El nuevo DNI llega con polémica: un cambio radical en las fotos pone de uñas a muchos

El nuevo DNI llega con polémica: un cambio radical en las fotos pone de uñas a muchos

No hará falta pasar por la tienda.

El nuevo DNI.POLICÍA NACIONAL

El nuevo DNI llegará a los bolsillos de los españoles a partir de las próximas semanas y lo hará con polémica por un cambio radical en la forma de hacerse las fotos para el documento.

Hasta ahora era el propio ciudadano el que tenía que proporcionar las fotos a los funcionarios a la hora de renovar el DNI. Pero a partir de ahora eso no será así: las imágenes se tomarán en las propias instalaciones policiales, así que no hará falta pasar antes por la tienda.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido este miércoles rebajar el coste para el ciudadano de la obtención del nuevo DNI 4.0 tras cuestionar el PNV el daño que hará al sector de la fotografía profesional.

En la sesión de control al Gobierno en el Congreso, Marlaska ha cifrado en un 10% la afectación que tendrá en la factura global de las tiendas de fotografía que el nuevo documento de identidad se pueda obtener directamente desde las instalaciones policiales.

“Si el desarrollo tecnológico lo permite, no seré yo quien no abarate el precio para el conjunto de la sociedad”, ha sostenido Marlaska tras explicar que el DNI es competencia exclusiva de la Policía y que el proyecto se ha enmarcado dentro de los proyectos europeos tras la crisis de la Covid-19.

El diputado del PNV Mikel Legarda ha pedido a Marlaska que reconsidere su postura y se fije en países como Francia, donde su documento se expide teniendo en cuenta a un sector de la fotografía que tiene este trámite como “vital para equilibrar sus cuentas”.

“Está a tiempo de marcar la diferencia”, ha dicho Legarda, emplazando a Marlaska a que se reúna con el sector porque sería una “amarga paradoja” que los fondos europeos repercutieran negativamente en los profesionales de la fotografía.

El ministro ha citado cifras de este sector para sostener que el daño no sería mayor del 10% en la factura total de unos profesionales que, ha dicho, “cuentan con el respaldo del Gobierno”.

Sin embargo, el sector de la fotografía viene alertando desde hace meses del daño que haría esta medida. Por ejemplo, la Asociación de Fotógrafos y Videógrafos Profesionales de la Región de Murcia (Afpmur) ya avisó de la situación “extremadamente crítica” que viven sus 430 profesionales, una situación a la que el Ministerio de Interior “pretende dar la puntilla”.

Su presidente, Diego Rosique, señalaba que “sin fiestas, bodas, comuniones y eventos, y con pocas ayudas de la administración, el casi único sustento en estos momentos para muchos estudios son las fotos para DNI y pasaportes, pero ahora el Gobierno central pretende ‘nacionalizar’ el proceso, y traspasar a los funcionarios la labor profesional de tomar las fotos para estos documentos públicos”.

Según el responsable de Afpmur en declaraciones recogidas por La Opinión de Murcia, “la mitad de estos profesionales podría ya no poder levantar la persiana en enero si esto sigue adelante”.

Heraldo de Aragón también recogía hace meses el sentir de otros profesionales: “Si nos arrebatan las fotos del carné, nos quitan el pan”.

Mientras, Juan Mendizabal, presidente de EUFOTO aseguraba en Antena 3 que “el 80% de las tiendas de barrio no podrán aguantar estos cambios” porque “las fotografías de carnet son el 70% del negocio de estos profesionales”.

La Policía Nacional, en un trabajo conjunto con La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre - Real Casa de la Moneda, ha diseñado un soporte que incluye características materiales, técnicas, de seguridad, funcionales y de usabilidad acordes con las necesidades que solicita la ciudadanía en la era digital.

Entre los cambios introducidos, el nuevo DNI incluye la denominación en inglés (National Identity Card), puesto que la normativa europea exige que las palabras documento de identidad figuren en, al menos, otra lengua oficial de las instituciones de la UE. En el anverso, se ha añadido también el código de dos letras del Estado miembro (ES en el caso de España), impreso en negativo en un rectángulo azul y rodeado de doce estrellas amarillas.