Messi saca al Barça del apuro ante el Liverpool (3-0)

El fútbol son once contra once y casi siempre gana Messi. Porque con el argentino en el campo, el Barcelona sabe que, por mucho que sufra, siempre va a tener más opciones de ganar que su rival.

Eso ha pasado esta noche en el Camp Nou, donde el Liverpool plantó cara y puso en aprietos al Barça durante el partido de ida de las semifinales de la Champions League, que los de Ernesto Valverde se llevaron por 3-0, poniendo pie y medio en la final de Madrid.

Pudo marcar varios goles y tuvo contra las cuerdas al equipo local, que se adelantó en el minuto 26 de la primera mitad tras un gran centro de Jordi Alba que empujó a la red el delantero uruguayo Luis Suárez.

Pero el Barça no dominó el encuentro en ningún momento. Es más, los visitantes tuvieron el desparpajo suficiente para hacer que su rival se metiera en el área y aguantara como podía el ritmo frenético de los ingleses.

Liderados por un gran Salah, los de Klopp estuvieron cerca de empatar el partido en diversas ocasiones y, o se chocaron con su mala puntería, o lo hicieron con los guantes del fantástico Ter Stegen, de lo mejor del Barcelona hoy.

Pero, como decíamos al principio, con Messi se gana casi siempre. El argentino estuvo en el segundo gol culé, fue quien lideró el contragolpe que remató Suárez al larguero y que recogió el propio argentino para empujar a placer a la portería.

Y después vino la magia. En una de esas jugadas que diferencian a Messi del resto de futbolistas del planeta, el 10 puso la pelota en la escuadra en un lanzamiento de tiro libre que deslumbró al mundo entero y que cerraba un partido complicado para los suyos.

El Barça lo pasó mal, pero tiene al mejor de los mejores y eso, al final, se notó. Y, salvo catástrofe, jugará la final de la Champions en el Wanda Metropolitano.