El boxeador Enmanuel Reyes: "Voy ahí, como siempre he dicho, a arrancar la cabeza"

El boxeador Enmanuel Reyes: "Voy ahí, como siempre he dicho, a arrancar la cabeza"

El púgil hispanocubano afronta los cuartos de final en Tokio pensando en entregarle el oro a España.

Enmanuel Reyes Pla en su combate contra el kazajo Vassiliy LevitLUIS ROBAYO via AFP via Getty Images

El boxeador Enmanuel Reyes Pla ha demostrado ser una de las grandes bazas de España en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. El púgil hispanocubano ha probado su valía tras tumbar al subcampeón olímpico, el kazajo Vassiliy Levit, y ha prometido un combate divertido para este viernes. Reyes ha explicado que afronta los cuartos de final con el oro como gran meta. Y como en las mejores previas de este deporte, con sabor a entrevista ‘made in USA’, ha dejado una provocadora frase en ‘El Larguero’ de la Cadena SER.

El boxeador ha explicado que, como siempre ha dicho, se subirá al ring con el objetivo de arrancar la cabeza, “sea quien sea” su adversario. Con ironía, Enmanuel Reyes le ha relatado al periodista que “todo el que suba va a tener dolor de cabeza”.

Mis rivales son los que tienen que tenerme miedo a mí, no yo a ellos
Enmanuel Reyes, boxeador

Apodado ‘El profeta’, ha confesado que se autoimpuso este mote porque el resto había optado por nombres de animales y ya no quedaban. “Mis rivales son los que tienen que tenerme miedo a mí, no yo a ellos”, ha asegurado también en la entrevista.

Su salida de Cuba

El hispanocubano ha narrado cómo ha logrado forjar su sueño olímpico saliendo de Cuba. Se ha tratado de una travesía que le llevó a hacer una ruta de vértigo: Rusia, Bielorrusia, Austria, Alemania, Francia y España. Incluso ha llegado a estar varios meses preso en una cárcel.

“Quiero agradecerle a España, que me ha dado todo, esa oportunidad que no tenía en Cuba”, ha sentenciado, explicando que no le interesa el dinero sino la gloria y levantar bien alto la bandera española. “Al final lo que queda en la historia es el resultado”, ha destacado, señalando que quiere ver su nombre grabado en la historia olímpica.