Fran corta a Roberto Leal en su regreso a 'Pasapalabra' y emociona a todos con su frase

Fran corta a Roberto Leal en su regreso a 'Pasapalabra' y emociona a todos con su frase

El concurso está celebrando su Copa de maestros.

Fran, en su regreso a 'Pasapalabra'.ANTENA 3

Francisco José González Arias, conocido simplemente como Fran por la audiencia de Pasapalabra (Antena 3), ha vuelto al concurso en el que tantas tardes encandiló a los espectadores por su sencillez y su aplomo.

El motivo de su regreso es que el programa está celebrando su Copa de maestros. En 2019 —cuando aún se emitía en Telecinco— él consiguió llevarse un bote de 1.542.000 euros, como recordó el presentador, Roberto Leal, al darle la bienvenida en el programa de este jueves.

″¡Vamos contigo!”, exclamó Leal para dar inicio a las pruebas. En ese momento, Fran lo interrumpió. “Roberto, antes de comenzar me gustaría hacer una mención”, pidió el concursante.

“Hacía mucho tiempo que no venía y en este tiempo nos han dejado cuatro personas muy importantes en nuestra familia y quería dedicarles mi participación”, continuó. “Quería acordarme de mi tío David de Gijón, de mi tío Castro de Cangas, de nuestra amiga Carmen de Colloto y, sobre todo, a mi abuela Luz, que veía el programa todos los días”, añadió antes de recibir un caluroso aplauso.

“Yo soy de los que piensan que nunca se van”, subrayó Roberto Leal, algo en lo que el concursante le dio la razón. “Yo siempre me acuerdo de la frase de un filósofo o de un escritor que decía que el recuerdo es el único paraíso del que no nos pueden expulsar. Mientras permanezca el recuerdo, aunque no estén corpóreamente, están con nosotros aquí [tocándose el corazón] y eso es lo que más importa”, contestó Fran.

Durante su participación en el concurso, Fran ya dejó ver que era muy familiar. De hecho, tuvo un paréntesis de dos meses porque, como se supo después, su padre sufrió un enfisema pulmonar. En otra ocasión se echó a llorar antes de la prueba final por el fallecimiento de su tía y uno de los roscos se lo dedicó a su abuela Luz, que lo veía todos los días y “fardaba de nieto”.