'El Juego del Calamar', la adictiva serie de Netflix que vuela la cabeza a los espectadores

'El Juego del Calamar', la adictiva serie de Netflix que vuela la cabeza a los espectadores

A quién no le va a gustar un 'Gran Hermano' mezclado con un 'battle royale' mezclado con juegos infantiles macabros.

Encender la aplicación de Netflix es como abrir la nevera justo después de hacer la compra: hay tanto donde elegir que es imposible decidirse por algo. En medio de algoritmos, documentales sobre aliens y películas de hace 10 años, a veces, se pueden encontrar joyas como El Juego del Calamar.

El boca a oreja ha colocado a esta serie surcoreana en las tendencias de la plataforma —sin que nadie sepa muy bien lo que eso significa numéricamente hablando— y está volando la cabeza de miles de personas, que han usado las redes sociales para compartir impresiones sobre esta macabra historia de nueve episodios creada por Hwang Dong-hyuk.

La sinopsis es tan gore como adictiva: un grupo de perdedores con deudas económicas participan en un misterioso juego de supervivencia basado en juegos infantiles para ganar un premio millonario.

La estética de los organizadores de estos cruentos juegos —mono rojo, caretas con figuras geométricas y armados hasta los dientes —recuerda a los atracadores de La Casa de Papel, aunque la exitosa serie española de Netflix es bastante menos sangrienta que El Juego del Calamar.

  Los participantes de 'El Juego del Calamar' en la habitación principal.NETFLIX

Salvando las distancias, El Juego del Calamar recuerda a las películas de Hostel que produjeron Eli Roth y Quentin Tarantino en 2005 y en la que un grupo de hombres con mucho dinero pagaba por torturar y matar jovencitos confusos que viajaban por Europa en InterRail.

El nombre de la serie hace referencia a un juego tradicional coreano, una especie de rayuela en la que en vez de números hay un círculo, un cuadrado y un triángulo formando la figura de un calamar. La dinámica es sencilla: hay uno que ataca y que tiene que llegar a la cabeza del calamar y uno que defiende y tiene que evitarlo.

Esta serie engancha porque mezcla el estilo Battle Royale con un macro Gran Hermano donde la convivencia, las alianzas y saber elegir bien qué batallas disputar en cada momento es tan clave como saber jugar al escondite inglés sin inmutarse ni un milímetro.

El escenario es un personaje más de la serie. Los colores pastel y los dibujos hechos por niños que copan todas las paredes en las que se desarrollan las pruebas invaden un paisaje en el que es impensable que pueda ocurrir algo malo.

La ficción va camino de convertirse en el mayor hito de Netflix. Según Ted Sarandos, codirector general y responsable de contenidos de Netflix, “El Juego del Calamar será, sin duda, nuestro mayor programa en lengua no inglesa” y eso significa superar a la todopoderosa La Casa de Papel, que no es un tema menor.

  Los participantes de 'El Juego del Calamar' en el recinto.NETFLIX
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Álvaro Palazón es redactor de virales, televisión y de deporte en 'ElHuffPost' y trabaja desde Madrid. Es Licenciado por la Universidad Miguel Hernández de Elche. Puedes contactar con él en alvaro.palazon@huffpost.es