El Gobierno acuerda con los agentes sociales la ampliación de los ERTE

El Gobierno acuerda con los agentes sociales la ampliación de los ERTE

La CEOE aprueba por unanimidad el acuerdo tras la última propuesta del Ejecutivo.

Una mujer pasa por delante de una oficina de empleo en Madrid.Europa Press News via Getty Images

Nueva negociación al límite. El Gobierno, los sindicatos y los empresarios han alcanzado finalmente este martes un acuerdo para extender los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) vinculados a la pandemia del coronavirus. La CEOE ha dado finalmente su visto bueno tras una última propuesta por parte del Ejecutivo.

Las negociaciones para ampliar los ERTE en el marco del diálogo social se han alargado durante semanas. El tiempo apremiaba porque las condiciones extraordinarias de los ERTE de fuerza mayor se terminaban este miércoles 30 de septiembre. Cuando solo quedan unas horas para que expirara el plazo, al final se ha logrado la ansiada fumata blanca.

La última reunión presencial se celebró este lunes en la sede del Ministerio de Trabajo y duró 11 horas. Pese a que terminó a las 21 horas, la última propuesta del Ejecutivo solo logró el apoyo de CCOO y UGT y quedó a la espera de obtener el beneplácito de la CEOE. Un visto bueno que ha llegado esta mañana tras intensas conversaciones durante toda la noche.

Las direcciones de la patronal y los sindicatos se ha reunido este martes a primera hora para debatir la propuesta. A pesar de las grandes diferencias iniciales, la CEOE ha aprobado al final el acuerdo por unanimidad tras la última propuesta realizada por el Ejecutivo.

“El comité ejecutivo de la CEOE ha acordado tras un amplio debate aceptar por unanimidad la última propuesta para prorrogar el acuerdo sobre los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), después de intensas negociaciones que se han extendido hasta la primera hora de esta mañana”, aseguran CEOE y Cepyme en un comunicado.

El Gobierno tenía previsto llevar esta ampliación de los ERTE por fuerza mayor hasta el 31 de enero de 2021 al Consejo de Ministros aunque no hubiera habido acuerdo. El Ejecutivo remitió una última propuesta que incluía una nueva figura: los ERTE por impedimento o limitación de actividad, que puede ser utilizada por cualquier empresa que vea restringida su actividad por alguna restricción por parte de las autoridades.

A pesar de que se ha producido la reactivación de gran parte de la actividad económica, todavía hay unos 745.000 trabajadores incluidos en estos expedientes, según los últimos datos aportados por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. Estos eran precisamente los más interesados en que se produjera un acuerdo.

Estas son las principales medidas acordadas:

Se extienden los ERTE por fuerza mayor

El Gobierno flexibilizó los ERTES por fuerza mayor, para que las empresas utilizaran esta herramienta ante el parón de la actividad provocada por el coronavirus, en lugar de recurrir a los despidos. Hasta 3,4 millones de empleados se vieron beneficiados de esta medida durante las semanas más duras del confinamiento.

Las ventajas de este tipo de ERTE iban a decaer con el final del estado de alarma. Sin embargo, se extendieron a finales de mayo hasta el 30 de junio de este año. Apenas cinco días antes de que terminara ese plazo, se ampliaron hasta el 30 de septiembre. Tras el acuerdo alcanzado esta semana, los ERTE por fuerza mayor se prorrogan automáticamente hasta el 31 de enero de 2021.

El Gobierno ha accedido así a las peticiones de los agentes sociales de ampliar hasta enero, en lugar de diciembre como era la intención inicial. Además, el Ejecutivo se reunirá entonces con los agentes sociales para negociar otra ampliación en función de la situación sanitaria, una vez pase la campaña de Navidad.

Más protección a los sectores más afectados

La negociación se ha centrado especialmente en detallar quiénes podían ser los beneficiarios de la ampliación de estos expedientes. El Gobierno planteaba la posibilidad de que se limitara a los sectores más afectados —como el turismo— o aquellos que no hayan podido retomar su actividad.

La prórroga otorga una mayor protección a las empresas de sectores especialmente afectados por la pandemia, como el turismo. Estos expedientes se limitan a una serie de sectores concretos que no han recuperado la situación anterior. Vendrán determinados por los códigos de actividad CNAE, cuya lista no ha sido hecha pública por el Ministerio de Trabajo.

Toda empresa que pueda demostrar que se ha visto afectada por la pandemia podrá acceder a esta herramienta, sea por las nuevas restricciones o por caídas en la facturación porque depende de estos sectores, por ejemplo, un servicio de lavandería de un hotel.

“El texto refleja un acuerdo en el que todas las empresas cuya actividad se está viendo afectada por la covid-19 se sienten representadas”, apunta la CEOE en su comunicado.

Se mantienen las exoneraciones a las empresas

Estos expedientes suponían importantes ventajas para las compañías frente a los ERTE tradicionales. Si se trataba de una empresa de menos de 50 trabajadores, el Estado asumía el 100% de las cotizaciones a la Seguridad Social hasta junio. Posteriormente, la exención se reducía progresivamente: el 70% en julio, el 60% en agosto y el 35% en septiembre.

Si se trataba de una empresa con más de 50 trabajadores, la reducción era menor. Al principio se libraba del 75% de las cotizaciones. Luego el 50% en julio, el 40% en agosto y el 25% en septiembre.

A partir de ahora, las empresas tendrán exoneraciones del 75% u 85% de las cotizaciones a la Seguridad Social, dependiendo del número de trabajadores que tenga la compañía.

Se crean dos subtipos de ERTE de rebrote

El Gobierno ha anunciado la ampliación sine die de los denominados ERTE de rebrote, aquellos expedientes a los que se acogen las empresas que se vean obligadas a paralizar su actividad otra vez debido a un aumento de los contagios o al confinamiento de una población.

A partir de ahora habrá dos tipos de expedientes por rebrote, que se llamarán ERTE por impedimento o ERTE por limitación de actividad.

Cualquier empresa que no pueda ejercer su actividad debido a restricciones de alguna autoridad —una discoteca— podrá acogerse al primer tipo. Este contará con exoneraciones del 100% de las cotizaciones si la compañía tiene menos de 50 trabajadores y del 90% si la plantilla es superior.

Si se trata de una compañía que ve limitada el desarrollo de su actividad —un bar con aforo reducido— podrá utilizar el segundo tipo. En este caso, las exoneraciones irán disminuyendo poco a poco cada mes, desde el 100% en octubre hasta el 80% en enero si tiene menos de 50 trabajadores o desde el 90% al 70% si tiene más empleados.

Se mantienen las prestaciones a los afectados

El Gobierno puso en marcha una serie de prestaciones para los trabajadores afectados por el ERTE, en los que no existían los tradicionales requisitos de antigüedad necesaria.

Un trabajador cobraba del SEPE una ayuda económica equivalente al 70% de la base reguladora, una cantidad muy parecida al salario, .durante los seis primeros meses. Una vez pasado ese plazo, recibía el 50% del sueldo.

Esto ya no será así. La ministra Díaz ha insistido desde hace días en que la prestación asociada al ERTE se mantendrá en el 70% de la base reguladora y no se producirán reducciones.

No descontarán el paro durante 196 días

Antes de la pandemia, si un trabajador se encontraba afectado por un ERTE, su nómina mensual era descontada de los días de prestación por desempleo que tuviera acumulado gracias a su trabajo. Esto no ha sido durante los ERTE aplicados durante la pandemia, en los que se aplicó el llamado contador a cero.

Gracias a este cambio, los trabajadores no consumían el derecho a la prestación por desempleo durante los primeros 180 días (seis meses) que estuvieran incluidos en un ERTE.

Díaz se ha comprometido a mantener este contador a cero, cuyo plazo se incrementará a 196 días, es decir, se amplía medio mes más respecto a la situación anterior.

Además, se aprueba una prestación extraordinaria para los trabajadores que tengan un contrato de tipo fijo-discontinuo. Algo bastante habitual en las compañías del sector turístico, que incrementan sus plantillas durante la temporada alta.