Errejón: "La repetición electoral ha sido un regalo para Abascal y la extrema derecha"

Errejón: "La repetición electoral ha sido un regalo para Abascal y la extrema derecha"

Entrevista al candidato de Más País: "Sánchez no está siendo nada claro".

ErrejónBRUNO THEVENIN

A finales de septiembre, tras el fracaso político en el Congreso, la plataforma Más Madrid decidía revolucionar el panorama de la izquierda y dar el salto a nivel nacional. Su objetivo: conquistar a los decepcionados progresistas que pensaban en la abstención como castigo al PSOE y Unidas Podemos.

Y aquí está Íñigo Errejón por primera vez como candidato a la Presidencia de Gobierno. El que fuera uno de los fundadores de Podemos, encumbrado por una parte de la izquierda como uno de los cerebros más hábiles de la política, a la par que odiado por otra parte que lo ve como un traidor dominado por su propia ambición.

Confiesa en esta entrevista que no se arrepiente del paso dado y que lo vive con gran “responsabilidad” ante unas elecciones que nunca se deberían haber celebrado y que son un regalo para Santiago Abascal (Vox). Y con unas encuestas nada halagüeñas, que le dan una media de 6 diputados. Acaba una campaña con este aviso: “Sánchez e Iglesias nos llevan derechitos a terceras elecciones”.

¿Qué sensaciones tienes al final de esta campaña?

Agridulces. Empiezo por la parte agria, estas elecciones son un peligro, no se tenían que haber celebrado. La repetición electoral ha sido un regalo para Abascal y la extrema derecha. Se dan en un clima en el que muchísima gente no sólo está indecisa, sino harta, cansada y desilusionada. Eso es un peligro porque cuando anida la antipolítica, el enfado o el cansancio da alas a los que son en realidad enemigos de nuestra democracia.

Creo que el debate electoral cambió radicalmente la recta final de campaña y está donde siempre debería haber estado. Se pusieron sobre la mesa dos evidencias. Una, Sánchez e Iglesias nos llevan derechitos a terceras elecciones. Y, dos, que nos llevaran a eso sería otro regalo de Navidad para Abascal.  Desde que esa conciencia está ahí, y es evidente que nadie se puede abstener porque ganan los que nos quieren hacer retroceder cincuenta años, hay que votar diferente. En lo que tiene que ver con Más País, mis sensaciones son buenas. Estoy con ganas, querría tener un poquito más de tiempo y días de campaña. Me alegro de que estemos siendo parte de la solución.

Sánchez e Iglesias nos llevan derechitos a terceras elecciones

El CIS vaticina entre tres y cuatro diputados a Más País. Varias encuestas no os dan grupo parlamentario. ¿Crees que vais a superar lo que digan los sondeos?

Sin duda. Vengo de hacerlo en mayo en Madrid. Todas las encuestas del fin de semana daban claramente al alza por encima de ese CIS. Y si se pudieran hoy publicar todas esas que llegan en forma de frutita, dan claramente por encima. Es que esto lo he vivido ya. Me para muchísima gente por la calle que me dice ‘venga, gracias chaval, ánimo, porque ahora tengo algo que votar’. Estoy convencido que alguna de esa gente que me para me conoce a mí y puede que no a Más País. Ahora bien, cuando llegue al colegio se va a encontrar Más País y mi cara juntos. Todo el mundo sabe que si vota igual, nos van a volver a hacer lo mismo. Si se les vuelve a dejar solos, Sánchez e Iglesias vuelven a hacer lo mismo y le regalan una tercera oportunidad a la extrema derecha. Es extraordinariamente grave. Que suba la extrema derecha empeora mucho la convivencia de los españoles, nos hace un país débil y con más odio. 

¿Por qué se está dando ese auge de Vox como tercera fuerza en las encuestas? ¿Qué ha pasado de abril a ahora?

La incapacidad de la izquierda. ¿En algún sitio las derechas han regalado una segunda oportunidad? ¿En Madrid, Murcia o Andalucía han regalado una segunda oportunidad a las fuerzas progresistas? Nunca lo han hecho. Se han privilegiado los intereses personales y de partido por encima del mandato progresista recibido en las urnas. Cuando la política progresista demuestra que no es útil y no llega a acuerdos para mejorar la vida de la gente, siembra la desconfianza, el desconcierto, la desilusión. Y allana el camino a aquellos que dicen que las cosas no se pueden cambiar y que lo que hay que hacer es pisarse unos contra otros.

Se han privilegiado los intereses personales y de partido por encima del mandato progresista

Todas las condiciones que empeoraron la sociedad española y la hicieron más débil, desigual y desprotegida contra la crisis siguen vigentes porque el PSOE y UP no han sido capaces de entenderse, ni siquiera para derogar las cosas más bestias del PP. Eso hace sembrar la desmovilización, el cinismo y la desconfianza, el caldo de cultivo perfecto para la extrema derecha. En mi opinión, ha sido una irresponsabilidad, No sé si ahora se les preguntara si dirían que les ha merecido la pena. Uno por un ministerio más y otro por cinco escaños más, si les ha merecido la pena hacerle este regalo a la extrema derecha en España.

  ErrejónEFE

Y si no consiguieron ponerse de acuerdo en julio, ¿ahora crees que puedes llegar a un acuerdo con Pablo Iglesias y Pedro Sánchez para un Gobierno progresista?

Sin duda, pero no solo por mi voluntad y por los números, sino por una declaración de intenciones. Todavía no han votado los españoles y me parece muy útil que la gente lo sepa. A mí no me gusta su posición, pero Iglesias ha sido honesto. Ha dicho ‘miren ustedes, si no tengo los cuatro o cinco ministerios que quiero, estoy dispuesto a que volvamos a votar’. Me parece un error, pero ha sido claro. Por el otro lado, Sánchez no está siendo nada claro. Saca un lema electoral, ‘Ahora sí’, que me parece un poco burla. ¿Y por qué antes no? ¿Y con quién si es ahora sí? Tengo que decir que al señor Sánchez se le está atragantando la recta final de campaña. Ha tenido que rectificar lo de que el Gobierno tenía que darle órdenes a la Fiscalía, y antes había dicho que a los jueces. Tuvo que rectificar cuando eliminó el federalismo. Ha dado pasos atrás diciendo ahora que la reforma laboral de la precariedad no hay que derogarla. No está dejando de dar traspiés el señor Sánchez en esta campaña. Es fundamental que se aclare y diga con quién quiere gobernar. Solo hay dos alternativas: o Más País o terceras elecciones. 

¿Por qué?

O nosotros introducimos algo diferente en la ecuación o si vuelven a estar los mismos, harán lo mismo. Alguien me podría decir que a lo mejor Sánchez se entiende con Casado. Pero que nadie se engañe, eso es pan para hoy y elecciones para mañana. Le daría una investidura, pero ese Gobierno no podría legislar. Y no podría emprender la transición ecológica, que es nuestro mayor reto para generar empleo verde o volver a proteger el Estado del Bienestar y los servicios públicos. Decimos que todos los escaños de Más País van a estar al servicio de un Gobierno progresista y el precio va a ser que sea un Ejecutivo que emprenda dos tareas: la revolución verde de nuestra economía y la protección social. No va a depender del sillón, sino de las medidas.

No me gusta la posición de Iglesias, pero ha sido honesto

En campaña has hecho la promesa de que si no conseguís un Gobierno progresista, darás un paso atrás. ¿Deberíais dimitir tanto tú como Sánchez e Iglesias si el Ejecutivo cae en la derecha?

Claro. Por una parte, si vuelve a haber una mayoría progresista y el señor Sánchez, el señor Iglesias y yo no somos capaces de servir a pueblo español, hay que asumir la responsabilidad los tres y dejar pasar a otros que lo hagan mejor. Todos los españoles en su trabajo cuando no cumplen con su cometido tienen que rendir cuentas. He lanzado esta invitación a los representantes políticos de Podemos y del PSOE, que no han dicho nada. Hemos ido un paso más y hemos dicho que para garantizar que haya un Gobierno habiendo mayoría progresista congelemos los sueldos de los diputados hasta que se conforme. Ya veremos cómo si hacemos eso la situación se desbloquea en tres tardes. No creo que haya que legislar para hacerlo, tiene que ser un compromiso político. Alguien me podrá decir que es una medida exagerada, ¿pero cuál es la alternativa? ¿Seguir la izquierda a por uvas y Abascal por una autopista?

Y en ese Gobierno progresista, ¿te gusta Nadia Calviño como vicepresidenta económica?

Le gusta particularmente a los poderes financieros y a los bancos y, por tanto, tengo la sensación de que igual no es la figura más adecuada para emprender una transformación en nuestra economía que tiene que hacer dos cosas: desarrollar la transición ecológica -dejando de apostar por el capital golondrina que viene a España y luego se marcha rápido- y reconstruir el Estado del Bienestar y proteger el mercado interno y la demanda interna. Eso es hacer una política expansiva, cuando vengan situaciones de dificultad económica, lo que hay que hacer es que el Estado contribuya y ayude a las empresas, a los trabajadores y ciudadanos. Esto tiene que ver más con un guiño hacia los poderes financieros y el PP que a los trabajadores, pymes y autónomos. Pero es que el PSOE se va a quedar bizco de hacer tantos guiños en un sentido en campaña, cuando en realidad lo que quiere la inmensa mayoría en España es que haya un Gobierno de acuerdo progresista. 

Calviño le gusta particularmente a los poderes financieros y a los bancos

¿Qué ministerio le gustaría a Más País tener?

Hemos dicho que eso no es lo fundamental, no es la prioridad, Lo fundamental en España es afrontar el reto a la emergencia ecológica aprovechando para la redistribución de la riqueza y generar empleo verde de buena calidad. Y, por lo tanto, tiene que ser una Vicepresidencia que coordine cosas que se hacen en Agricultura, Fomento, Economía, Vivienda, Transporte. La gran palanca de nuestro país. No me importa tanto quién se siente en la silla como qué política se desarrollen. Y no tiene que ser verdad que se controla mejor a un Gobierno si tienes ministros cuyo jefe sea, en este caso, Pedro Sánchez, como en la negociación pasada. Lo importante es decidir el rumbo. Y se puede contribuir desde el Parlamento o el Consejo de Ministros. Es muy importante que a todo el mundo le quede claro, como empecemos otra vez con el juego de las sillas vamos a terceras elecciones.

¿Cómo es vivir unas elecciones en frente de Podemos?

No es en frente, porque quiero que nos pongamos de acuerdo para formar un Gobierno. Las anteriores elecciones las he vivido intensamente, no era candidato, en un clima de ilusión, fuerza y esperanza de la sociedad española. Y esta campaña hay algo de eso, pero también hay mucha gente que está cansada, harta y defraudada. Vivo la campaña con un sentido de la responsabilidad. Si Más País no hubiera dado un paso adelante, habría ciento de miles, diría millones, de votantes progresistas que se quedarían en casa. Estamos haciendo lo que es correcto para que todo el hartazgo y el cansancio no se convierta en abstención y sea un voto progresista que ayude a que haya un Gobierno al servicio de la gente

Algún día habrá que pedir cuentas a las derechas españolas por lo tolerantes que están siendo con Vox

Por lo tanto, nada de arrepentimiento, ¿no?

Creo que estamos haciendo lo correcto. Lo incorrecto fue llevarnos a elecciones. Frente a eso, uno puede quedarse lamentando cómo está la democracia española o puede ponerse manos a la obra. Y nosotros humildemente nos hemos puesto manos a la obra para decirle a la gente que estaba harta, y a lo mejor a estas horas sigue indecisa, que tiene una opción para votar verde, justicia social, modernización económica e igualdad entre hombres y mujeres y que no es culpable del bloqueo.

El principal batacazo que dibujan las encuestas es para Cs. Habéis crecido a la vez en la política nacional, llegasteis a la vez al Congreso. ¿Cómo ves a Rivera?

No estoy siguiendo mucho su campaña. En el debate le vi un poco desnortado, pero no solo por la tontería del adoquín o la cartulina. Hace tiempo que Rivera y Cs perdieron el norte, dijeron que venían a la política para ser una formación europeísta y de regeneración y han acabado siendo el compañero de viaje de la extrema derecha. Pero no en relación de igualdad, casi el que le lleva las maletas. Creo que es el resultado de que eligieron un rumbo que no tiene mucho sentido. Veo con preocupación ese desplazamiento en las derechas, se están radicalizando cada vez más. Mientras Abascal relacionaba inmigración con violencia contra las mujeres y decía mentiras, ni Rivera ni Casado le contestaban. Es peligrosísimo, algún día habrá que pedir cuentas a las derechas españolas por lo tolerantes que están siendo con una formación que viene a cargarse los derechos y libertades construidos durante cuarenta años. Ninguno de ellos dijo ni mu. Rivera lo está pagando: un mal servicio para la convivencia para los españoles y un mal negocio electoral para él.