Guterres, bendecido por las grandes potencias para seguir al frente de la ONU cinco años más

Guterres, bendecido por las grandes potencias para seguir al frente de la ONU cinco años más

En una institución donde renovar un segundo mandato es costumbre y sin oponentes en la carrera, el portugués se mantiene sin sorpresas.

El secretario general de la ONU, António Guterres, ha recibido la bendición de las potencias del Consejo de Seguridad para continuar durante otros cinco años al frente de la organización. El Consejo, reunido a puerta cerrada, acordó por aclamación recomendar la reelección de Guterres, que ahora debe ser ratificada por la Asamblea General en un pleno previsto para el próximo 18 de junio.

En un comunicado, el diplomático de 72 años agradeció la confianza del Consejo y la consideró un “gran honor”, asegurando que ha sido un “privilegio” dirigir la organización durante los últimos cuatro años y medio.

Guterres asumió la Secretaría General en enero de 2017, tras imponerse a un amplio abanico de candidatos, entre los que figuraban personalidades conocidas en la escena internacional como la hoy directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, o la que entonces era directora general de la Unesco, Irina Bokova.

De cara a la reelección, el portugués ha dispuesto de un camino mucho más despejado, pues en ningún momento ha tenido oposición formal. Aunque varias personas se postularon e hicieron campaña durante los últimos meses, ninguna llegó a ser propuesta formalmente por un Estado miembro, por lo que sus nombres no fueron tomados en cuenta.

La continuidad de Guterres está lejos de ser una sorpresa, pues desde hace décadas, todos los jefes de Naciones Unidas han servido durante dos mandatos, con la excepción del egipcio Butros Gali, cuya reelección fue vetada en 1996 por Estados Unidos.

En el caso actual, casi desde el primer momento fuentes diplomáticas han apuntado que las potencias veían con buenos ojos la continuidad de un secretario general cuya gestión es muy valorada por los Gobiernos, sobre todo en una época difícil para la organización. “Todos hemos visto al secretario general en acción y creo que ha sido un excelente secretario general”, señaló hoy el presidente de turno del Consejo de Seguridad, el estonio Sven Jürgenson, que destacó el carácter de “constructor de puentes” del portugués y su capacidad para “hablar con cualquiera”. “Ha demostrado ser digno del puesto durante los cinco años que lleva en el cargo”, subrayó Jürgenson.

Un primer mandato marcado por Trump

La llegada de Guterres a la ONU coincidió prácticamente con el desembarco en la Casa Blanca de Donald Trump, un crítico muy vocal de los organismos multilaterales, que le hizo la vida muy difícil durante cuatro años.

De la mano de Trump, EEUU -el mayor contribuyente al presupuesto de la ONU- llevó a cabo importantes recortes de fondos en varias áreas, abandonó algunos órganos clave como el Consejo de Derechos Humanos y rompió numerosos consensos internacionales como el Acuerdo de París sobre el Clima o el pacto nuclear con Irán.

Guterres tuvo que hilar fino para tratar de aplacar a Washington, que bajo el Gobierno de Joe Biden ha comenzado a revertir muchas de esas decisiones y acercarse a las tesis de Naciones Unidas. También ha tenido que hacer frente a un Consejo de Seguridad extremadamente dividido, lo que ha complicado los intentos de la ONU por poner fin a largos conflictos como los de Siria, Libia o Yemen, que siguen en curso y que suponen una mancha en el expediente del secretario general.

Guterres, en respuesta, ha optado por centrar buena parte de sus esfuerzos en ámbitos de mayor consenso internacional como la lucha contra el cambio climático.

La pandemia, prioridad

Con el estallido de la pandemia de la covid-19, la ONU pasó a dedicar buena parte de su atención a la emergencia sanitaria y a la recuperación de la crisis económica, que está disparando la pobreza alrededor del mundo.

Guterres, en su programa de cara a la reelección, ya dejó claro que esta seguirá siendo la gran prioridad a corto plazo y que la pandemia es el tipo de desafío global para el que fue creada Naciones Unidas.

El reto más acuciante, según el portugués, es garantizar que todos los ciudadanos del mundo tengan acceso a las vacunas y lograr una respuesta más coordinada entre los países, también de cara a la recuperación, con el fin de combatir las desigualdades y reforzar la cohesión social en el mundo.

Mientras que los Estados, en general, están satisfechos con la gestión de Guterres, desde la sociedad civil se le ha reclamado en ocasiones mayor claridad a la hora de denunciar abusos de los derechos humanos.

Ese debe ser, según la ONG Human Rights Watch (HRW), el gran cambio de cara a su segundo mandato, cuando ya no tendrá la preocupación de ser reelegido. “El primer mandato de Guterres ha estado definido por el silencio público sobre abusos de derechos humanos por parte de China, Rusia y Estados Unidos y sus aliados”, señaló en un comunicado el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, que llamó al secretario general de la ONU a decir en voz alta las cosas que las potencias “no quieren oír”.