El misterio del paciente 0 en Italia, principal preocupación en la expansión del virus

El misterio del paciente 0 en Italia, principal preocupación en la expansión del virus

La OMS llama a prepararse para una "potencial pandemia" mientras los expertos tratan de descubrir, todavía, cómo se transmite el coronavirus.

Un agente en Zorlesco (Italia) pide la documentación a una conductora.MIGUEL MEDINA/AFP via Getty Images

“Ha aumentado la preocupación entre la población, y también en el Ministerio”, ha reconocido este lunes Salvador Illa, ministro de Sanidad, en referencia a la expansión del coronavirus. En una rueda de prensa en la que ha llamado a la tranquilidad y a la prudencia, Illa no ha podido pasar por alto que el brote de coronavirus registrado en Italia estos días ha hecho saltar por los aires la aparente calma que iba instalándose poco a poco en España a medida que se iban descartando posibles casos del virus.

El ministro ha comparecido a mediodía para hacer una evaluación de la situación en nuestro país, algo a lo que nos viene acostumbrando prácticamente desde que asumió el cargo. Lo que ha cambiado estos días es la considerada como zona de riego, que ya no es China, sino Italia o, más concretamente, el norte de Italia. Y, como ha señalado el ministro, “la relación de España con Lombardía [una de las regiones más afectadas] es mucha”. De hecho, este lunes se ha confirmado el caso de un italiano positivo por coronavirus en Tenerife proveniente de esa zona.

Fue este fin de semana cuando saltaron las alarmas en el país transalpino con los primeros casos de coronavirus, y de restricciones; enseguida, las cifras de contagiados se multiplicaron igual que se multiplicó el miedo. Se suspendió el carnaval de Venecia, se clausuraron pueblos, se cancelaron las clases, se cerraron museos. 

Este lunes, ya son siete las personas que han muerto por el coronavirus en Italia y hay más de 230 infectados. Unas cifras muy, muy lejos de las 2.618 muertes y más de 77.000 contagios registrados en China; pero mucho más cercanas para España y el resto de Europa, geográficamente hablando.

El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) considera el riesgo de infección por coronavirus en Europa “de bajo a moderado”. La tasa de mortalidad está entre el 2 y el 4% en Wuhan y en el 0,7% en el resto del mundo, según datos de la OMS

  Una tienda cerrada en Venecia.ANDREA PATTARO/AFP via Getty Images

Y, sin embargo, la Organización Mundial de la Salud ve “profundamente preocupantes” los crecientes casos en Italia, Irán y Corea. “De momento, no estamos asistiendo a una expansión global incontenida de este coronavirus, ni estamos viendo signos de enfermedad severa o muerte a gran escala. ¿Tiene este virus el potencial de convertirse en pandemia? Totalmente. ¿Estamos ya ahí? Según nuestros análisis, todavía no”, ha argumentado en una rueda de prensa este lunes el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. “Tenemos que centrarnos en la contención, mientras hacemos todo lo posible por prepararnos para una potencial pandemia”.  

El doctor Manuel Menduiña, especialista en Medicina Interna del Hospital Virgen de las Nieves de Granada y miembro de Doctoralia, entiende la inquietud de la población, y de las autoridades. “Hay algo que se nos escapa”, admite. 

Menduiña se centra en la incógnita del paciente 0 en Italia. La hipótesis de que un directivo de Lombardía que había viajado a China era el foco del brote en la región transalpina finalmente tuvo que descartarse este fin de semana. “Ni había contraído el virus ni había estado siquiera en contacto con él”, señala Menduiña, basándose en los resultados de los análisis al paciente. “¿Lo pudo transmitir sin contraerlo? Es muy difícil, pero ese es el misterio, y lo que nos hace preguntarnos si hay algo que estamos obviando, si el virus puede sobrevivir cierto tiempo en objetos inertes, en superficies como maletas, billetes… y entonces no sólo se transmitiría por gotitas de tos”, plantea.

De momento, todo son dudas. Y, como apunta coloquialmente el doctor, “en ese sentido, estamos vendidos”. “Seguimos aprendiendo cosas a diario”, afirma.

Hay que recordar que las víctimas son sobre todo pacientes con pluripatologías
Manuel Menduiña

“En general, un virus tiene poca capacidad de sobrevivir fuera del organismo. Si [el COVID-19] pudiera sobrevivir en objetos inanimados, sería casi único en la historia”, explica. “Ahí tenemos poca respuesta y eso nos pone contra las cuerdas”, admite. De ahí que a Menduiña no le parezcan “exageradas” las medidas que ha tomado Italia, ante el enigma de la transmisión.

En cualquier caso, no es que el virus haya cambiado estos días, es que “antes nos pillaba más lejos”, recuerda. “Es verdad que es una enfermedad que se transmite de forma rápida, y es verdad que produce muertes. Pero hay que recordar que las víctimas son sobre todo pacientes con pluripatologías”, ya sean personas con enfermedades crónicas o de edad avanzada, como es el caso de las víctimas en Italia.

El hecho de que el virus se extienda en países desarrollados tiene dos vertientes, según Menduiña. Por un lado, “como hay tanta población anciana y tantos pacientes crónicos, los estragos se notan enseguida”. Por otro lado, “la ventaja es que es que el sistema sanitario es muy potente; la capacidad de respuesta a una epidemia de esta envergadura es mucho más amplia [en Europa]”, señala Menduiña. 

Manuel Menduiña reconoce que “la dimensión es mayor de lo que se pensaba”, mayor incluso que la que adquirieron las anteriores epidemias del SARS y del MERS, mayor de lo que dio a entender China en un primer momento. “Tenemos la sensación de que trataron de encubrir las dimensiones reales”, dice.

Mientras tanto, las autoridades sanitarias llaman a la calma en España, donde esta noche de lunes se ha confirmado un caso, el tercero desde que comenzó el brote: un turista italiano al sur de Tenerife. Pero, dadas las circunstancias en el norte de Italia, Menduiña lo tiene claro: “Yo no viajaría a la zona si no fuera necesario. Si fuera un viaje de placer, lo obviaría”.

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Marina Velasco Serrano es traductora de formación y periodista de vocación. En 2014 empezó a trabajar en 'El HuffPost' como traductora de inglés y francés en Madrid, y actualmente combina esta faceta con la elaboración de artículos, entrevistas y reportajes de sociedad, salud, feminismo y cuestiones internacionales. En 2015 obtuvo una beca de traducción en el Parlamento Europeo y en 2019 recibió el II Premio de Periodismo Ciudades Iberoamericanas de Paz por su reportaje 'Cómo un Estado quiso acabar con una población esterilizando a sus mujeres', sobre las esterilizaciones forzadas en Perú. Puedes contactar con ella escribiendo a marina.velasco@huffpost.es