Los insultos, burlas y faltas de respeto que le han costado a Eli la expulsión de 'OT'

Los insultos, burlas y faltas de respeto que le han costado a Eli la expulsión de 'OT'

La concursante canaria ha dado mucho que hablar durante su paso por la Academia.

Eli ha sido la tercera expulsada de 'OT 2020'.RTVE/YouTube

OT 2020 empezó con el cántico de hermandad “ivo, ivo, ivo, abrazo colectivo” (tatuaje incluido), pero una semana de emisión bastaron para que se encienda la primera polémica. Y también, el primer broncOTe. Aunque para muchos, este domingo el malestar en la casa ha acabado.

Eli, protagonista de la mayoría de polémicas y críticas hacia el programa, ha abandonado la Academia en la gala 3. Precisamente ha sido su comportamiento, y no tanto sus dotes artísticas, lo que gestó su nominación. En la gala 2 le hicieron ver en directo las imágenes de sus polémicas tras lo que pidió disculpas, dijo que sufría ansiedad y abandonó el plató porque se encontraba indispuesta.

Esta última semana ha estado menos presente en el canal 24 horas porque estaba con gripe. Pero su enfermedad no ha hecho que pase menos desapercibida para el público. Eli ha abandonado la Academia con uno de los datos de apoyo más bajos, solo un 8%, frente al 91% que votó por Rafa.

La triunfita canaria acumuló numerosas críticas la primera semana de emisión e incluso hizo que tuvieran que intervenir los responsables del programa. Noemí Galera, directora de la Academia, reunió a los triunfitos el 20 de enero para llamarles la atención sobre sus comportamientos dentro de la Academia y en la gala 1. Tanto Galera como el director musical Manu Guix pusieron entonces el foco en las faltas de educación en la convivencia que tienen los concursantes.

“Recapacitad y pensad cómo os habláis entre vosotros, cómo os cogéis las cosas. Las cosas se piden por favor y se dan las gracias”, les advirtió Galera, quien señaló que no especificaría a quién iban dirigidas estas críticas bajo un “si lo hago será ya para sancionar a alguien”. Aunque se delató un día más tarde.

El martes 21 de enero Galera apartó a la concursante canaria Eli para una charla individual por su comportamiento y le advirtió de que muchas indicaciones del lunes iban para ella, además la directora recalcó que si continuaba así no la podría “salvar”.  Especialmente llamó la atención a su comportamiento con Ariadna, primera expulsada del talent, y de la que Galera le llegó a decir que Eli tenía fijación por ella y que la tenía “enfilada”.

La cadena de odio fue tal que se trasladó a las redes sociales. Los seguidores del programa se percataron de que se habían suspendido las cuentas de Instagram tanto de Eli (@soy_eliot2020) como de Jesús (@soy_jesusot2020) el 22 de enero, este último también ha sido foco de las críticas en redes sociales por varios comentarios en la Academia. Estos perfiles fueron borrados automáticamente, según Gestmusic, por lo que todo apunta a que se desactivaron por las denuncias de los fans de OT.

Además aquellos seguidores de OT que criticaban el comportamiento de Eli crearon los hashtag #NominacionDisciplinariaEli, #expulsiondisciplinariaEli y #EliMinada que se convirtieron en trending topic en Twitter para pedir la expulsión de la concursante.

Estos son algunos motivos por los que esta joven de 19 años de Las Palmas ha hecho historia, aunque sea para mal, de la Academia.

En la primera semana, los usuarios de Twitter se fijaron en los comentarios de Eli sobre Ariadna, nominada junto a Nick, que no recibió ningún apoyo por parte de sus compañeros.

Reírse de ella mientras habla, criticarla a sus espaldas e incluso acusarla de los malos comportamientos que señalaba Noemí son algunas de las escenas que muchos usuarios tacharon de bullying.

“Ven conmigo un momento”, le ordena a Anne. “No”, responde esta. “Que vengas. Que no, dice la tía”, zanja Eli.

Lo que Eli dice se tiene que cumplir. En esta ocasión su amiga le respondió cortante con un “a mí órdenes, no”, aunque fue.

Mientras Anne y Maialen comentaban que si les tocaba una canción en euskera la cantarían ellas dos —ambas navarras—, Eli contestó: “Qué feo el euskera”. Esta ha sido una de las frases que más ha indignado en redes sociales.

Cuando Nick entró a preguntar una duda a la sala de ensayo y cogió el libro con su tema para esta semana, Eli se lo quitó de las manos sin pedir permiso diciéndole “es mío”.

La profesora Mamen Márquez les dio un tubo a cada uno en la clase de técnica vocal para explicar la afonía y les pidió que dijeran cualquier frase con el vocativo “tubo”. Ella dijo: “Tengo cáncer, tubo”. El comentario bromeando sobre la enfermedad no ha hecho ninguna gracia entre los espectadores, menos aún cuando ya el domingo utilizó “autista” como insulto.

Además del libro que tenía Nick, Eli también le había quitado antes la guitarra a Flavio mientras ensayaba en el sofá sin permiso y diciéndole a otra compañera “quita tu asqueroso pie de ahí”.

Lo que nunca se había visto en anteriores ediciones

Lo que ha llamado la atención de los seguidores de OT es que en el programa no se tomen medidas y que es la primera vez que se llega a este nivel de burlas y faltas de respeto entre compañeros. De hecho, muchos lo comparan con otros realities como GH (Telecinco) o Hermano Mayor (Cuatro). 

En OT 2018 se vivió una situación similar, pero más suave. África fue duramente criticada en redes sociales por un supuesto encontronazo con Damion ante lo que el programa lanzó el hashtag #OTnoesodio.  

Del mismo modo en OT 2008, también había rumores de acoso por parte de un grupo de concursantes a la que finalmente fue la ganadora: Virginia Maestro. De este caso se recuerda especialmente la pasividad de los profesores y del jurado, excepto de Risto Mejide, que salió en defensa de la concursante.

Ni en OT 2017 con la poca empatía que despertaban concursantes como Nerea o Miriam, dentro y fuera de la Academia, se habían llegado a estos límites dentro de la Academia.

Algunos seguidores del programa han echado la vista aún más atrás. Han puesto en valor la frase de Chenoa en OT 1 cuando le comentaba a Rosa que todos los concursantes se tenían respeto, no se hacían malos comentarios y eran capaces de hablar y solucionar los conflictos hablando.

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Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es