El icónico Hotel Fenicia de Beirut vuelve a la vida una vez más

El icónico Hotel Fenicia de Beirut vuelve a la vida una vez más

El histórico establecimiento cinco estrellas está considerado como un símbolo del Líbano

Vista general de la fachada del Hotel Fenicia de Beirut.ANWAR AMRO/AFP via Getty Images

El icónico Hotel Fenicia de Beirut ha reabierto y recuperado su esplendor más de dos años después de ser golpeado por la explosión que desoló la capital libanesa, una nueva resurrección de este establecimiento cuya resiliencia ya fue testigo de la guerra civil y de un gran atentado en sus inmediaciones.

El histórico establecimiento cinco estrellas, primogénito del grupo británico InterContinental Hotels (IHG) en Oriente Medio y considerado un símbolo del Líbano, puso en funcionamiento a principios de este mes 193 habitaciones y una amplia oferta de ocio, explica su director general, el hispano-costarricense Manrique Rodríguez.

Abierto por primera vez en 1961, el Fenicia ya había inaugurado el pasado 1 de julio una parte con 34 apartamentos, por lo que ya solo queda por reabrir una tercera torre con 253 habitaciones, donde las obras de reconstrucción están completadas a casi el 80%, con previsiones de entrar en funcionamiento el próximo abril.

Contra viento y marea

El 4 de agosto de 2020, cientos de toneladas de nitrato de amonio almacenadas en el puerto de Beirut explotaron, arrasando con barrios enteros de la ciudad, y causando más de 200 muertos y 6.500 heridos.

Milagrosamente, en el Hotel Fenicia solo se registraron heridos leves, pero los extensos daños materiales obligaron a emprender un largo proceso de reconstrucción que comenzó a finales de 2020 y, para la parte reabierta este mes, se prolongó hasta mediados del pasado septiembre.

Hubo que cambiar “todas las fachadas”, explicó Rodríguez, al reconocer que inicialmente los desperfectos no parecían tan graves. “Nos dimos cuenta de que había que cambiar todo lo que era aluminio, vidrios, techos y también después, ya en el proceso de verificar los daños, encontramos que muchos ductos de aire acondicionado, de las extracciones de las cocinas, se habían desprendido y algunos estaban dañados”, detalló.

Director general del establecimiento hotelero desde 2018, Rodríguez se encontraba en el Fenicia en el momento de la deflagración y se negó a abandonar el barco desde el minuto uno, pese a que el apartamento en el que residía con su familia dentro del hotel quedó “completamente destruido”.

“Cogí el apartamento que estuviera menos dañado, nos pasamos por dos noches a ese apartamento y le pedí al equipo técnico del hotel que limpiaran todo, pusieran madera en las ventanas y a los tres días ya estábamos durmiendo de nuevo ahí (en su vivienda original)”, relató.

Quiso mantenerse fiel a su “compromiso” con el Fenicia, los dueños, IHG y el “Líbano”, negándose a pasar el relevo al menos hasta que el icónico establecimiento reabriese sus puertas. “Este hotel no es solo el Fenicia, es una institución en este país. Así que también había una responsabilidad de manejar una referencia de un país. Para el país es muy importante este hotel”, sentenció el director.

Un riesgo necesario

Esta es la tercera vez que el hotel reabre tras ser sometido a reformas profundas.

Ya ocurrió en 2000, su gran reapertura tras permanecer cerrado durante la guerra civil librada en el Líbano entre 1975 y 1990, periodo en el que quedó “completamente destruido” por las batallas. Y volvió a hacerlo cuando le alcanzó la onda expansiva del atentado que acabó con la vida del ex primer ministro Rafic Hariri en 2005.

“Hubo que cerrar el hotel también durante varios meses para reconstruirlo, los daños no fueron tan severos como esta vez. De apariencia fueron muy parecidos, pero este (la explosión de 2020) fue más fuerte, porque hubo más daño interno que con el asesinato del primer ministro”, detalló Rodríguez.

  El director general del icónico Hotel Fenicia de Beirut, el español-costarricense Manrique RodríguezEFE/Noemí Jabois

En esta ocasión, el Fenicia reabre en medio de una de las peores crisis económicas en la historia del Líbano y en el momento en que se tomó la decisión de emprender la reconstrucción el país rezumaba incertidumbre en todos los frentes.

Su director reconoce que el paso fue una “locura” y un “riesgo”, y se ríe al recordar cómo muchos estaban convencidos de que la dirección del hotel tenía que contar con “información privilegiada” de parte del Gobierno, EE.UU., Europa o Arabia Saudí para decidir embarcarse en tal aventura.

“No, ninguna información privilegiada, simplemente las ganas de devolver al país un icono y una alegría”, reafirmó el hispano-costarricense, con 350 empleados bajo su mando.

En línea con el resurgimiento del turismo extranjero percibido este verano en Beirut, el Fenicia, que vive principalmente de ese mercado, estuvo “completo” hace dos fines de semana y el pasado sábado alcanzó una cifra de ocupación del 85 %, con una “actividad muy buena” también en restauración.

“Es impresionante la repercusión que ha tenido el hecho de abrir, los comentarios de apoyo y de solidaridad y de ‘si ustedes abren es porque el Líbano va a renacer, es un gran signo de optimismo para el país’”, concluyó Rodríguez.