El editorial del 'Guardian' sobre Notre Dame que se convierte en un canto a Europa en pleno Brexit

El editorial del 'Guardian' sobre Notre Dame que se convierte en un canto a Europa en pleno Brexit

"Nunca, nunca os daremos la espalda"

Un grupo de bomberos, evaluando daños a las puertas de Notre Dame. Omar Havana / Getty Editorial

En estos tiempos de Brexit, de divorcios difíciles, cuando hay políticos que se dedican a predicar las maldades del hasta ahora socio, a señalar las diferencias supuestamente insalvables, a levantar la nariz marcando distancias, el diario británico The Guardian ha publicado un editorial que es todo un canto a la unidad, a la historia compartida, a los valores que sustentan, desde hace siglos, a todos los europeos. A todos.

El incendio en la catedral de Notre Dame ha sido la excusa del rotativo para lanzar su defensa encendida de lo común. Arranca explicando que, ante las imágenes que llegaban de París, “es como si el corazón mismo de Francia y el alma de Europa se hubieran desgarrado repentina y bruscamente”, una pena que saltaba las fronteras de Francia.

Un editoria vale para describir sucintamente una información y mostrar la opinión de un medio, a la vez, así que eso hace el Guardian: explica con brevedad lo ocurrido, esa “destrucción  ciega y terrible” que anoche se temía aún más grave, y enfatiza la “gran punzada de dolor emocional” que causa ver “la aniquilación de lugares emblemáticos”.

Recuerda la ligazón del templo con Napoleón, que fue coronado en ella, o con Víctor Hugo, que la inmortalizó en Nuestra Señora de París. Pero también la del Reino Unido: “la catedral también nos pertenece a todos. Notre Dame está íntimamente relacionada con la historia de Inglaterra, Escocia y Gran Bretaña. Enrique VI fue coronado rey de Francia allí. Francisco II se casó con María Estuardo, luego María, reina de Escocia. Carlos I, el rey más censurable de Inglaterra, también se casó en este edificio”, rememora.

Por eso, Notre Dame es mucho más que piedras, madera y cristal y no hay Brexit que pueda con ese cariño, dice el diario. Y es entonces cuando lanza su declaración de amor. “La catedral no está simplemente en nuestra historia, sino en nuestros corazones. Es parte de nuestro patrimonio artístico compartido. Pertenece a la civilización europea, de la cual este edificio medieval de suma importancia ha sido durante mucho tiempo una encarnación artística sin igual, por la grandeza de sus tallas, sus pinturas, su música y sus colecciones”.

¡Qué tonto parece fingir que no somos todos europeos! Estamos con Francia en su hora de angustia. Nunca, nunca os daremos la espalda

Y concluye, apasionado: “La catedral se levantará de nuevo con el tiempo. Este terrible incendio no es un evento que deba ser trivializado o banalizado. Sin embargo, en un momento como este, ¡qué tonto parece fingir que no somos todos europeos! Estamos con Francia en su hora de angustia. Nunca, nunca os daremos la espalda”.

Unos cuantos mandatarios deberían leer hoy el Guardian...