El gesto de la concejala Elsa Artadi

El gesto de la concejala Elsa Artadi

Nos han acostumbrado a la anomalía de que los políticos no cumplan la tarea a la que se comprometieron y para la que se les escogió.

Elsa Artadi interviene en el Parlament.NurPhoto via Getty Images

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Elsa Artadi sonaba con fuerza para ocupar la vicepresidencia del gobierno de coalición presidido por Pere Aragonès y también para tomar a su cargo la cartera de Economía y gestionar la llegada de los fondos europeos (esperemos que) de reconstrucción.

Ella misma se ha descartado y lo ha comunicado al partido y a los medios de comunicación. Opta por continuar la labor como líder de la oposición de su grupo en el Ayuntamiento de Barcelona.

La sorpresa ha sido mayúscula porque se entiende que renuncia a un “ascenso”. En realidad, lo que debería de ser escandaloso es que hubiera renunciado a la concejalía para irse a la vicepresidencia. Se presentó a las elecciones para alcaldesa en 2019 y aún quedan dos años hasta las próximas elecciones; por tanto, lo lógico, lo que debería ser habitual, es cumplir con el compromiso adquirido previamente con las y los votantes cuando se presentó a dichas elecciones.

Siglos de políticos, de hombres, que abandonan sus responsabilidades para acceder a una posición que les beneficia personalmente, para alcanzar una posición más “alta”, nos ha acostumbrado a la anomalía que no cumplan la tarea a la que se comprometieron y para la que se les escogió.

Esta manera de actuar es contagiosa, tiñe las maneras de actuar, y es asombroso ver que en muchas ocasiones si un (el masculino es consciente) dirigente debe pasar a la oposición porque ha perdido las elecciones abandona su puesto porque baja de estatus y le parece que es rebajarse, lo considera, una humillación.

Artadi no hace nada más que inscribirse en una hermosa tradición femenina de la que tuvimos muchas muestras en la primera hornada de alcaldesas de la democracia. Políticas bien valoradas y queridas que decidían al cabo de un ciclo electoral o de dos marcharse y dedicarse a otros asuntos y quehaceres. En definitiva, que no se aferraban al cargo; ya habían cumplido.

Artadi, de todos modos, mantendrá el acta de diputada y las tareas de dirección en el seno de su partido.

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Nací en Barcelona en 1952 y soy doctora en filología románica por la UB. Soy profesora de secundaria jubilada y escritora. Me dedico desde hace ya mucho tiempo a la investigación de los sesgos sexistas y androcéntricos de la literatura y de la lengua, y también a su repercusión en la enseñanza, claro está. Respecto a la literatura, además de leer, hago crítica literaria, doy conferencias, ponencias, escribo artículos y reseñas sobre diferentes aspectos de la literatura, principalmente sobre las escrituras femeninas. En cuanto a la lengua, me dedico a investigar sesgos ideológicos en diferentes ámbitos: diccionarios; noticias de prensa (especialmente las de maltratos y violencia); denominaciones de oficios, cargos y profesiones. También he elaborado varias guías y manuales de recomendaciones para evitar los usos sexistas y androcéntricos. Asimismo, he analizado algún otro sesgo ideológico, por ejemplo, el racismo. Todas estas actividades me dan pie a impartir conferencias, ponencias, charlas, cursos y a realizar asesoramientos. Formé parte del grupo Nombra desde su fundación, en 1994. También trabajo por una enseñanza coeducativa. Lo que me ha llevado a implicarme en distintos y variados grupos y seminarios de coeducación, a colaborar con ICEs de distintas universidades y a escribir distintos tipos de libros y documentos. A veces escribo dietarios o sobre viajes y aún de otros temas.