El sí está al lado del no

El sí está al lado del no

Es una de las primeras lecciones que 8Belts como empresa me enseñó a mí y que yo siempre comparto con cada uno de los miembros del equipo: No te quedes en el No. Si avanzas por la misma ruta, un poco más abajo, verás que el Sí estaba justo al lado.

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Es una de las primeras lecciones que 8Belts como empresa me enseñó a mí y que yo siempre comparto con cada uno de los miembros del 8Team (así llamamos cariñosamente al equipo que formamos 8Belts):

No te quedes en el No. Si avanzas por la misma ruta, un poco más abajo, verás que el Sí estaba justo al lado.

Café perdido:

• Disculpe. ¿El menú incluye café?

• No.

• Ah, vale. Gracias.

Café ganado:

• Disculpe. ¿El menú incluye café?

•  No.

•  Pero incluía vino, ¿verdad?

•  Sí.

• Perfecto. Como no lo he tomado, ¿le importaría cambiármelo por el café?

• Pues no me lo han pedido nunca, pero no veo por qué no.

• Gracias.

Cliente perdido:

• ¿Ofrecen ustedes clases de ruso?

• No.

• Ah, vaya. Qué pena. Adiós y gracias.

Cliente ganado:

• ¿Ofrecen ustedes clases de ruso?

• No. Pero tenemos un método que permite hablar chino que es único en el mundo. Si no consigue hablarlo en menos de ocho meses, se le devuelve el dinero. Es eficaz y adictivo. Seguro que ni se lo había planteado, pero ¿le apetecería probarlo gratis? Sé que le gustará.

• Pues efectivamente no me lo había planteado, pero de acuerdo. No me importa probarlo. Futbolista perdido.

• Chicos, siento mucho deciros esto pero tengo que dejar el equipo. Este año no podré participar porque tengo que concentrarme exclusivamente en mis estudios.

• Te echaremos de menos. Eres un gran compañero y uno de nuestros mejores jugadores. Futbolista recuperado.

• Chicos, siento mucho deciros esto pero tengo que dejar el equipo. Este año no podré participar porque tengo que concentrarme exclusivamente en mis estudios.

• Miguel, nuestros partidos se juegan el sábado por la tarde y son solo de sesenta minutos. La semana tiene ciento sesenta y ocho horas. Seguro que de ciento sesenta y ocho existe al menos una en la que necesites descansar de tu estudio para luego rendir más al retomarlo. Y si esa hora existe, no me imagino mejor manera de desconectar tu mente que jugando a tu deporte favorito con tus mejores amigos.

Las tres historias son verídicas. La persona que pidió el café se lo acabó tomando gratis. El cliente interesado en el ruso acabó estudiando chino y Miguel sigue jugando a día de hoy en nuestro equipo de fútbol-7 cada sábado por la tarde.

Si sigues por la misma vía....

.. un poco más abajo, justo al lado del No, te está esperando el Sí.