El Barcelona no pasa del empate con el Benfica (0-0) y se jugará el pase a octavos en casa del Bayern de Múnich en la última jornada

El Barcelona no pasa del empate con el Benfica (0-0) y se jugará el pase a octavos en casa del Bayern de Múnich en la última jornada

Muy, muy complicado para los de Xavi, incapaces de batir a los portugueses en casa.

Dembele se desesperaLLUIS GENE via Getty Images

El Barcelona, en riesgo muy alto. Los de Xavi se han complicado hasta límites su clasificación para los octavos de la Champions League al no poder ganar al Benfica. El 0-0 le obliga a jugarse el pase en la última jornada, en Alemania y contra el Bayern de Múnich. El más difícil todavía.

Con una de sus mejores imágenes de la temporada por juego, pero con ningún acierto de cara a la meta rival, el Barça lo intentó una y otra vez, sin resultado. Y, precisamente, el resultado pudo ser mucho peor, porque el árbitro anuló un tanto de Otamendi para el Benfica en el 34′ al considerar que el balón había salido del terreno de juego antes de golpear el larguero y rebasar la línea de gol.

Poco cambió tras el descanso. El Barcelona seguía combinando y buscando la recompensa (y el pase a octavos). Nada. Se sucedieron las ocasiones y la única vez que llegó el gol, en el 84′, fue anulado por fuera de juego de Araujo. Dos tantos, dos anulaciones, uno en cada bando.

De la euforia al bajón en el Camp Nou. Y pudo ser incluso peor. En la penúltima jugada Haris Seferovic falló un gol prácticamente a puerta vacía y eso sí que hubiera sido la puntilla para el Barça.

Lo que tiene que hacer para clasificarse

Las cuentas de octavos pasan por Alemania y Portugal. Ahora mismo, con el Bayern lejísimos con 15 puntos de 15 posibles, la pelea está entre el Barça, con 7, y el Benfica, con 5 (aunque los lusos tienen ganado el golaverage particular). Realmente, el Barcelona depende de sí mismo. Si gana, sigue en la Champions, pero si no gana necesita que el Benfica tampoco venza al Dinamo de Kiev.

Los antecedentes contra el Bayern de cara a la ‘final’ de Múnich no son demasiado ilusionantes. El 2-8 de la pasada Liga de Campeones en cuartos y el 0-3 de la primera jornada en la presente suponen dos losas al ánimo barcelonista contra un rival que se ha mostrado muy superior.