Ferreras despide el especial sobre EEUU y todas las miradas van a su derecha: imposible no verlo

Ferreras despide el especial sobre EEUU y todas las miradas van a su derecha: imposible no verlo

Después de 15 horas de directo no es para menos.

Antonio García Ferreras y su equipo han hecho historia este miércoles con un especial de 15 horas sobre las elecciones de Estados Unidos.

El presentador de Al Rojo Vivo arrancó su directo en laSexta a las 11 de la noche del 3 de noviembre y lo ha terminado pasadas las 14 horas del miércoles 4 de noviembre.

En un programa especial por el que han pasado numerosos especialistas, Ferreras y el resto de colaboradores han desgranado la frenética jornada electoral que se ha vivido en Estados Unidos. Una jornada que, todavía en la tarde del miércoles, sigue sin tener un ganador.

Pero sin duda los grandes protagonistas de la noche, además de Ferreras, han sido otros cuatro colaboradores: el politólogo Lluís Orriols y los periodistas Endika Núñez, Sandro Pozzi y Emilio Doménech. Todos ellos han estado durante todo el programa en directo. De hecho, uno de ellos ha llegado a decir en directo que necesitaba un café o dos.

Ha sido Orriols el que ha comentado, cuando todavía quedaban tres horas de programa, que él ya había batido un récord junto a García Ferreras en un directo superando incluso a la programación especial con motivo del referéndum de Cataluña el 1 de octubre de 2017.

“Superando el récord de marathon en lo de Ferreras. Mi marca eran 12 horas (en el 1O de 2017). Ahora ya 13h y contando. De momento aguantando con dignidad :-)”, ha señalado Orriols.

Un cansancio que ha quedado patente cuando Antonio García Ferreras ha despedido, después de 15 horas de directo, el programa para dar paso a las Noticias de laSexta.

“Los próximos días serán emocionantes, apasionantes, vertiginosos... esperemos que no terribles. Esto es laSexta. Gracias por estar ahí”, ha dicho el presentador.

Después de esta frase, cuando se ha abierto el plano, se ha podido ver a Orriols quitándose las gafas y frotándose los ojos en un gesto de agotamiento después de tantas horas al pie del cañón.