España se atrinchera con sus aliados y rechaza más recortes de los 'frugales'

España se atrinchera con sus aliados y rechaza más recortes de los 'frugales'

Después de tres días de maratoniana negociación el acuerdo sobre el plan de recuperación económica sigue bloqueado por los 'frugales'.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha atrincherado con sus aliados en la cumbre de la UE y ha rechazado la demanda de los países “frugales” de que haya más recortes a las ayudas directas del fondo de recuperación europeo tras el coronavirus.

El Consejo Europeo que negocia el citado fondo y el marco financiero plurianual para los próximos siete años se ha vuelto a interrumpir esta mañana al no alcanzarse un acuerdo, tras conversaciones bilaterales durante toda la noche.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE volverán a reunirse a las cuatro de la tarde.

En la que es ya la cumbre europea más larga de la historia, los cuatro países “frugales” -Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia- junto con Finlandia insistían en reducir la parte de ayudas directas del fondo, y las grandes economías españolas, España entre ellas, se niegan a que dicho capítulo sea inferior a los 400.000 millones de euros.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE volverán a reunirse a las cuatro de la tarde

Anoche, tras la última propuesta de los frugales que pretendían un nuevo recorte del fondo, fuentes de la delegación española subrayaban que Pedro Sánchez sigue defendiendo una propuesta “ambiciosa” y advertían de que aún podía “cambiar el escenario” de las negociaciones.

España está en línea con la Comisión y el Consejo, las otras tres grandes economías de la UE -Alemania, Francia e Italia- y la mayor parte de los países a excepción de los cinco citados.

Y mientras esta gran mayoría quiere mantener las ayudas directas en al menos 400.000 millones -que ya serían 100.000 millones menos que en la propuesta inicial-, los frugales y Finlandia insisten en reclamar más recortes a ese capítulo.

Así, este grupo pretende que el fondo baje en 50.000 millones, hasta los 700.000, y que se divida en partes iguales en ayudas directas y préstamos, lo que supondría 350.000 millones para cada capítulo. Y eso serían 150.000 millones menos en subvenciones directas.

España apenas ha informado en estos más de tres días sobre el curso de las negociaciones, y Sánchez sólo hizo declaraciones públicas el viernes a su llegada.

  Pedro Sánchez y Mark Rutte, durante el Consejo Europeo.EFE
Sánchez comparte la posición de Merkel y Macron de que las ayudas directas del fondo no bajen de 400.000 millones

La delegación española defiende este silencio como parte de su estrategia, e insiste en que el presidente del Gobierno está en el centro de las negociaciones y mantiene su apuesta por un acuerdo “ambicioso” que esté “en consonancia con el desafío que la UE tiene ante sí y la magnitud de la crisis provocada por la pandemia” de la COVID-19.

Sánchez comparte la posición expresada públicamente por Merkel y Macron de que las ayudas directas del fondo no bajen de 400.000 millones porque entiende que es el mínimo necesario para que el fondo tenga un impacto macroeconómico, según las mismas fuentes.

También está insistiendo, dicen desde la delegación, en defender una gobernanza ”ágil y eficiente” que “permita la absorción de los fondos”, es decir, que no obstaculice su desembolso.

A lo largo de toda la jornada del domingo el presidente del Gobierno participó en muchas de las reuniones a varias bandas de los mandatarios europeos antes de la primera reunión de los Veintisiete, que no comenzó hasta entrada la tarde.

España apenas dio pistas de sus posiciones a lo largo de toda la jornada. Sólo por la noche, tras la propuesta de los “frugales”, respondió insistiendo en la necesidad de un plan económico ambicioso y advirtiendo de que el escenario podía cambiar.

Los 'frugales' siguen bloqueando la negociación, en particular Holanda y Austria

Durante la noche, varias fuentes diplomáticas lamentaron que los “frugales” siguen bloqueando la negociación, en particular Holanda y Austria, quienes estarían utilizando como excusa la falta de acuerdo para vincular la recepción de fondos del presupuesto al respeto al Estado de derecho para bloquear las discusiones.

Suecia y Dinamarca, sin embargo, se mostrarían más receptivas a suavizar su posición.