El inmunólogo Alfredo Corell explica qué deberían hacer los hospitales en lugar de sólo prohibir las mascarillas de tela

El inmunólogo Alfredo Corell explica qué deberían hacer los hospitales en lugar de sólo prohibir las mascarillas de tela

"Si se meten en este jardín..."

El inmunólogo Alfredo Corell se ha pronunciado respecto a la decisión de algunos hospitales y centros de salud de prohibir entrar a los pacientes con mascarillas de tela. En opinión del experto, si los centros se meten “en este jardín”, lo que deberían hacer es suministrar un cubrebocas adecuado a todas las personas que entren.

Corell ha explicado en una entrevista en Telemadrid que el problema de las mascarillas de tela es que el usuario debe estar seguro de que cumplen la normativa y están correctamente homologadas. Eso, según ha indicado, se sabe porque incluyen una etiqueta en la que se indica que son aptas.

“Claro, ¿esto quién lo sabe? Yo, como usuario. Pero yo entro en un hospital y las personas que están en un hospital no tienen por qué saber esto”, ha admitido.

Sin embargo, también ha subrayado que las quirúrgicas tienen otro problema. ”¿Quién le asegura al hospital que yo llevo esta mascarilla, en vez de cuatro horas, desde hace cuatro semanas sin cambiar, con lo cual es también una potencial vía de transmisión?”, se ha pregunado.

Y lo mismo, ha insistido, ocurre con las FPP2. “Tienen una usabilidad de ocho horas. ¿Quién garantiza al hospital, si yo entro con una mascarilla de estas que, en principio es perfecta, que yo no la llevo usando un mes?”, ha continuado.

Por eso, su conclusión ha sido clara: “Si se meten en esta tinglado, en este jardín, en los hospitales, lo que tienen que hacer es, a cualquier persona que entra, quitarle la mascarilla que lleve, sea del tipo que sea, y ponerle una nueva”.

La prohibición de entrar con tapabocas de tela en centros sanitarios la empezó a aplicar el Servicio Vasco de Salud en Guipúzcoa y Vizcaya, al mismo tiempo que comenzó a repartir mascarillas quirúrgicas a la entrada de los mismos. Una decisión que también se ha tomado en hospitales de Galicia, Salamanca o Valencia.