El virólogo más prestigioso de Alemania nombra para mal a este lugar de España

El virólogo más prestigioso de Alemania nombra para mal a este lugar de España

Dice que tienen que evitar que allí ocurra lo mismo.

Christian Drosten, en un laboratorio.Getty

Christian Drosten, el homólogo de Fernando Simón en Alemania, tiene una cosa clara: en Alemania no pueden llegar a la situación en la que se encuentran actualmente Reino Unido, el sur de Francia... y Madrid.

En una entrevista en el periódico Zeit Online, el experto subraya la importancia de “actuar temprano” con el coronavirus y lo ejemplifica en la diferente situación que viven Alemania y Reino Unido pese a tener una estructura similar.

“Alemania tomó medidas un poco antes en primavera. El resultado es que hemos tenido menos infecciones y muertes”, celebra. En cualquier caso, Drosten se muestra cauto y se pregunta qué ‘colchón’ tienen en el supuesto de que haya casos más graves porque cada vez más se están infectando más personas mayores.

“Por el momento, todavía hay mucho margen en la atención clínica”, asegura antes de recordar que en el resto de Europa ya se observa cómo las unidades están llenas de nuevo. “Por ejemplo, en el sur de Francia o en Madrid. Depende de nosotros evitar eso”, avisa.

Hace unas semanas, Drosten ya se refirió a la situación que vive España y advirtió de que, “si superponemos las curvas”, Alemania sólo iba un poco por detrás de España, Francia e Inglaterra. Por eso, avisó de que nadie debía esperar que en Alemania las cosas vayan a desarrollarse de manera muy distinta.

Por lo demás, el virólogo explica la única forma que habrá de poder vivir una Navidad tranquila y en familia: guardar una cuarentena previa a las reuniones. “Así la gente evita el contacto social lo más posible durante unos días, idealmente una semana, antes de visitar a sus familias o a sus abuelos”, indica.

Drosten admite que ese plan tiene fallas y se pregunta cómo se puede llevar eso a cabo en el caso de que haya que llevar a los niños al colegio o a la guardería. Con todo, advierte de que no existe la seguridad total, que siempre hay “riesgos residuales” y que cada uno debe sopesar hasta qué punto quiere correrlos.