Govern débil, alternativa sólida

Govern débil, alternativa sólida

El Govern de Pere Aragonès nace débil, sin un proyecto claro para la legislatura y sin que casi nadie confíe en la capacidad de seguir soportándose durante cuatro años.

El nuevo president de la Generalitat, Pere Aragonès.Josep Lago via Getty Images

Y finalmente llegó el acuerdo. Tres meses después de la jornada electoral en Cataluña y después de multitud de reproches e insultos entre los partidos independentistas, ERC, Junts y los presuntos anticapitalistas de la CUP han acabado pactando e invistiendo a Pere Aragonès como nuevo president.

Francamente, me parece un error repetir la misma fórmula que ya se ha visto fracasada en los últimos años. Ni el intercambio de sillas entre socios ni situar algunos nombres nuevos en las consellerías puede maquillar lo evidente: el Govern de Pere Aragonès nace débil, muy débil, sin un proyecto claro para la legislatura y sin que casi nadie confíe en la capacidad de seguir soportándose durante cuatro años.

El propio acuerdo mediante el que ERC y JxCAT se reparten el Govern parece altamente mejorable desde la perspectiva de quienes creemos que un Parlamento con clara mayoría de izquierdas no debería investir gobiernos de derechas. La economía y buena parte de las políticas públicas más relevantes en tiempos de crisis recaerán en manos de la derecha de toda la vida. Los mismos que aplaudieron con las orejas los recortes de Rajoy y fueron alumnos aventajados en los tijeretazos en Cataluña que debilitaron los servicios públicos como nunca antes en democracia.

Esa es la derecha que marca el paso al president Aragonès, que prefiere vetar a la socialdemocracia y seguir pactando con la derecha. Y no es menos curioso el papel de la CUP, un grupo que debe ser de los más adaptados al sistema de entre todos quienes dicen ser antisistema. Sin ir más lejos, con sus votos será un exdirigente del Ibex 35 como Jaume Giró quién dirigirá la economía y la gestión de los fondos europeos.

Dicho esto, empieza la legislatura y es el momento de poner en marcha unas instituciones catalanas que llevan demasiado tiempo a medio gas. Es momento de ponerlas de nuevo en marcha y abrir un nuevo tiempo en el que se recupere el prestigio tanto de la Generalitat como del Parlament.

No hay tiempo que perder para afrontar las principales prioridades: proseguir con el proceso de vacunación

Difícilmente después de tanto bloqueo y de tanta parálisis este Govern podrá disfrutar de los 100 días, porque hemos perdido ya bastantes más. No hay tiempo que perder para afrontar las principales prioridades que, como venimos insistiendo los y las socialistas del PSC, pasan ahora por proseguir con el proceso de vacunación e ir recuperando la normalidad en medida de lo posible, gestionar los fondos europeos como la gran oportunidad que son, constituir una masa de diálogo dentro de Cataluña, y reactivar la economía dando prioridad a los sectores y a las personas que más están sufriendo y que son quienes menos atención reciben por parte de la Generalitat. Uno de ellos, las y los jóvenes.

Y, aunque este próximo fin de semana termina para mí una apasionante etapa como militante y como primer secretario de la Joventut Socialista de Catalunya (JSC), no me cabe ninguna duda de que su próximo líder, Ot García, todo su equipo y toda la militancia harán un enorme trabajo para situar las problemáticas de la juventud en el centro de la agenda política para que a los de Aragonès y Pugidemont se les dejen de olvidar. Es imposible construir un país con presente y futuro olvidando a sus nuevas generaciones y estoy seguro que las juventudes del primer partido de Cataluña estarán más que a la altura en los nuevos tiempos que vendrán.

Como lo estará el ganador de las elecciones, Salvador Illa, y su grupo parlamentario, construyendo y visualizando una alternativa seria, de izquierdas y solvente preparada para gobernar en cualquier momento. Los retos que tenemos por delante no son pocos ni sencillos, por lo que desde el minuto uno haremos una oposición firme y constructiva ante un Govern del que, aunque esperamos más bien poca cosa, le deseamos lo mejor porque será también lo mejor para todas las catalanas y catalanes.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Arnau Ramírez (Sant Feliu de Codines, 1989) es diputado por Barcelona y portavoz de Cambio Climático del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso. Anteriormente fue primer secretari de la Joventut Socialista de Catalunya (JSC). Es graduado en Ciencias Políticas y Gestión Pública por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).