En Francia dejan una frase sobre el rey Juan Carlos tan dura que será difícil de olvidar

En Francia dejan una frase sobre el rey Juan Carlos tan dura que será difícil de olvidar

El libro sobre la vida del monarca acaba de salir en el país galo.

El rey emérito Juan Carlos I, en el Wanda Metropolitano, durante un partido de la Champions League de 2020Enrique de la Fuente / GTRES

No son buenos tiempos para el rey Juan Carlos I. Hace unas semanas salió a la luz que la periodista francesa Laurence Debray, biógrafa del monarca, estaba escribiendo Mi rey destronado, una especie de memorias sobre la vida y obra del emérito.

En el libro, que ya ha sido publicado en Francia, se desvela cómo vive en Abu Dabi, país en el que reside desde hace más de un año después de que saliesen a la luz varios escándalos financieros. Tiene 268 páginas y empezó a fraguarse en 2014 aunque en 2020, debido a la nueva vida del rey, dio un vuelco radical.

La periodista, reconocida admiradora de Juan Carlos I, considera clave su actuación en la transición democrática o en el fracaso del intento de golpe de Estado militar de 1981. La autora narra que el rey emérito “aceptó un regalo difícil de rechazar de parte del rey de Arabia Saudí” (la donación de 65 millones de euros), igual que viajes en avión o una tarjeta de crédito de familiares o amigos generosos.

Las reacciones de este libro no se han hecho esperar y ha sido en Francia, país de origen de la escritora, donde más duros han sido con el rey emérito. Le Journal du Dimanche, medio que publicó en exclusiva los primeros capítulos de la obra, ha sido muy rotundo al hablar de la situación que vive Juan Carlos en Abu Dabi. 

“Ahora es inalcanzable en los Emiratos Árabes Unidos, donde reina el secreto, donde no llegan paparazzi y periodistas, donde la Edad Media se codea con la modernidad y donde es recibido como un monarca de su rango”, dice el texto.

Y se preguntan: ”¿Cómo no ver en la elección de este destino un rechazo al decoro, una última afrenta a la opinión pública?”.

El periódico afirma rotundo que el rey “ha decidido dar la espalda a occidente y a su ética, seguramente por despecho”. Y rematan con una demoledora frase: “Por el bien de la comodidad material también. Y, sobre todo, para escapar de la presión mediática. Escapa de la difusión de su imagen de un soberano inmoral, envejecido y que sufre. Una imagen que las arenas del desierto ahora pueden enterrar”.