"Era un genio y un sabio": la emotiva despedida de Pablo Motos a su amigo Quique San Francisco

"Era un genio y un sabio": la emotiva despedida de Pablo Motos a su amigo Quique San Francisco

El presentador de 'El Hormiguero' le dedicó un monólogo en el programa al que era uno de sus grandes amigos.

Pablo Motos y Quique San Francisco en 'El Hormiguero'.Antena 3

La amistad entre Pablo Motos y Enrique San Francisco trascendía mucho más allá de sus numerosas visitas al plató de El Hormiguero (Antena 3). Y, al conocer la noticia de su muerte este lunes, fue inevitable rendirle homenaje. Lo hizo con un emotivo monólogo en el programa.

“Enrique me enseñó a estar en un escenario, me enseñó a sobrevivir en Madrid, me enseñó a entender a los artistas. También me enseñó hasta qué punto una persona puede ser libre. Tú puedes ir a trabajar, puedes tener un horario, puedes obedecer a tu jefe. O no. Si no te da la gana, no. Y a Enrique no le daba la gana. Y, como era libre, eligió vivir por el lado salvaje de la vida”, empezó diciendo.

El presentador recordó varias anécdotas junto al actor, entre ellas algunas relacionadas con sus problemas económicos. “A veces, no tenía dinero. A veces, le quitaban la luz. A veces, se metía en problemas. Pero si le preguntabas cómo estaba siempre te decía bien: ’Yo siempre estoy bien”, señaló.

“Una vez le dieron una indemnización muy grande por un accidente y le dije, bueno, Enrique, ahora, por favor pagas las deudas, te organizas y guardas el dinero en el banco. Y me dice: ‘Si me pagan ahora 100 millones, mañana me voy a gastar 110’. Y su padre que estaba al lado dice: ’Muy bien dicho, hijo”, evocó.

Esos problemas económicos y su afición por los “regalos” también coparon algunos minutos de sus últimas entrevistas en El Hormiguero.” Eres el único invitado que en 13 años ha pedido regalos”, le dijo Motos en una entrevista en 2018. “Pide una linterna, un cuchillo y un afilador. Ahora veréis qué linterna qué cuchillo y qué afilador, y el palo que me ha dado mi amigo. Y un vapeador también. ¿No será para fumar droga?”, bromeó el presentador en la misma entrevista en referencia a sus estrafalarias peticiones.

Motos recalcó que San Francisco nunca hablaba en serio y que, en los momentos de intimidad, hacía los mejores chistes. “Enrique era un genio y un sabio”, señaló. Sin embargo, prefería no atar ese ingenio con su trabajo. “Un día después de un chiste de estos brutal, le dije: ‘Quique, si tu trabajases...’. Y me contestó: ’No digas barbaridades”, recordó Motos.

“Enrique y yo casi nunca hablábamos en serio porque él lo evitaba. Pero un día que la estaba liando muchísimo contra sí mismo, le pregunté que si no se daba cuenta de que eso iba a acabar fatal y me contestó: eso no va a pasar, siempre que estás desesperado aparece una buena persona y te ayuda”, apuntó.

Motos, tal y como recuerda el periodista Borja Terán en su columna en La Información, conocía a San Francisco de su época de guionista en El club de la comedia. Esa estrecha relación le llevó a pasar mucho tiempo en su casa.

“La casa de Enrique estaba siempre llena de gente. A veces, muy dudosa. Y muy peligrosa. Pero Enrique siempre me decía: ‘Tienes que conocer a gente de todas partes, Pablo’. Yo no necesito tener un barco como tú, sólo necesito tener un amigo que tenga un barco”, bromeó.

Para Motos, San Francisco era “un héroe” y recalcó que “delante de él nunca se cometía una injusticia”. “Todos queríamos a Enrique porque te hacía sentir debilidad por él. Y por ahí entraba y te robaba el corazón para siempre ya. Enrique era noble, era buena persona, era solidario y era muy valiente”, señaló.

Para concluir su monólogo, Motos no pudo evitar acordarse del último proyecto de San Francisco, el spot de Navidad de Campofrío. “Enrique con su capa y su guadaña riéndose de la muerte. Seguramente esta fue su última gamberrada”, concluyó visiblemente emocionado.