Evento adverso
.

El desarrollo de cualquier vacuna conlleva un alto nivel de fracaso. Muchas jamás llegan a finalizarse. Creadas para prevenir o para restar la agresividad del virus, algunas pocas logran ser una realidad.

¿O eso era antes?

Hay una carrera sin precedentes históricos para crear una vacuna capaz de frenar el virus de la covid-19. Para ganar tiempo se hacen pruebas paralelas en centenares de laboratorios de empresas farmacéuticas de todo el mundo. Eso nos dicen. Evitar a toda costa la Tormenta de Citoquinas en todo el planeta, sin renunciar a la dosis de incertidumbre administrada hasta la inoculación. business.

Hiperinformación deportiva sobre el estado de la carrera. Esto es la “Formula 1” de la ciencia. Un laboratorio chino experimentará en su última fase su vacuna en Emiratos Árabes Unidos. Los americanos empezarán también la tercera fase y los británicos hablan de unidades listas para la vacunación en septiembre. Son la cabeza de carrera.

Inesperadamente, el piloto Vladímir Putin adelanta por el interior de la curva y anuncia el logro de la primera vacuna (¿…?) Los rusos apuestan fuerte. El APT29 extrae información sobre la vacuna británica de los ordenadores de la Universidad de Oxford y el Imperial College. Se habla de espionaje en boxes.

Con escasos presupuestos, las escuderías españolas quedan más atrás, casi en la parrilla de salida. Hay buenos pilotos en lentos coches.

La angustia del espectador y el frenesí del corredor se unen hacia la meta. Sin una cura aún, ya estamos sufriendo un “evento adverso” sin tan siquiera estar vacunados.