'Es que tú planchas mejor' y otras perlas que las mujeres han tenido, y tienen, que escuchar en casa

'Es que tú planchas mejor' y otras perlas que las mujeres han tenido, y tienen, que escuchar en casa

El estudio realizado por Ariel e Ipsos concluye que aún pervive la impresión de que las mujeres están más capacitadas que los hombres para las tareas del hogar.

″¿Mamá, qué vamos a cenar hoy?”. ”¿Dónde pusiste mi camisa preferida, cariño?”. ”¿Qué hay que comprar en la frutería?”. ”¿En qué programa pongo la lavadora para las sábanas?”. Son algunas de las preguntas que creíamos se solían dirigir hasta hace poco a las mujeres en casa. Pero, ¿solían?

Parece que esa creencia de que ellas han nacido con habilidades especiales para las tareas del hogar aún persiste en muchos hogares, o al menos así se desprende del estudio de la marca de detergente Ariel e Ipsos integrado en la campaña Los Roles Cambian.

Y lo que puede ser más espinoso aún, según la citada investigación, entre los encuestados jóvenes —de entre 20 y 35 años— esa creencia de que hay cosas que se les da mejor a las mujeres que a los hombres, y que hay cosas que se les da mejor a ellos que a ellas, sigue afianzada.

Este estudio, pionero e inédito, analiza por primera vez la implicación de las parejas en la corresponsabilidad y pone foco en la diferencia de los comportamientos, actitudes y percepciones entre las generaciones jóvenes y las más mayores.

Y entre las conclusiones, una de las percepciones que continúa vigente, según los datos, es que el reparto de tareas del hogar es bastante desigual en función del tipo de trabajo, siendo las más feminizadas las relacionadas con la colada, la cocina, el orden y la limpieza. Las relacionadas con el bricolaje y las labores de jardinería son realizadas preferentemente por hombres. Ellas ponen la lavadora, limpian los baños y agendan las citas médicas. Ellos cambian los enchufes, sacan al perro y juegan con los niños. En definitiva: aunque las nuevas generaciones comparten más tareas de la casa, aún se tiene la apreciacion de que las mujeres están más capacitadas que los hombres para el trabajo doméstico.

Según Erika Gamero, directora de Ariel, respecto a las conclusiones del estudio “creemos que hay una evolución positiva pero es insuficiente y no podemos conformarnos. Es necesario cambiar la percepción de que las mujeres hacen mejor determinadas tareas del hogar”.

Ese paso adelante al que se refiere Gamero tiene que ver con que las nuevas generaciones no ‘ayudan’ en las tareas del hogar, las ‘comparten’ y lo hacen en mayor medida con respecto a generaciones anteriores, por lo que se observa un cambio en la conducta y una avance optimista en esa corresponsabilidad. Sólo el 11% de los jóvenes entre 20 y 35 años se identifica con el concepto de “ayudar” en casa frente a un 22% de las personas mayores de 40 años. 

El psicólogo Alberto Soler, experto en familia y crianza, colaborador del estudio y autor de libros como Niños sin etiquetas o Hijos y padres felices, incide en este punto: “En la actualidad sigue siendo necesario cambiar la mentalidad de la sociedad para que el concepto de ‘ayudar’ se destierre y se reemplace por el de ‘compartir’. Porque es cosa de todos. Y asumamos que aún tenemos un gran desafío: que los roles dejen de estar sexualizados”.

Que la casa es cosa de todos también significa que el reparto de las tareas afecta a los hijos, que cada vez participan más en la realización de las trabajos del hogar. Según los datos, más de un 10% de los hijos ‘comparten’ muchas de las tareas del hogar con sus padres y cerca del 90% de los hijos tiene una labor de ‘ayuda’, más allá de sus obligaciones escolares y de formación.

El estudio de Ariel e Ipsos, precursor en analizar la corresponsabilidad de las parejas,  pretende contribuir a que los hogares evolucionen hacia una mentalidad donde cada miembro de la familia sea igualmente responsable y capaz de realizar cada una de las tareas del hogar. Para ello, se hace necesario fomentar esta educación en los más pequeños.

Ha sido elaborado a partir de la opinión de 472 hombres y mujeres de diferentes edades, para valorar ese posible cambio generacional en el reparto de las tareas del hogar y seguir fomentando la concienciación social en torno a la corresponsabilidad. En total 246 personas (hombres y mujeres) de entre 20 y 35 años; y 226 personas (hombres y mujeres) de entre 40 y 65 años.