España, campeona del Mundo de Baloncesto

España, campeona del Mundo de Baloncesto

La selección de Scariolo logra su segundo título mundial tras derrotar a Argentina en la final (95-75).

Juancho Hernangómez.AFP

Hace 20 años, en Lisboa, un grupo de chavales ilusionaba al ganar el Mundial Junior de Lisboa. Era 1999 y pocos podían imaginar que dos décadas después, aquella selección de imberbes liderada por Pau Gasol y Juan Carlos Navarro iba a marcar una senda que daría los mayores éxitos de la historia del baloncesto español.

Hoy, 15 de septiembre de 2019, esas dos cabezas visibles de Lisboa ya no están (de hecho, ya no queda ninguno de aquel conjunto) pero sí queda su espíritu: el de luchar hasta el final sin miedo a perder.

Dos décadas después, España ya tiene su segundo Mundial de Baloncesto tras el que se consiguió hace 13 años en Japón. De aquel equipo sólo quedan Marc Gasol y Rudy Fernández por la baja de Pau Gasol, lesionado en un pie, que no pudo ir al Mundial de China.

Pero no ha importado, porque España se ha impuesto con la contundencia con la que lo hizo en Japón a Grecia. Esta vez, contra una Argentina en transición como España.

Dos equipos que están mutando la piel se han presentado en la final del Mundial sin que nadie lo esperase, por delante de los grandes favoritos: Estados Unidos y Serbia.

Marcando distancias desde el principio

Y quizás esperábamos un enfrentamiento mucho más parejo, pero ha sido muy desigual, ya que los de Scariolo han comenzado la final como un ciclón, marcando distancias desde el principio y ha terminado ganando por 20 puntos (95-75).

Una victoria trabajada tanto desde la cancha como desde la banda. Porque cómo explicar que Luis Scola, gran estrella de Argentina a sus 39 añazos, no haya anotado un sólo punto hasta el tercer cuarto.

La pizarra de Scariolo facilitó el trabajo a sus chicos y los jugadores de España sólo tuvieron que hacer su trabajo sobre la cancha. Con un enorme trabajo en la pintura, los españoles cerraron el rebote defensivo a diferencia del partido contra Australia.

Los argentinos buscaban recortar distancias y lograban ponerse a un punto con un parcial de 10-0 en el primer cuarto, pero fue el único momento en el que amenazaron la autoridad española. Cinco puntos seguidos de Rivas y, de nuevo, la defensa, pusieron el 14-23 al final de ese período.

Y la ventaja fue agrandándose hasta llegar a los 14. Scola se desesperaba sin poder anotar y se peleaba con Rivas mientras los españoles seguían a lo suyo. Rudy acertaba desde la línea de tres y subía la distancia a 17 puntos.

Laprovittola, uno de los jugadores destacados de Argentina, con un parcial de 7-0 recortó a la decena de puntos la distancia con su rival. Pero no había manera. Cada vez que se acercaban, Scariolo ajustaba al equipo y éste respondía.

Al descanso, el partido se fue 31-43 para los españoles.

El tercer cuarto siempre ha sido terreno de España y la ventaja pasó de los 12 a los 20 puntos con un gran trabajo de Marc Gasol en la pintura. Un parcial de 2-9 permitió a los de Scariolo poner la máxima ventaja hasta ese momento: 21 puntos.

España mantuvo con gran trabajo el diferencial de dos decenas de puntos en el electrónico durante el tercer cuarto, pero por debajo se gestaba un pequeño incendio: las faltas.

En el segundo cuarto, España se quedó sin Juancho Hernangómez y sin Pau Rivas, eliminados por faltas, debido a que Argentina subió la presión y forzó estas situaciones.

12 puntos separaban a un equipo del otro a falta de seis minutos, dando esperanza a los albicelestes. Pero los ‘bajitos’ reaccionaron e impidieron que la cosa fuera a peor. Un canastón de Ricky y una buena acción de Llull aumentaba la distancia a 15.

Argentina se desesperaba y no terminaba de llegar, mientras Llull, a falta de dos minutos, ponía en 20 a España (90-70). Y ahí entregó la cuchara el entrenador rival. No hubo historia hasta la bocina y España ya celebra su segundo título mundial. Una generación histórica que sigue agrandando su leyenda.