pesar del recurso a los ERTE y a los programas de cese de actividad de los trabajadores autónomos, “existirán puestos de trabajo que no superarán la crisis y que darán lugar a un cierto aumento del desempleo de larga duración”, según ha explicado el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce.

Por ello, asegura que no se puede descartar el riesgo de que, a pesar de la “contundencia” de las medidas aplicadas (ERTE y mejora de liquidez a empresas), se registren “fenómenos de histéresis” en el mercado de trabajo, o lo que es lo mismo, efectos persistentes en el empleo una vez que desaparecen las motivos que los causaron.

El escenario suave asume que las medidas serán efectivas para evitar la materialización de este riesgo, a diferencia de los otros dos escenarios. En el severo, la pérdida de puestos de trabajo tendría un carácter más persistente, particularmente en los sectores más expuestos al distanciamiento social y entre los grupos de trabajadores más vulnerables (en particular, aquellos con un contrato temporal).

Según los distintos escenarios, el Banco de España prevé que la tasa de paro se sitúe entre el 15,7% y el 16,2% este año; para subir a entre el 17,1% y el 20,5% el próximo año. Ya en 2022 bajaría a una horquilla de entre el 14% y el 18,1%, y en 2023 se situaría entre el 12,4% y el 17,6%.

El organismo supervisor explica que la crisis sanitaria ha acarreado también un deterioro muy acusado de las finanzas públicas y el conjunto de medidas para contrarrestar el impacto de la pandemia elevará el déficit público hasta el 10,5% en el escenario central este año, en una horquilla de entre el 10,3% y el 10,9%, si bien a lo largo del horizonte de proyección se espera una mejora sustancial, como consecuencia tanto de la naturaleza temporal de parte de las medidas discrecionales adoptadas como de la mejora cíclica.

Así, el déficit público bajará a una horquilla de entre el 6,7% y el 9,6% el próximo año, entre el 4% y el 7,1% en 2022 y entre el 3,2% y el 6,7% en 2023.

A su vez, la deuda pública registrará un fuerte aumento en 2020 hasta situarse cerca del 120% del PIB en cualquiera de los tres escenarios. Concretamente, se situará entre el 113,7% y el 122,8% el próximo año, entre el 111,7% y el 124,9% en 2022 y entre el 11,5% y el 128,7% en 2023.

A pesar de la mejora generalizada de las previsiones y de que el escenario más probable sería el central, el Banco de España advierte de que los riesgos al crecimiento del PIB estarían “moderadamente orientados a la baja”, como consecuencia de que la evolución de la epidemia sea más adversa o de un coste más elevado de la financiación al sector privado, que diera lugar a problemas de solvencia, con consecuencias adversas para los balances bancarios.