El PP vasco no se Suma

El PP vasco no se Suma

Los populares vascos arrancan una nueva etapa buscando un perfil propio.

PP VascoEFE

‘Nuevo’ PP vasco, pero mismas caras. Lo llaman “convención de ideas” y se trata de un cónclave para presentar en sociedad “una oferta política renovada para Euskadi”. El objetivo: desligarse de la marca oficial de Génova y buscar un nuevo hueco en una comunidad que le ha dado la espalda en las últimas citas electorales.

No esperen, no obstante, la aparición de nuevos ‘delfines’ populares en el norte. Este cambio será pilotado por los que han dominado las entrañas del PP vasco en los últimos años: Alfonso Alonso, Borja Sémper e Iñaki Oyarzábal

Pese a los esfuerzos por intentar camuflar su distanciamiento de la dirección nacional con retórica variada: “Buscamos perfil y personalidad propia”, “una redefinición del acento” o “defender nuestras señas de identidad”, lo cierto es que la renovación planteada parece que va encaminada a seguir “la línea Sémper” y desmarcarse de Pablo Casado –actual presidente del PP–.

En definitiva, un tira y afloja con la estrategia de Madrid de los últimos meses. Sin embargo, el líder popular tiene en su agenda acudir a la clausura de esta convención, según fuentes consultadas del partido. Hay bendición (aunque solo sea de cara a la galería).

España no Suma para el País Vasco

Lo que para unos suma, para otros resta. Alonso marca “líneas rojas” a Ciudadanos y busca “huir de la radicalidad de  Vox”, algo que no comparte ni con su comunidad vecina, Navarra –donde el PP formó una candidatura electoral junto con UPN y Ciudadanos–, ni con el líder nacional, quien pretende con su triple potencial alianza –España Suma– todo lo contrario.

Para el presidente del PP vasco, la defensa del Cupo -al contrario que Cs y Vox- es su vía principal para alejarse de una lista electoral conjunta, sin descartar acuerdos puntuales: “No vamos a ir nunca con nadie que no vaya a aceptar la defensa de la foralidad, o que ataque nuestro sistema de Concierto. Nunca”, recalcaba estos días últimos días. “Queremos estar en el centro político” y ser una organización que huye de “escorar posiciones, de radicalidades de derecha o de izquierda (...) tenemos tradición política propia”.

Este giro llega después de que sí se mostrara abierto a pactar las listas de las pasadas elecciones generales y forales con Ciudadanos, algo que rechazaron los ‘naranjas’.Como consecuencia, a día de hoy no hay ni un solo diputado del PP vasco en el Congreso.

Especialmente doloroso fue que se quedara fuera el vicesecretario de Organización, Javier Maroto, una de las personas de máxima confianza de Casado –quien no dudó en recolocarle como senador por Castilla y León, a pesar de la polémica–. Los populares tienen en mente que de haber ido juntos, podrían haber sumado sus 24.304 votos con los 7.039 de Cs, lo que les hubiera permitido, previsiblemente, sacar el escaño.

El pasado martes, era Amaya Fernández, secretaria general del PP vasco, quien aseguraba que le correspondía a Alonso abrir y cerrar el debate al respecto de la triple coalición, en definitiva: la última palabra.  “Es un debate que inició y abanderó el presidente del partido y se desarrollará en los órganos de dirección”, puntualizaba. “No tengo ninguna duda de que la solución definitiva también la dará el presidente Alfonso Alonso, y la abordaremos con seriedad, con prudencia, con datos”, afirmaba a la salida de una reunión con el Comité de Dirección vasco.

Esta postura es compartida en Galicia, donde la fórmula conjunta tampoco convence. El presidente de la Xunta, Alberto Nuñez Feijóo dejaba patente su rechazo a la coalición recalcando que  “la suma en Galicia es el PP de Galicia”, y reivindicando así mismo, la “unidad dentro del PP”.

Un desencuentro ‘primario’

Las diferencias con Génova son palpables y vienen de lejos. Borja Sémper ya lo demostró en las elecciones del pasado 26-M al no hacer mención en ninguna parte a las siglas del partido, diseñando una campaña deliberadamente personalista y que consiguió el mejor resultado obtenido en toda la Comunidad Autónoma para la formación que dirige Alfonso Alonso, a pesar de que en estas municipales, el PP vasco perdió la mitad de los votos y de la representación lograda en anteriores citas.

“El PP tiene que buscar pactos y entendimientos con otras formaciones con las que comparte determinados principios de estabilidad, de pacto constitucional y de concordia nacional, y Vox es una realidad política que ha venido a romper esos grandes consensos constitucionales que giran entorno a la concordia por su tono, por el fondo de su discurso y por las materias que quiere poner sobre la mesa. Me alejo mucho de Vox”, comentaba entonces.

  Borja SémperEFE

La realidad es que ni Alonso, ni Sémper, acudieron a la ya famosa foto de Colón junto con los dirigentes de Vox y Ciudadanos. Mantenerse en “la centralidad” y buscar “la moderación” es la apuesta de los populares en Euskadi para recuperar a un electorado que en las pasadas elecciones se movilizó presumiblemente hacia el PNV dada la aproximación de Casado a sus nuevos socios.

Flashblack: la plana mayor del Partido Popular en las pasadas primarias del PP se volcó especialmente con Soraya Sáenz de Santamaría frente a Pablo Casado. Muy cercanos a la exvicepresidenta eran Alfonso Alonso e Iñaki Oyarzábal, con un carácter más templado y alejados de las posturas más radicales de los ‘casadistas’.

El pasado siempre es relevante internamente en los partidos y precisamente Pablo Casado es una persona muy vinculada a la histórica dirigente del PP vasco María San Gil, que estuvo enfrentada al clan de Alonso, Sémper y Basagoiti. Génova no quiere ahora escenificar tensiones con Euskadi, porque es una división del grupo popular especialmente querida y simbólica para la derecha.

Entendimiento con el PSOE

Este desmarque de Madrid se hace patente en las declaraciones que recientemente ha hecho Alonso sobre la situación política de España. El presidente del PP vasco aseguraba el pasado miércoles que era necesario “reconstruir puentes” con el PSOE a nivel nacional para superar el actual bloqueo político, señalando que “hay que entenderse con los socialistas, aunque no se dejen”, al tiempo que lamentaba la actuación de quienes se dedican a “cavar trincheras y fomentar la incomunicación”, estableciendo “bloques” entre ideologías distintas.

“Cuando a España le ha ido bien ha sido cuando ha habido una posibilidad de entendimiento entre la derecha y la izquierda. Y cuando no hay posibilidad de entendimiento, pues nos bloqueamos; y esa es la situación en la que estamos ahora”, afirmaba.

Ante la pregunta de si Casado se había alejado de la “moderación”, Alonso respondía que el líder de la formación se enfrenta a una situación “de dificultad”.

Casado y el actual PP vasco, muchos capítulos todavía por escribir.