"¿En qué país de mierda vivimos?": la historia de una profesora que dejó su trabajo para irse a un supermercado
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"¿En qué país de mierda vivimos?": la historia de una profesora que dejó su trabajo para irse a un supermercado

Una usuaria lo ha contado en Twitter y se ha hecho viral.

Vanesa de LucioTwitter/ Vanesa de Lucio

Vanesa de Lucio, periodista de Deportes Cuatro, ha narrado en Twitter la historia de una profesora de la escuela de infantil pública, que se ha visto obligada a cambiar su puesto de trabajo por el de un supermercado.

“Entre lágrimas y con un disgusto inconsolable, me confesó que no le queda más remedio que dejar el trabajo. Recibe un salario de 880 euros netos al mes (837€ base + 43€ de complemento). Para sobrevivir, lo complementa con varias horas cada tarde en una cadena de supermercados”, cuenta De Lucio.

La clave es que el supermercado le ha ofrecido un contrato a jornada completa en el que percibirá 1.320 euros, es decir, más de 500 de los que recibe por su trabajo como maestra.

“Renuncia a su vocación, a lo que le gusta y a lo que hace de maravilla porque, literalmente, no puede vivir de su trabajo”, ha concretado la periodista, que ha después ha dejado una reflexión.

De Lucio ha resaltado el valor que tienen para las familias todas las “educadores infantiles”, ya que cumplen una función de “cuidadoras”.

De hecho ha enumerado una serie de motivos: “Que tienen una programación, que se dejan la piel. Que llevan hasta material desde casa. Que nos dan informes de todo lo que aprenden, que enseñan, imparten inglés, limpian, trabajan la motricidad, alimentan, fomentan su autonomía y su curiosidad, secan lágrimas, apoyan, cantan, consuelan… HACEN DE TODO”.

“Lo hacen desde que entran por la puerta a las 07:00 de la mañana para dar desayunos, y siguen con la misma sonrisa cuando llegas a las 17:00 y están con la merienda. La espalda molida de agacharte y coger todos los días varias veces a 14 críos. Se curran lo indecible”, ha continuado destacando su labor.

De hecho, ha informado que llegó a pedir una excedencia en el supermercado para ver si podía sobrevivir “solo con el sueldo de la escuela”. La respuesta: “Imposible”.

Para terminar el hilo, De Lucio ha hecho una última reflexión sobre el sueldo y la precariedad, ya que como ha informado el “80% de ellas seguirá sin llegar a los 1.000 euros en 2020”.

El último tuit debería hacer pensar a todos sobre esta situación: ”¿En qué país de mierda vivimos para que una persona que educa, alimenta e instruye a nuestros hijos merezca ese sueldo? ¿Qué sociedad tenemos para que se pague más al que repone los yogures que al que tiene la responsabilidad de cuidar a nuestros hijos…?”.