El hijo de Robin Williams sobre su padre: "Fue desgarrador, aún salía y quería compartir su humor con el mundo"

El hijo de Robin Williams sobre su padre: "Fue desgarrador, aún salía y quería compartir su humor con el mundo"

El actor de 'El indomable Will Hunting' o 'El club de los poetas muertos' habría cumplido 68 años.

Robin Williams en una escena de 'El indomable Will Hunting'. YouTube

La muerte de Robin Williams fue un batacazo para el mundo de la cultura. El actor, que había dedicado buena parte de su vida profesional a hacer reír a su público, luchó contra la depresión y padecía demencia con cuerpos de Lewy. El 11 de agosto de 2014, el estadounidense se quitó la vida.

Coincidiendo con el que habría sido su 68 cumpleaños (21 de julio), su hijo Zak Williams ha explicado cómo vivió los últimos meses de vida de su padre.

“Fue triste ver cómo alguien estaba sufriendo tanto. Quieres hacer cualquier cosa que pueda ayudar a calmar y a aliviar lo que parecía ser un intenso dolor personal”, ha explicado el joven de 36 años al programa Good Morning Britain casi cinco años después de la muerte de su padre. Por eso, Zak Williams no podía dejar de sentir “impotencia” por no haber sido “un mejor apoyo para su padre”.

Aunque si para algo sirvió todo ello, fue para que Zak admirara mucho más que antes al intérprete: “Fue desgarrador, aún salía y quería compartir sus sentimientos de risa y humor con el mundo. Y mientras sufría y luchaba, todavía salía y actuaba”.

Su familia conocía la depresión del actor, pero hasta su muerte no se enteró de que también padecía demencia, según recoge la revista People. Robin Williams falleció a los 63 años en su casa en el norte de California. Su esposa pidió que se le recordara por “sus incontables momentos de risas y alegría que hizo pasar a millones de personas”.

Robin Williams ganó el Oscar a Mejor actor de reparto en 1997 por El indomable Will Hunting. Esta es una de sus escenas más recordadas (con Matt Damon) en el cine: 

″¿Sabes qué se me ocurrió? Que eres un crío, y que en realidad no tienes ni idea de lo que hablas. Es normal, nunca has salido de Boston. Si te pregunto algo sobre arte, me responderás con datos de todos los libros que se han escrito. Miguel Ángel, lo sabes todo: vida y obra, aspiraciones políticas, su amistad con el Papa, su orientación sexual... lo que haga falta, ¿no? Pero tú no puedes decirme cómo huele la Capilla Sixtina. Nunca has estado allí y has contemplado ese hermoso techo. No lo has visto. Si te pregunto por las mujeres, supongo que me darás una lista de tus favoritas. Puede que hayas echado unos cuantos polvos... pero no puedes decirme qué se siente cuando te despiertas junto a una mujer y te invade la felicidad. Eres duro. Si te pregunto por la guerra, probablemente citarás algo de Shakespeare: “De nuevo en la brecha, amigos míos”. Pero no has estado en ninguna. Nunca has sostenido a tu mejor amigo entre tus brazos esperando ayuda mientras exhala su último suspiro. Si te pregunto por el amor, me citarás un soneto. Pero nunca has mirado a una mujer y te has sentido vulnerable. Ni te has visto reflejado en sus ojos. No has pensado que Dios ha puesto un ángel en la Tierra para ti, para que te rescate de los pozos del infierno, ni qué se siente al ser su ángel. Al darle tu amor, darlo para siempre. Y pasar por todo, por el cáncer. No sabes lo que es dormir en un hospital durante dos meses, cogiendo su mano, porque los médicos vieron en tus ojos que el término horario de visitas no iba contigo. No sabes lo que significa perder a alguien. Porque sólo lo sabrás cuando ames a alguien más que a ti mismo. Dudo que te hayas atrevido a amar de ese modo. Te miro y no veo a un hombre inteligente y confiado. Veo a un chaval creído y cagado de miedo. Eres un genio Will, eso nadie lo niega. Nadie puede comprender lo que pasa en tu interior. En cambio, presumes de saberlo todo de mí porque viste un cuadro que pinté y rajaste mi puta vida de arriba a abajo. Eres huérfano, ¿verdad? ¿Crees que sé lo dura y penosa que ha sido tu vida, cómo te sientes, quién eres, porque he leído Oliver Twist?¿Un libro basta para definirte? Personalmente, eso me importa una mierda porque, ¿sabes qué? No puedo aprender nada de ti ni leer nada de ti en un maldito libro. Pero si quieres hablar de ti, de quién eres... estaré fascinado. A eso me apunto. Pero no quieres hacerlo, tienes miedo, te aterroriza decir lo que sientes. Tú mueves chaval”.