El Gobierno venezolano y la oposición sientan en México las bases de un nuevo diálogo político

El Gobierno venezolano y la oposición sientan en México las bases de un nuevo diálogo político

Los contactos, iniciados este fin de semana, proseguirán en septiembre, tras una primera toma de contacto relativamente optimista.

Los firmantes del acuerdo entre el Gobierno y la oposición de Venezuela. Edgard Garrido via Reuters

El diálogo entre el Gobierno y la oposición de Venezuela para resolver su crisis política y social del país comenzó el pasado viernes en México con la firma de un memorando de entendimiento en el Museo de Antropología de la capital mexicana. Ha sido el pistoletazo a un proceso de negociación del que se informa poco por prudencia pero que arranca con optimismo. De momento, nadie se ha levantado de la mesa y eso es importante.

En el documento conocido este fin de semana, ambas delegaciones han mostrado su disposición a “acordar las condiciones necesarias para que se lleven a cabo los procesos electorales consagrados en la Constitución con todas las garantías y entendiendo la necesidad de que sean levantadas las sanciones internacionales”.

El diálogo en México, tutelado por Noruega, se lleva a cabo tras el fracaso de las negociaciones en 2019 después de que el líder opositor Juan Guaidó se proclamara presidente interino de Venezuela y fuera reconocido por medio centenar de países.

El texto ha sido firmado por Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento y jefe de la delegación del Gobierno venezolano, y Gerardo Blyde, coordinador de la delegación opositora. El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, y Dag Nylander, jefe del equipo noruego, han atestiguado la firma del documento.

Hasta septiembre

La oposición y el Gobierno de Venezuela aplazaron este domingo sus negociaciones hasta el 3 de septiembre, tras sus “reuniones constructivas”, en medio del optimismo oficial y la impaciencia de algunos sectores opositores.

El Gobierno de Nicolás Maduro y la opositora Plataforma Unitaria de Venezuela calificaron de “constructivas” las conversaciones. “Reconociendo la importancia de la inclusión, hemos discutido el establecimiento de un mecanismo de consulta con actores políticos y sociales que sea lo más incluyente posible”, indicaron. Los sectores no aclararon cuáles fueron los resultados finales de este primer ejercicio ni precisaron si volverán a reunirse en México.

“Listo. Volvemos a la Patria de Bolívar y Chávez”, indicó el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, al compartir el comunicado en sus redes.

Con este proceso, amparado por Noruega como otros anteriores, la oposición exige elecciones “libres” en los comicios regionales del 21 de noviembre, mientras que el presidente Maduro pretende que se levanten las sanciones internacionales.

Antes de conocerse el prolongamiento, el vicepresidente de la comisión para el diálogo del Parlamento de Venezuela, el opositor Luis Eduardo Martínez, manifestó que el proceso “demanda resultados tempranos” para aliviar “la terrible crisis”.

“Les ruego, en nombre de nuestros connacionales que sufren, que se empeñen en el levantamiento de las sanciones extranjeras y en la libertad de los presos de conciencia, lo que pudiera ser un buen primer paso”, exhortó el diputado.

Pero otros sectores cuestionaron el documento firmado en el Museo Nacional de Antropología de México. “Es repudiable por su hipocresía. Este memorando esconde un propósito ruin, le entrega todo lo que la tiranía quiere: una farsa electoral en noviembre”, denunció en un mensaje María Corina Machado, coordinadora nacional de Vente Venezuela.

En cambio, el líder opositor Guaidó defendió, tras el anuncio de Noruega, que Venezuela “merece y necesita” un cambio. “Los venezolanos hemos construido las herramientas para poder sacar a nuestro país de la catástrofe: estar firmes, protestar por nuestros derechos y plantear soluciones como el acuerdo de salvación nacional. Venezuela merece y necesita un cambio. Ese es y sigue siendo el objetivo”, tuiteó.

Entre logros y hermetismo

Tras un arranque mediático en el que el Gobierno mexicano presumió de su papel como anfitrión, las facciones continuaron sus diálogos con hermetismo en un hotel de Ciudad de México, donde no hubo acceso a la prensa.

“Queremos reiterar nuestro compromiso con las pautas establecidas, incluso adoptando la máxima precaución respecto a la reserva del proceso, y siendo prudentes y escuetos en nuestros comentarios al respecto”, argumentó el comunicado conjunto.

Con base en lo firmado, la agenda incluye la negociación sobre “derechos políticos para todos”, garantías electorales y un cronograma para elecciones observables.

También abarca el levantamiento de sanciones, la renuncia de la violencia, la reparación de las víctimas, protección de la economía nacional, medidas de protección social, y garantías de implementación, seguimiento y verificación.

“Por Venezuela. Todo!! Seguiremos informando y venciendo!!”, tuiteó sobre el proceso Nicolás Maduro Guerra, hijo del presidente venezolano que participó en las conversaciones.

Qué apoyos tiene

El Gobierno de México, que promovió el diálogo como alternativa a las estrategias del Grupo de Lima, no se pronunció sobre las conversaciones, y el presidente, Andrés Manuel López Obrador, estuvo fuera de la capital durante el fin de semana.

Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Canadá expresaron su confianza en que el nuevo diálogo logre “acuerdos duraderos”, al reconocer que están dispuestos a revisar sus sanciones si hay “avances significativos”. Mientras que Rusia ofreció “apoyo necesario al proceso de diálogo”.

“Nos gustaría manifestar nuestro profundo aprecio por las expresiones de apoyo al proceso de negociación y diálogo por parte de los miembros de la comunidad internacional”, concluyó el texto del Gobierno de Venezuela y la oposición sin más detalles.