Expertos señalan "evidencias abrumadoras" de contagio del coronavirus por el aire

Expertos señalan "evidencias abrumadoras" de contagio del coronavirus por el aire

Un grupo de científicos distingue entre "aerosoles" y "gotas".

Carga de aerosoles en un estornudoGETTY IMAGES

Existe una “evidencia abrumadora” del riesgo de contagio del coronavirus por el aire a través de la inhalación de aerosoles. Así lo determina un grupo de científicos en una carta publicada en la revista de referencia Science.

Los científicos plantean que cualquier persona contagiada, incluidas las asintomáticas, liberan miles de aerosoles contaminadas y algunas pequeñas gotas (diferencian entre ambos conceptos), y apuntan que “es mucho más probable que uno inhale aerosoles que una gota, por lo que la atención debe centrarse en la protección contra la transmisión aérea”, aseguran.

Según los expertos, los virus en gotas (mayores de 100 μm) generalmente caen al suelo en segundos a dos metros de la fuente y pueden rociarse como pequeñas balas de cañón sobre individuos cercanos. Debido a su rango de recorrido limitado, el distanciamiento físico reduce la exposición a estas gotas. Sin embargo, los virus en aerosoles (menores de 100 μm) pueden permanecer suspendidos en el aire durante varios segundos a horas, como el humo, y ser inhalados. Están muy concentrados cerca de una persona infectada, por lo que pueden infectar a las personas más fácilmente en las proximidades.

Las mascarillas deben usarse en todo momento en interiores

Pero, añaden, los aerosoles que contienen virus infecciosos también pueden viajar más de dos metros y acumularse en el aire interior mal ventilado, lo que lleva a “eventos de superpropagación”. Por todo ello, apuntan con contundencia, “las mascarillas deben usarse en todo momento en interiores cuando haya otras personas presentes; los aerosoles no se detienen a dos metros”.

El equipo de trabajo incide en que el peligro de inhalar partículas con el virus es de 20 veces mayor en espacios cerrados que en el exterior. Por eso,el equipo liderado por Kimberly Prather, de la Universidad de California en San Diego, reclama a las autoridades sanitarias nuevas medidas para controlar la expansión e impacto de los aerosoles, entre ellas “mejorar el aire interior mediante ventilación y filtración”, y “mejorar la protección para los trabajadores de alto riesgo”.