Famosos que defienden lo indefendible: la ciencia contra los conspiranoicos

Famosos que defienden lo indefendible: la ciencia contra los conspiranoicos

Miguel Bosé, Enrique Bunbury o Madonna, con millones de seguidores por todo el mundo, se suben al destartalado carro de las teorías de las conspiración

.Getty Images

La crisis del coronavirus ha servido de abono perfecto para que en las redes sociales hayan brotado todo tipo de fake news. Bill Gates, el 5G y los antivacunas se han erigido en el tridente de la conspiración que muchos famosos han empuñado pese que cualquier publicación o científico mínimamente serios desmontan sin ningún problema todas estas estas teorías.

Lejos de asumir cierta responsabilidad por ser personajes públicos cuyas ideas son tenidas en cuenta por miles y miles de personas, algunos cantantes, actores y celebrities de todo el mundo han distribuido estas teorías conspiranoicas en redes sociales sin importar la desinformación a la que contribuyen.

Los cantantes Enrique Bunbury y Miguel Bosé han sido los casos más relevantes en España de famosos que han situado en el eje del mal a la tecnología 5G en general y a Bill Gates en particular. Otros como el rapero Kase.O o la influencer Miranda Makaroff han aprovechado la crisis sanitaria para publicar defensas cerradas contra las vacunas.

Como si de un Don Diablo se tratase, el cantante de éxitos como Morir de amor es ya el líder de la conspiración en Twitter. En varios tuits ha relacionado la mortalidad de la covid-19 con la vacuna de la gripe, ha denunciado que la pandemia es una “gran mentira” o ha defendido que el virus es obra de una maniobra maligna para vacunar a la población mundial con el propósito de implantarle “microhips o nanobots” con los que poder “controlarla”.

¿Qué dice la ciencia? 

Sobre el origen de la covid-19: la revista The Lancet publicó un artículo en enero de 2020 donde señalaba que el origen del coronavirus es animal y poco tiene que ver con el 5G. “El 2019-nCoV está estrechamente relacionado (con una identidad del 88%) con dos coronavirus similares al síndrome respiratorio agudo severo derivado del murciélago (SARS), bat-SL-CoVZC45 y bat-SL-CoVZXC21, recolectados en 2018 en Zhoushan, este de China, pero estaban más distantes de SARS-CoV (aproximadamente 79%) y MERS-CoV (aproximadamente 50%)”, indican.

Además, lejos de ser una “gran mentira” los datos de la Universidad John Hopkins cifran en 731.570 las víctimas mortales por covid-19 en el mundo a 9 de agosto.

Sobre el 5G: la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado varios estudios sobre la interferencia en la salud de las ondas inalámbricas, ninguna de ellas con un resultado positivo. Respecto a la tecnología 5G, señala que “dado que se encuentra en una etapa temprana de implementación, los estudios sobre la exposición a los campos de radiofrecuencia aún están bajo investigación”. Sin embargo, indica que este tipo de campos electromagnéticos no han mostrado ningún efecto adverso “hasta la fecha y después de muchas investigaciones”.

Sobre la relación de la vacuna de la gripe y la covid-19: definitivamente, no nos quieren matar. Lejos de suponer un factor de mortalidad, estudios como el publicado el 24 de julio en la revista señalan una posible relación positiva entre los anticuerpos generados por la vacuna de la gripe y la mortalidad por el coronavirus. Además, la inmunóloga del CSIC, María Montoya, señaló el 28 de junio en un artículo publicado en la revista del centro que no existe ninguna relación entre la vacunación por gripe y el coronavirus.

El ex-líder de Héroes del Silencio fue uno de los primeros famosos en sumarse a la tendencia conspiranoica de Miguel Bosé en España. El cantante de Parecemos tontos acusó a la OMS y a Bill Gates de acabar con las libertades individuales e incluso apoyó a Trump en su salida de la Organización Mundial de la Salud en plena pandemia.

Además, en una entrevista publicada en GQ México señaló que la libertad de vacunación “es un tema muy importante que la gente no está valorando, que el ciudadano y su médico son quienes deben tomar decisiones” y no los “gobiernos o instituciones”. Días después, lejos de rectificar, emitió un comunicado en el que señalaba que no se sumaba a “ningún tipo de conspiración”...

¿Qué dice la ciencia?

Ni Bill Gates ni nadie quiere implantar microchips a la población. Esta idea tiene su origen en una entrevista en la que Gates hacía una referencia a los “certificados digitales” para ayudar a saber quién había pasado una enfermedad o se había vacunado. Nada más lejos de una afirmación sacada de contexto.

Según publicó The Lancet el pasado 4 de mayo, estos certificados digitales —que no microchips— todavía se están sometiendo a un debate ético, científico y legal. Además, desde la Fundación Bill y Melinda Gates se han desvinculado de los avances de esta iniciativa.

Lo de Bunbury no pasa sólo en España: la extrema derecha de EEUU suele acusar a Gates de crear el coronavirus, de especular con la vacuna, de repartir permisos de procreación y hasta de buscar una guerra química. Todo falso.

El rapero Kase.O, exmiembro del grupo Violadores del Verso, también se pronunció sobre las vacunas en un directo de Instagram en el que las relacionaba con el autismo. “El autismo es una reacción alérgica a las vacunas”, dijo entonces sobre la posible cura de la covid-19.

Tras el revuelo, al cantante no le quedó más remedio que pedir disculpas. Perdón por haber metido la pata al hablar de un tema que es muy sensible y os afecta a muchas personas. Espero que aprecieis este gesto y solo deciros que lo siento si alguien se ha sentido herido es solo un comentario a un documental que había visto, lo cual no quita que el daño esté hecho y os hayáis podido sentir heridos”, señaló entonces.

¿Qué dice la ciencia?

Según un estudio publicado por el CDC (Centro de Control de Enfermedades) de Estados Unidos en 2013, “no existe ninguna relación entre las vacunas y el autismo”. Según indican, “los resultados mostraron que la cantidad total de antígeno de las vacunas recibidas fue la misma entre los niños con TEA y los que no tenían TEA”.

El 11 de marzo, al comienzo de la pandemia, la influencer Paula Gonu dio una serie de consejos en Instagram para luchar contra el virus. Por supuesto, sin ninguna evidencia médica. Entre sus recomendaciones estaba “beber agua caliente porque a una temperatura de 27 grados o superior se supone que no vive este virus”.

Poco después, se retractó señalando que ella hacía caso a los médicos y que eran ellos los que debían resolver estas dudas. “He dicho que lo único que hago porque es lo que más ayuda es lavarme las manos. Lo otro es un bulo que va por WhatsApp”, se justificó.

¿Qué dice la ciencia?

Este fue uno de los primeros bulos extendidos sobre el virus. Sobre ello, la  profesora Sally Bloomfield, de la London School of Hygiene and Tropical Medicine, explica que el virus entra en el cuerpo a través de las vías respiratorias. Algunas pueden entrar por la boca pero, aún así, beber agua no impide el contagio. La OMS también se ha encargado de desmentir este bulo.

Pelayo Díaz participó en el programa Hormigas Blancas (Telecinco) el 2 de agosto, dedicado a la trayectoria de Miguel Bosé. El diseñador se aventuró a opinar que las polémicas declaraciones del cantante sobre Bill Gates no eran tan descabelladas y que puede que ya tengamos “ese chip desde hace mucho tiempo y no lo sabemos”. Sus declaraciones, claro, le costaron duras críticas en redes sociales.

¿Qué dice la ciencia?

The Lancet expone que todavía no se ha puesto en marcha ningún tipo de control por certificaciones digitales. Y mucho menos microchips.

En una entrevista con la revista Forbes, Kanye West dejó clara su opinión ante una posible vacuna contra el coronavirus: “Esa es la marca de la Bestia. Quieren poner chips dentro de nosotros, quieren hacer todo tipo de cosas para que no podamos cruzar las puertas del cielo”. Además, señaló que las vacunas “dejan a niños paralíticos”.

¿Qué dice la ciencia?

Como es normal, la ciencia no ha entrado en ningún estudio sobre creencias religiosas y menos sobre si la vacunación permite o no la “gloria eterna”. Lo que sí dejan claro desde los Centros De Control de Enfermedades (CDC) es que una vacuna incluye conservantes, coadyuvantes, estabilizadores, materiales de cultivo celular residual, ingredientes inactivantes residuales y antibióticos residuales. Nada de chips.

Del mismo modo, el mencionado estudio publicado en el CDC de Estados Unidos en 2013 señala que no hay ningún tipo de relación entre discapacidad y vacunación.

La influencer Miranda Makaroff también tiene algo que decir sobre las vacunas. A través de su cuenta de Instagram, la artista dejó claro que no las necesitaríamos “si de pequeños nos enseñaran controlar nuestro sistema inmunológico y a curarnos, o sea, a controlar nuestras células con la mente, no necesitaríamos ni vacunas, ni medicinas, ni nada”. Esto fue calificado de “peligro social” en redes sociales. Pero lejos de rectificar, la diseñadora se ratificó en publicaciones posteriores en su posición.

¿Qué dice la ciencia?

Desde el CDC estadounidense recuerdan que el sistema inmunológico no se puede controlar por uno mismo, sino que este “genera anticuerpos cuando detecta un germen” y sirven para “atacarlo, debilitarlo y destruirlo”. Según indican, “las vacunas ayudan a que el sistema inmunitario combata las infecciones de manera más rápida y eficaz”. “Cuando usted se vacuna, despierta su respuesta inmunitaria, ayudando a su cuerpo a combatir y recordar al germen para que pueda atacarlo si alguna vez vuelve a invadir”, indican.

La reina del pop también se sumó las teorías conspiranoicas contra la covid-19, a pesar de que ella misma sufrió la enfermedad. La cantante compartió un vídeo de la controvertida doctora Stella Immanuel, a la que llama “mi heroína” en el que criticaba que no había que poner las esperanzas en una vacuna que, según ella, estaba lista y estaban reteniendo.

“Algunas personas no quieren escuchar la verdad especialmente aquellos en el poder que prefieren ganar dinero con la larga búsqueda de la vacuna. La cual ha sido probada y está disponible desde hace meses. Ellos prefieren que el miedo tome el control y permitir que los ricos se hagan más ricos y los pobres y enfermos se pongan aún más enfermos”, señalaba en su publicación que la red social retiró de Instagram por contener “información falsa”.

¿Qué dice la ciencia?

Por el momento, los avances científicos recogidos en The Lancet sitúan el 20 de julio a dos vacunas candidatas contra la covid-19 más avanzadas, pero ambas lejos de estar listas. Una está encabezada por los investigadores del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford (Oxford, Reino Unido), con el apoyo de AstraZeneca, y el segundo de investigadores apoyados por CanSino Biologics (Wuhan, China).

Lo que no existe aún es vacuna para combatir todas estas teorías falsas más allá de la información.